Analizando los últimos acontecimientos, desarrollados en Brasil, país importante para la construcción del bloque suramericano, capaz de dirigir sus esfuerzos comunes y sus potencialidades, para aportar a la solución de diversas situaciones que viven los más de 400 millones de habitantes en esta parte del mundo.
Brasil, el gigante sudamericano, con 206 millones de habitantes (la mitad de la población total de América del Sur), integrante del G20 como país con altos niveles de industrialización, además de pertenecer al G8 + 5 y los BRICS, por alcanzar niveles importantes de desarrollo en su economía interna, que la sitúan como nación emergente entre las más importantes de todo el mundo, el peso de Brasil en los bloques organizados en la región: Mercosur, unasur, Celac, es de relevancia e importancia, ya que es líder en América Latina en diversos sectores económicos, tales como lo industrial, agricultura y exportaciones. Todas estas potencialidades y recursos, han sido puestos a la orden de ese pueblo, por parte de una clase social, que llego al poder con la fuerza de los explotados históricos, para ir reduciendo los niveles de desigualdad, que aún persisten en esta gran nación de nuestro continente.
Sin duda, los estados unidos (EEUU) se han planteado retomar el control de lo que han considerado su patio trasero, a partir de la retoma y control de gobiernos con actores claramente consustanciados con los intereses neoliberales, que le garanticen la acumulación histórica de capitales a las elites y burguesías locales, y a su vez la transferencias de riquezas a los grandes centros y corporaciones transnacionales del gran capital mundial.
En ese sentido siguen aplicando la doctrina de los golpes suaves, combinando formas de lucha, legales, pseudo legales, violentas, infiltraciones y acciones encubiertas, que al final, no implique señalamientos directos de la opinión mundial, contra su orden establecido que pueda trastocar su control hegemónico.
Es por ello, que a ningún hombre o mujer habitante de este planeta, le puede quedar duda, de que esta jugada, respaldada en una legalidad como excusa, fue la forma que ubico la burguesía brasilera, y los EEUU, para dar un golpe a la voluntad mayoritaria del pueblo de Brasil.
Por todo lo antes expuesto, estamos seguros, que este plan, que tiene su desarrollo particular en Venezuela, que llego a un punto de su cumplimiento con el asesinato del Comandante Chávez será reforzado en las últimas horas y días, para tratar de coronar su objetivo final: expulsar al combatiente Nicolás de la presidencia de la república.
Afortunadamente Venezuela no es Brasil, ni Honduras, ni Paraguay. Venezuela y su pueblo más combativo y consiente, tiene en su sangre, el gen de los líderes de las gestas libertarias, de los últimos 500 años hasta nuestros días, Venezuela hoy nuevamente se coloca al frente de la resistencia contra el coloniaje de nuevo tipo.
Hoy toma relevancia, haber blindado los poderes públicos, con hombres y mujeres, que nada tienen que ver con los intereses de la oligarquía venezolana y mundial, el CNE, EL TSJ, LA FISCAL GENERAL DE LA REPUBLICA, son los garantes de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y los intereses y derechos de la mayoría que elegimos de manera democrática al presidente Nicolás Maduro. De no ser así, la derecha venezolana y los intereses foráneos que rondan nuestra nación, fueran impulsado situaciones similares a las vistas y vividas de manera dolorosa, en los países antes mencionados.
Nos toca voltear la mirada a Brasil y argentina, evaluar de forma profunda, lo que prosigue, luego de la llegada de la derecha por la vía del voto, o por la vía de golpes de nuevo cuño al poder y dirección de esos gobiernos. Asesinatos selectivos de líderes revolucionarios, retroceso en las conquistas sociales alcanzadas por los pueblos en esos países, persecuciones, y criminalización de las luchas desarrolladas por los partidos de izquierda y movimientos sociales, censura y clandestinidad, y un largo etcétera.
Desde la lucha social y la militancia revolucionaria, desde la clase trabajadora organizada, cerramos filas con el presidente Nicolás Maduro, no cederemos ni un espacio a la derecha, que quiere colocarle nuevamente la mano a la dirección del estado, para borrar de un solo golpe los avances que en estos 17 años, hemos alcanzado en la Patria de Bolívar.