El Documento final de la VII Cumbre de las Américas (Panamá, 10 y 11 de abril de 2015) fue objetado por Canadá y Estados Unidos. Como representantes de una hegemonía en franca decadencia, "cuestionaron" los bienes inalienables o derechos sociales transgeneracionales: educación gratuita, salud socializada, protección del ambiente, transferencia tecnológica y la derogación del Decreto-Obama.
La guerra económica, busca afectar el aparato productivo, los circuitos de circulación de bienes y servicios y la soberanía alimentaria. Va contra el Estado-Nación, apoya la desregulación; las privatizaciones y la liberación de los precios, frena a la inversión social en salud, ambiente, educación y la sociedad del conocimiento.
La seudo-inteligencia mediática, resta valor a la victoria de Venezuela en la VII Cumbre. Maduro, liderizó -al lado de las voces progresistas de Nuestramérica- las políticas de los Estados-Nación; la noción jurídico-política del interés general; la salvaguarda de los principios de no-injerencia; la autodeterminación de los pueblos y los derechos sociales inalienables.
Los representantes de la ideología neoliberal, el poder financiero y los planes de "austeridad", siguen en su plan, con la campaña mediática contra Venezuela. Mudaron el centro de conspiración hacia España, ya que el bipartidismo (PSOE y PP) está desesperado ante el virtual triunfo de Podemos, en las dos venideras elecciones. Madrid recibe a los "siniestros heraldos" con bambalinas para distraer.
España, está agobiada por la precariedad. La "austeridad" tiene saldo negativo: las famosas 3D –desigualdad, deuda y desempleo- el debacle de la mal llamada "cohesión" social; y los escándalos de corrupción que revelan ante el mundo, todo un entramado que abarca desde la justicia hasta el sistema de tributación.
Ojo: la oposición venezolana apoyó el Decreto de Obama, "jugó posición adelantada", así pescó una nueva derrota en las elecciones parlamentarias.