Ya es harto conocido por nosotros, las intenciones que el gobierno de los Estado Unidos de Norteamérica tiene en contra de este suelo patrio, nunca como en los últimos años, voceros militares y políticos estadounidenses han atacado tanto a nuestra Venezuela.
Por supuesto esto tiene sus inicios con la entrada a Miraflores de nuestro líder Hugo Chávez, el mismo que desde el momento de su llegada, empezó a poner orden en casa, ya que está nuestra casa (Venezuela) tenía en el poder a los gobernantes de turno que funcionaban como simples marionetas que eran manipuladas desde el norte. Desde allí se manejaba la agenda que regiría los destinos de nuestra nación. En una gaveta bajo llave, quedaban las promesas hechas al pueblo, la esperanza de un mejor vivir, y todo aquello que durante décadas les ofrecían a los electores para que los llevarán al poder.
Nuestros recursos eran saqueados y las pocas ganancias repartidas entre algunos empresarios, políticos y altos ejecutivos, enchufados al poder, mientras la gente humilde y trabajadora era explotada y execrada de cualquier beneficio por parte del estado.
Desde el mismo momento que sintieron que esto dejaría de ser así, las represalias no se hicieron esperar, y la historia reciente nos ha hecho testigos de cómo nos han cobrado el querer ser un país soberano y libre. Los ataques empezaron a llegar sin clemencia alguna,, financiada y planificada desde afuera, orquestada y con la anuencia de nuestra oposición. No han servido 18 elecciones ganadas por este proceso revolucionario, no han servido las muestras, que este pueblo le ha dado al mundo de que queremos este proyecto como gobierno. El gobierno de EEUU continúa preocupado porque aquí en Venezuela según ellos tenemos una dictadura, no existe libertad de expresión, pero, qué curioso es uno de los pocos países en donde se profieren amenazas de todo tipo, al Presidente de la República y a altos funcionarios por las redes sociales y la justicia se lo permite, sin contar que a los estudiantes les regalan computadoras y teléfonos inteligentes para que tengan acceso a las redes sociales y hagan sus investigaciones.
Hasta un escolar ha comprendido que está “preocupación” que ellos dicen sentir, no es sino una cortina, para tratar de ocultar lo que verdaderamente les preocupa, y es la gran cantidad de petróleo y riquezas que nuestra tierra posee y a la que ya no pueden tener acceso como en otros tiempos, y en cuanto a nuestra oposición, les sucede lo mismo, antes se repartían, los cargos, las ganancias y se entregaban por completo a las peticiones del imperio, para poder mantener el águila observándonos pero sin atacarnos, o sea literalmente hablando llenándole el buche con nuestras riquezas, un precio demasiado alto para esta patria guerrera, en donde los héroes de la historia, fueron más que enterrados pisoteados, y el pueblo era tratado como escoria.
Ahora Venezuela es atacada, vilipendiaba, vigilada, y hasta un decreto imperial pesa sobre nosotros, que más, que declararnos una amenaza para alguien, cierne una amenaza sobre nosotros. Nuestro espacio aéreo ha sido violado, pero también lo fue el terrestre, cuando un Buque de la Exxon Mobil empresa estadounidense se aposta en nuestra zona fronteriza y un presidente puesto por EEUU en Guyana nos ataca, violentando un tratado firmado hace más de ciento cincuenta años, es un claro aviso que la bota norteña camina a pasos agigantados a nuestro territorio.
No sabemos cuál es el mensaje oculto que trae está incursión aérea, justo a escasos días de una nueva elección, que ratificará la sólida democracia que tiene nuestro país. ¿Intimidación al pueblo elector tal vez?, ¿Advertencia? ¿Amenaza? Fuere cual fuere el motivo, sabemos que bueno no es. Ahora lo triste y desconcertante es que los políticos opositores con aspiraciones a llegar a la Asamblea Nacional con mayoría, no sean capaces de dar un paso al frente a defender su país de estos atropellos imperiales, ¿Qué confianza puede generar en sus seguidores? Ahí. Se les ve la costura, por sacar al gobierno del poder son capaces de entregar a Venezuela en bandeja de plata, y junto a ella a todos nosotros. Aunque claros estamos que nosotros somos los que menos le importamos, no son ellos los que siempre ponen la traba en la Asamblea, pues ellos le abrirán las puertas a una invasión extranjera. El que no esté tan lleno de odio que lo medite.
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