El tal "paraíso yanqui" jamás lo ha sido…

Se nos ha pretendido imponer la matriz de que el país del norte es una democracia que no tiene parangón en el mundo, tanto porque, se nos reitera, allí la justicia se aplica por igual a todos, porque es oportuna y, más allá de ello, porque es ejemplar en todas sus facetas.

Se nos añade, además, que la democracia que se practica es perfecta, pues cada cuatro años los estadounidenses salen a votar y jamás ha habido peligro alguno de que se haya pretendido alterarla, al punto de que desde que se creó el Estado de la Unión, hace ya más de 200 años, son dos los únicos partidos que representan la voluntad del pueblo norteamericano, quienes han tomado todas las previsiones para alternarse en el poder, sin que hayan sucedido hechos que lamentar.

Pero resulta que si revisamos su historia, encontramos que nada de eso es cierto. La realidad de ese país ha sido otra, desde 1865 han ocurrido varios magnicidios, algunos fracasados. Abraham Lincoln es asesinado en ese año, James Garfield en 1880 y William McKinley en 1.901; Franklin D. Roosvelt se salvó de milagro en 1933, John F. Kennedy muere acribillado en 1963, Robert Kennedy y Martin Luther King, ambos asesinados en 1.968 y en 1981 se atentó contra la vida de Ronald Reagan y dentro del los últimos quince años, para no irnos más atrás, han ocurrido en colegios y universidades de ese país, 62 masacres, con un saldo de muertos y heridos que horrorizan a cualquier sociedad.

Pero hay más para corroborar que eso de "´paraíso" es una gran farsa:

1) El presidente del país no es elegido por el pueblo de manera directa, como si sucede en el nuestro. Allá designan colegios electorales, es decir a los "capos" del gran capital que deciden a quien de los contendores se elige. Recordemos que Al Gore en el 2000 sacó más votos que Bush y sin embargo fue descartado;

2) Registra el mayor número de personas consumidoras de estupefacientes, la cual se estima que anda por encima de los 30 millones y en el tema de las violaciones ocupa el primer lugar, superando en 300% al país más cercano, que es Canadá;

3) Las intervenciones telefónicas no requieren de orden judicial e igual ocurre con las detenciones de ciudadanos sobre los cuales se sospeche que sean "terroristas";

4) La ignorancia es un mal endémico. Un poco más del 50% de los norteamericanos con educación formal universitaria no sabe donde se encuentra Australia y ubican a Uganda en Asia.

5) Tiene el récord inigualable de ejecuciones por delitos cometidos antes de cumplir la mayoría de edad y tiene en el mundo la más alta población carcelaria, con cerca de 2,3 millones de personas, de las cuales el 60% son afro descendientes y vale añadir que sus cárceles han sido privatizadas, es decir, son un actividad mercantil igual que cualquiera otra, por lo que mientras más prisioneros "logran captar", el rendimiento del "negocio" por razones obvias, apunta a ser mucho mejor;

6) Ocupa el primer lugar en el orbe con los índices más altos de suicidios de menores de 15 años;

7) Ha sido el único país con capacidad nuclear que ha hecho detonar con intervalo de 48 horas dos bombas atómicas en dos ciudades, Hiroshima y Nagasaki en 1.945, dejando un saldo de muertos de más de 250 mil personas y cerca de quinientos mil heridos;

8) Sus intervenciones en países extranjeros supera con creces la de cualquier otro imperio de la era cristiana. Solamente en la América Latina, nuestra relación de intromisiones y ocupaciones por la fuerza en los últimos ciento cincuenta años, supera las ciento veinte;

9) Se abstuvo de votar a favor de la creación de la Corte Penal Internacional y de los 170 Convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sólo se adhirió a 12. No suscribió los que tienen que ver con la libertad sindical, con los derechos de negociación colectiva y sobre edad mínima;

10) Es país sede de la CDIH y no es miembro de dicho organismo y se da el tupé de asumir el rol de juez para decidir qué país del Continente viola o no los derechos humanos;

11) Se negó a suscribir el tratado que prohíbe las minas antipersonales, así como el tratado de Kioto;

12) Ha sido persistente en su negativa a suscribir los convenios sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de lesa humanidad;

13) En el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, formuló reservas a los artículos que tienen que ver con la pena capital por delitos cometidos antes de los 18 años y aquellos que prohíben la propaganda de guerra y la apología al odio nacional, racial o religioso y para no extendernos demasiado, cerramos con esta evidencia de que ese paraíso yanqui es una total farsa:

14) Junto a Somalia es el único país del mundo que se negó a adherirse a toda la legislación dirigida a garantizar el respeto de los Derechos Humanos, al punto de que no ha querido ratificar la Convención de los Derechos del Niño.

Esto es apenas una pequeña muestra de un país que está muy lejos de ser un paraíso y que, por el contrario, se constituye en el más perverso y peligroso del mundo, lo cual nos obliga a los habitantes de este planeta tierra a mantenernos vigilantes y en alerta máxima, pues es una real amenaza y, además, permanente, para la paz internacional.



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Iván Oliver Rugeles


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