Reflexiones ingenuas: "Obama en Cuba...¿Caída del muro de la Habana?"

"Estados Unidos no tiene amistades permanentes: tiene objetivos e intereses permanentes."

John Quincy Adams.

Una de las premisas fundamentales de la política de estado de los E.U., en cuanto a sus relaciones internacionales lo constituye la afirmación que los E.U. no tienen amistades permanentes, tiene objetivos e intereses permanentes. Esto es importante tenerlo en cuenta para poder hacer un análisis científico en la interpretación del establecimiento de relaciones diplomáticas entre el país del norte y la isla caribeña.

Es fundamental, además plantearse las siguientes interrogantes: ¿Cuál es la importancia para los E.U. (para Obama en particular) de restablecer en este momento histórico las relaciones con Cuba?, ¿Será que verdaderamente el reinicio de ellas traerán beneficios a la economía norteamericana?, ¿O a lo mejor con el retorno a las relaciones diplomáticas, los antiguos dueños de las fábricas norteamericanas expropiadas por la revolución, serán devueltas a sus dueños?, ¿O realmente la industria turística norteamericana resultará beneficiada con la vuelta a los lugares paradisíacos cubanos y a la bonanza de los ingresos por concepto de servicios turísticos en territorio isleño? ¿O es que habrán oportunidades reales para el desarrollo de la industria informática, tecnologías de avanzada en el mercado cubano?

Desde el punto de vista cubano, ¿Será verdad que el gobierno socialista de Cuba cree que E.U. establecerá relaciones basadas en la igualdad de opinión, respeto y tolerancia a las políticas internas del régimen cubano?, ¿Será cierto que el reinicio de relaciones mejorará las condiciones de vida de la población isleña?, ¿Los E.U. estarán realmente decididos a no intervenir en los asuntos internos de la isla? ¿Abandonarán los E.U. la política de agresión, devolverán el territorio de Guantánamo y resarcirán los daños causados por el bloqueo y los asesinatos dentro y fuera de Cuba?

Estas interrogantes, por supuesto remiten a otras, en la medida que vayamos haciendo conjeturas, ya que la duda y la suspicacia es libre, y conlleva a escenarios posibles, dada la trayectoria de los E.U., como país invasor, intervencionista, forajido.

En primer lugar ambos interlocutores son verdaderos gigantes. Vienen de un pasado de enfrentamientos desde 1889 año en el cual los estadounidenses establecen entonces una serie de ocupaciones militares en Cuba, que se prolongan hasta 1902. Las fuerzas de la ocupación militar estadounidense hacen incluir en la Constitución de la República de Cuba un apéndice denominado Enmienda Platt por la cual se arrogaban el derecho de intervenir en los asuntos internos de Cuba cuando ellas lo estimaran conveniente. Asimismo, se garantizaban el arriendo de territorios para bases navales y carboneras, cual la Base Naval de Guantánamo, que todavía en 2016 permanece ocupada.

En agosto de 1906, después de un gran incremento de las inversiones estadounidenses en la isla, el presidente de Cuba Estrada Palma solicita la intervención debido al estallido de una insurrección en contra de su gobierno. Los estadounidenses nombran a Williams Taft como interventor. Esta intervención duraría hasta 1909. Para los años 1912 y 1933, Estados Unidos mantiene actitudes de injerencia en las acciones de los gobiernos cubanos, los cuales manipulan a su antojo con el pretexto de proteger los intereses económicos estadounidenses en la isla.

En abril de 1961, tropas de mercenarios reclutados, entrenados, financiados y dirigidos por los Estados Unidos invaden por la Bahía de Cochinos, lo que se conocería como la invasión a Girón. El pueblo cubano, organizado en milicias y bajo la dirección del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, derrotaría a los mercenarios en menos de 72 horas.

Después de la fracasada invasión los E.U. cambiaron su estrategia, y se dedicaron a formar grupos terroristas encargados de perpetrar acciones destinadas a sembrar el terror, sabotear la economía, propiciar la contra información, reclutar agentes encubiertos, espías y conformar grupos dentro de la isla para generar la desestabilización política y económica. Financiaron emisoras, vuelos ilegales, secuestros, organizaron escapes a Miami, reclutaron deserciones dentro de los profesionales cubanos que tenían misiones en el exterior. Uno de los más abominables actos criminales lo constituye la explosión del buque francés, La Coubre, en el año 1960 el cual dejó un balance de más de cien muertos y 400 heridos. Unas dos semanas después del acto terrorista, el 17 de marzo de 1960, el presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, firmaba el documento titulado "Un programa de acciones encubiertas contra el régimen de Fidel Castro". Otro de los asesinatos múltiples lo constituye la voladura de la aeronave de Cubana de Aviación, en donde perdieron la vida 72 personas, entre ellas la totalidad del equipo nacional juvenil cubano de esgrima que regresaba a la Patria con todas las medallas de oro disputadas en el recién terminado campeonato centroamericano de esa disciplina, a manos del terrorista Posada Carriles quien no ha sido juzgado por estos y otros crímenes. Entre los distintos blancos de la campaña terrorista de más de cinco décadas en contra del pueblo cubano se encuentran: destrucción o sabotaje de objetivos civiles dentro del país; ataques en contra de instalaciones costeras, naves aéreas, mercantes y pesqueras; atentados contra instalaciones y personal cubano en el extranjero, incluidas sedes diplomáticas; intentos de asesinato contra los principales dirigentes de la república; introducción de gérmenes y plagas contra la agricultura y explotación pecuaria; e introducción de cepas de enfermedades contra las personas, incluidos los menores. A consecuencia de esta innoble campaña más de 3 478 cubanas y cubanos han perdido sus vidas y más de 2 099 han sido incapacitados

