Los Presidentes estadounidenses procuran esos objetivos desde la II guerra mundial, el último Barack Obama dijo en Naciones Unidas -2015- "nunca dudaré en proteger a mi país o a nuestros aliados de forma unilateral o por la fuerza en caso de ser necesario". Estados Unidos han intervenido con este propósito en 134 conflictos armados desde su independencia hasta la presente fecha. Las últimas guerras injerencistas han sido en Afganistán, Pakistán, Irak y la República Árabe Siria que limita con Turquía, Irak, Israel, Jordania y Líbano.
El Presidente Vladimir Putin de Rusia para garantizar la paz en el medio Oriente y la seguridad de todo el mundo, autorizo el apoyo militarmente a Siria a solicitud de ella, y con bombardeos aéreos en solo 30 días, ha destruido la ofensiva de los terroristas del mal llamado Estado Islámico, que cuenta con el apoyo de EE.UU, Arabia Saudita, Turquía, Jordania y Líbano. Ahora Obama desafía a Vladimir Putin indicándole que continuará con su intención de derrocar al presidente legítimo de Siria.
Paul Craig Roberts señaló "Washington cometió un error que podría ser fatal para la humanidad". La Casa Blanca está decidida a bloquear el surgimiento de las dos potencias nucleares Rusia y China, ninguna de las cuales aceptará la hegemonía de ella. "EE.UU siempre ha tenido una buena opinión de sí mismo, pero con la caída de la Unión Soviética la autosatisfacción alcanzó nuevas cumbres. Nos convertimos en el pueblo excepcional, el pueblo indispensable, el país elegido por la historia para ejercer la hegemonía sobre el mundo" señala el politólogo en un artículo publicado en su sitio web.
Agrega que "esta doctrina neoconservadora libera al gobierno de EE.UU de las limitaciones del derecho internacional y permite a Washington usar la coerción contra Estados soberanos con el fin de rehacer el mundo". En su opinión, "la agresión y la propaganda descarada" de EE.UU. no han hecho más que convencer a Rusia y China de que "Washington tiene intenciones de guerra, y haberse dado cuenta de ello ha empujado a los dos países hacia una alianza estratégica".
Ni Rusia, ni China aceptarán el llamado "estatus de vasallaje aceptado por el Reino Unido, Alemania, Francia y el resto de Europa, así como Canadá, Japón y Australia", afirma el analista político, añade que "el precio de la paz mundial es que todo el mundo acepte la hegemonía de Washington". Piensa este humilde servidor que esta obsesión de EE.UU nos coloca al borde de una guerra nuclear que sería el fin de los seres vivos sobre el planeta.