Una asamblea [...] que sirva de consejo
en los grandes conflictos, de punto de contacto
en los peligros comunes, de fiel intérprete
de sus tratados públicos y de juez, árbitro
y conciliador en sus disputas y diferencias.
Simón Bolívar
Los ninguniaos de siempre no creemos en las mentiras que profesan los lábios de quienes con acciones han sumergido a pueblos enteros a la miseria de la guerra. Estamos de acuerdo con el presidente Maduro, nos cuesta creer! sobre todo cuando desempolvamos la historia y nos damos cuenta que la ideologia que reproduce el imperio, se parece más a la muerte y a la desesperanza, que al progreso y al crecimiento. Con los sentidos atentos, nos metemos a escudriñar en lo más profundo de lo que acontece cotidianamente en nuestro mundo, así nos damos cuenta que la historia aun se está escribiendo.
Sin duda alguna hay elementos que reflejan las posiciones que fijamos ante la vida. Hasta la saciedad se ha dicho que el conocimiento no es neutro, es por ello que no estaría errado afirmar que existen muchas formas de interpretar la política, todas ellas al servicio de intereses determinados, pues cuando fijamos postura ante una acción determinada, beneficiamos a un sector en detrimento de otro. Hacer POLÍTICA (así, con mayúscula), en ese sentido, se convierte en una acción exigente, por lo menos para algunos, ya que las acciones que desarrollamos nos posicionan de determinada manera ante la sociedad. Si fijamos una postura solidaria y responsable con las mayorías excluidas, seguramente nos acusarán de populistas y comunistas, retrógradas y autoritarios. Si estamos al servicio del mercado, nos acariciarán el ego, señalándonos de demócratas, de sensatos y de libre pensadores. Y si nos creemos "progresistas", no nos dirán nada, porque creyendo que ayudamos a todos, el mercado sale ganando, se vende al país, y seremos los serviles títeres de los intereses de los grandes poderes económicos.
En ese sentido, la más recientemente celebrada "CUMBRE DE LAS AMÉRICAS", nos dejó una interesante reflexión sobre una infinidad de asuntos atinentes a la política de la región, por un lado, los países que ponen la dignidad de los pueblos como escudo moral, para construir un mejor futuro, y por el otro, siempre manifestado en los intereses de unos pocos quienes reproducen el statu quo, y que pretenden, asumiendo el papel del big brother, controlar a los gobiernos vecinos. Resultó interesante, escuchar muchas voces al unísono, diciéndole al imperio más asesino que ha conocido la humanidad en su larga historia, que la República Bolivariana de Venezuela no es una amenaza, ni puede serlo a ningún pueblo del mundo, mucho menos puede representar una amenaza a una súper potencia, que además de tener el presupuesto militar más elevado de país alguno en el globo terráqueo, reproduce una sociedad hípercontrolada, sembrando terror a su pueblo, señalando hasta la saciedad que "la amenaza externa" les acecha, y que por ello existe la seguridad gringa, garante de la paz y la armonía a lo interno de sus fronteras.
Los discursos estuvieron interesantes, pero más aun, éstos nos brindan la posibilidad de escudriñar a fondo, cuales son los verdaderos intereses de la política que se desarrolla en los países de la región. Sin embargo, desde el discurso, podemos visualizar las concepciones que existen en torno a temas fundamentales, como por ejemplo la Historia, la cual tiene presencia por más que la neguemos, y que se va a seguir escribiendo aunque no seamos concientes de ello. El historiador Fernand Braudel habla, en su texto sobre el Mediterraneo, que la conciencia histórica se encuentra en el plano del análisis del tiempo de larga duración, y que la visión coyuntural del acontecimiento promueve la inconsciencia, por tanto la incapacidad de comprender los procesos históricos no solo en su multidimencionalidad sino también en su complejidad y relación con el mundo. Debe ser por eso que para un "escuálido", en cualquier parte de América, es más importante un rollo de papel tualé, que luchar por la patria grande.