Estados Unidos (EEUU) mantiene desde el 7 de febrero de 1962 un bloqueo total contra Cuba, que puede ser considerado como el genocidio más largo de la historia, debido a sus políticas dirigidas esencialmente a socavar puntos vitales de la defensa y la economía de la isla caribeña. Es un embargo impuesto, como respuesta a las expropiaciones por parte del nuevo gobierno revolucionario de propiedades de ciudadanos y compañías estadounidenses en la isla tras la Revolución Cubana. Hace 56 años el entonces presidente de los EEUU, John F. Kennedy, mediante la Sección 620a de la Ley de Ayuda Extranjera (de septiembre de 1961), declaró el bloqueo total contra la isla, después de años aplicando este tipo de medidas de manera progresiva. Desde este momento la Revolución Cubana reclama el cese al bloqueo, lucha que es apoyada, en este momento, por la casi totalidad de los países integrantes de la ONU.

Es interesante el comentario del exdiplomático y excoronel cubano García Iturbe, que pese a lo positivo de la restitución de las relaciones en su totalidad, muestra optimismo en que en el momento actual éstas no tienen marcha atrás, pero advierte que "a pesar de los procesos de acercamiento entre ambos países que se vivieron en épocas anteriores, por ejemplo en los tiempos de Henry Kissinger o de Jimmy Carter, "estaban premiados por la hostilidad", explica García Iturbe, notando que la forma en la que se estaban llevando las relaciones con Cuba fueron tachadas por el propio presidente de EE.UU., Barack Obama, de "fracaso". Mientras tanto, el proceso de acercamiento actual escoge otra vía: "quitar un poco de hostilidad […] y a través de la subversión ganar el terreno que no pudieron ganar a través de la hostilidad".

Con este comentario García Iturbe devela la intención del gobierno de Obama de cambiar la estrategia para someter al pueblo cubano a través de la penetración, el colonialismo mental, la imposición de medidas de orden capitalista, la subversión, la desestabilización, es decir, la agenda en curso contra los países insurgentes

Si Obama tiene intensiones serias de reanudar relaciones en base al respeto ¿Por qué no inicia juicio penal a Orlando Bosch y todos aquellos agentes terroristas, que viven o tienen su residencia en territorio norteamericano implicados en asesinatos, acciones terroristas, desestabilización en territorio cubano o a intereses de Cuba en cualquier parte del mundo?. ¿Por qué no anuncia la devolución del Territorio de la Bahía de Guantánamo y la indemnización al pueblo cubano por los efectos en vidas humanos y pérdidas económicas a causa del bloqueo?

Si no fuera así, si de verdad los E.U. tienen intención de cambiar su política agresiva a los países latinoamericanos, incluyendo Cuba, ¿no parece contradictorio que en estos momentos se estén diseñando estrategias militares destinadas a intervenir en países con gobiernos progresistas, tales como Brasil, Bolivia, Ecuador y Venezuela, y en este caso la ratificación del Decreto mediante el cual, el Pte. Obama califica al gobierno de Venezuela como una amenaza a la seguridad de los E.U., insinuando con ello un proceso de intervención en los asuntos internos del país y una amenaza a la seguridad de la nación venezolana? Igualmente, la activación de la 4° Flota, la instalación de bases militares en territorio colombiano y peruano, la activación de un proceso de desestabilización en Chile, Bolivia, Ecuador, las amenazas contra los países caribeños por sus relaciones con el gobierno de Venezuela.

Pareciera que hay una intensión solapada de parte del gobierno de Obama en diseñar una estrategia que permita debilitar la influencia de los gobiernos progresistas de la región con la estrategia de distender las relaciones con el gobierno cubano, en tal sentido el despliegue propagandístico tiene como objetivo mostrar un rostro democrático para ganarse a la población isleña y al resto de los países latinoamericano y mostrar los supuestos errores en cuanto a la percepción acerca de los E.U., y por supuesto, mostrar el error en creer en el socialismo y otros pensamientos contrarios al neoliberalismo.

Allanado el camino de las ideas, del pensamiento socialista, Obama y los sectores económicos y de poder político de los E.U. volverán a declarar con orgullo que los países latinoamericanos constituyen el patio trasero del imperio. Convierten la derrota política infringida por la política de la revolución cubana al aceptar que el embargo fue un error, en una victoria al poder penetrar libremente en territorio cubano, socavar las bases del socialismo, someter a la isla con las ideas neoliberales y demoler el ejemplo histórico de orgullo nacionalista y dignidad revolucionaria, se trata de La caída del muro de La Habana.

Esperemos el gobierno revolucionario cubano tenga diseñadas estrategias efectivas contra el nuevo tipo de invasión a que está amenazado, la invasión y penetración del dólar, de las trasnacionales, del neoliberalismo con nuevo rostro, de las empresas del juego, del vicio, de la ética del plástico y la despersonalización. De no ser así toda la gesta revolucionaria, los esfuerzos del pueblo cubano, las víctimas de la guerra contra el imperio fueron en vano.

Y la lucha de los pueblos del mundo contra el imperio sufrirán una pérdida vital al caer el símbolo de la dignidad de los pueblos del mundo en su lucha contra la explotación y la dominación imperial.

Revolucionarios de pie a vencer. Ni un paso atrás. La lucha sigue.

carrodcas@gmail.com



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Carlos M. Rodríguez C.

Estudió en la UCV. Docente jubilado

 carrodcas@gmail.com

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