Un acontecimiento importante se dio en esta ciudad antes "sitiada", como escribiría Bauman o Virilio, por ese pandemónium terrorista. Después del 30J se ha enarbolado el espíritu libertario de la Asamblea Constituyente. Oímos importantes ponencias, ideas, observaciones teóricas, proposiciones, sobre los medios de comunicación, impresos y digitales, y disertaciones sobre ese "Continente invisible" seudomito de la relación igualitaria, productor de mentiras mediáticas llamado Internet. Ha sido el 3er Congreso de Periodismo Cultural organizado por Fundarte que culmina hoy. A esa interrogante, que titula esta columna, tomada de la filosofía de Nietzsche, sobre el periodismo, nuestra respuesta es que no ha muerto. Aunque sí afirmamos que lo que existe es una crisis de producción, generación y transferencias de contenidos culturales.
La Revolución debe ampliar su universo y reactualizar su marco teórico, requiere con urgencia de respuestas fundantes; trabajo de colectivos intelectuales ampliados; cobertura cultural, producción editorial "aquí y ahora". Necesarios son estímulos a crear expectativas intelectuales y filosóficas, promoción de debate sobre los grandes temas teóricos nacionales e internacionales en esta nueva etapa donde la dominación simbólico-cibernética se acentúa.
La prensa neoliberal sí falleció, y hace tiempo. Se propuso borrar las páginas culturales de antaño, persiguiendo lo que llamaron "anacrónico" "culturoso", creando eufemismos, nombres fatuos bajo el ropaje de "tendencias", "espectáculos" o entretenimiento, perdidos en el mundo "líquido". Nuestro país, con Chávez comenzó a ser, para solo mencionar referencias hoy de ese periodismo: el semanario cultural TodosAdentro, hoy con versión electrónica, la Artillería del Pensamiento en Correo del Orinoco y sus entrevistas a los artistas y creadores, las páginas de Opinión de Ciudad Caracas o el semanario Letras, son ya aportes contemporáneos en el marco de la historia intelectual latinoamericana, epicentro, momento de ebullición, espacios de encuentro del pensamiento científico social, la teoría política, el humanismo, y algunas veces la filosofía.