Así las cosas, el presidente Obama, fiel representante de lo que significa una cultura ahistórica, hipócrita e inmoral, afirma, como bien lo sabe el mundo, que los eeuu de norte América tienen una historia vergonzosa, quizá por esta razón, sea mejor obviarla para no permitir que la conciencia despierte a los pueblos, en su eterna lucha por la existencia. Cuando el presidente Obama habla de valores "universales", a qué se referirá, porque es bastante conocida la historia del imperialismo norteamericano, sobre todo en su relación con el "tercer mundo", en todo caso, será un valor "universal", invadir, financiar grupos terroristas, contaminar, bombardear y derrocar gobiernos popularmente electos. Es necesario decirle de nuevo a Obama, que el capitalismo no es un Valor Universal, y que es precisamente éste el que genera la falta de oportunidades -y condiciones- en la juventud latinoamericana; que los jóvenes se suicidan e incurren en el consumo de drogas, precisamente por la violencia que genera la competencia del mercado capitalista, que además va a necesitar de un ejercito de reserva que pueda vender al mejor postor, su fuerza de trabajo. Claro! Como en los eeuu, "miran hacia el futuro, y no están atrapados en ninguna ideología" (Sic) -y esto es lo más preocupante, que en pleno siglo XXI aun se pretenda revivir a Fukuyuma- la historia no importa, aunque luego de escuchar varios de los planteamientos esgrimidos en la cumbre, pensar el desarrollo de América Latina, sin el ejercicio de reflexión histórica pertienente, puede llevarnos a la catastrofe, porque aunque no lo quieran recocer, hacemos política con planes de desarrollo, y si esas políticas obedecen a los interéses del mercado o están al servicio de las mayorías es un asunto que se dirime en el plano de lo ideológico. Si en Venezuela luchamos contra la pobreza es porque: 1) fue generada por una ideología que reprodujo una forma de hacer política que desembocó en una realidad desfavorable para un número considerable de personas, 2) queremos revertir esta realidad social, y para ello no podemos aplicar inocentemente las ideas que condujeron a que dicho modelo político generara tal situación. Historia e ideología inmersas en un debate político en el cual se juega el futuro de las mayorías. Pudiéramos dejar sentado incluso que a las minorías dominantes no les importa sino la acumulación de la riqueza y la dominación de quienes van ser útiles para tales fines.
Hay que decirlo, la pobreza en América Latina, es una de las consecuencias que el "progreso" Capitalista de la modernidad, ha generado en la región. Los indicadores afirman, que la distribución de la riqueza en América Latina, ha generado una desigualdad escandalosa en la región, y que esa esa realidad también da cuenta de la necesidad que tenemos de aplicar políticas adecuadas para revertir esta situación. Para eso es necesaria una construcción teórica que sea consecuente con la necesidad de los excluídos de siempre. Y eso, en política, requiere de historia, teoría e ideología.
Sobre el paternalismo y el populismo, que es un tema el cual se le ha señalado históricamente a los Latinoamericanos, parece estar permeando al discurso de los del norte, por ello, nos resulta interesante, cómo se aduce al "yoísmo" mesiánico, por parte de la principal potencia impperialista del mundo. "yo prometí" una modificación en nuestras relaciones con Cuba, decía Obama, pero además alegaba, que los eeuu, no serán presos del pasado, como que si lo que ha ocurrido a lo largo del tiempo no fuera importante para entablar un diálogo honesto y sincero entre los paises de la región, pero sobre todo, para que las atrocidades que se han cometido en el pasado no se vuenvan a repetir, sobre todo en tiempos en el que el modelo capitalista, a escala global, se encuentra profundamente herido debido al agotamiento del sistema.
Para los presidentes de los países en los que se impulsan en la actualidad procesos de transformación social, quedó evidenciado que la historia es un elemento fundamental para seguir avanzando, es por ello, que tanto Cuba, como Ecuador, Argentina, Bolivia y la misma Venezuela, por nombrar sólo algunos, llamaron a la reflexión sobre el pasado, que sería algo así como una historia del tiempo presente, que como bien lo plantea Carlos Aguirre Rojas, en su texto, Antimanual del Mal historiador (p. 17), se trata de: Una historia crítica, que siendo forzosamente opuesta a las historias oficiales y tradicionales hasta hoy dominantes, se desplaza sistemáticamente de las explicaciones consagradas y de los lugares comunes repetidos, para intentar construir nuevas y muy diferentes interpretaciones de los hechos y de los problemas históricos, para rescatar e incorporar nuevos territorios, dimensiones o elementos, hasta ahora ignorados o poco estudiados por los historiadores anteriores, y para restituir el carácter dinámico, contradictorio y múltiple de toda situación o fenómeno histórico posible. Esto con el objetivo de comprender que la historia de Nuestra América está viva, se mueve en el tiempo, nos convoca permanentemente, y de cierta forma nos determina como pueblo, como bien lo dijo el presidente Maduro, no es la historia muerta de lo pasado, es la Historia viva del presente, que se se reflejada en las luchas que nuestro pueblo ha dado por la emancipación.
Lo cierto, es que se evidencia, queda claro, que la historia debe ser una herramienta para la emancipación, los pueblos deben ser estudiosos y conocedores de la historia, para que nunca más vuelvan a pisarnos el lomo, y sobre todo, para que no nos vuelvan a llamar "el patio trasero" de nadie, porque en esta región ha habido bastante dignidad para aguantar, los proyectos que cargados de buenas intenciones, llevan implícita una ideología que reporduce la desigualdad.
Levantamos las banderas de la emancipación, por ello la historia de nuestro pueblo insurgente, será la guía para triunfar...