“¡Solo nosotros somos gente, aquí no hay cobardes ni nadie se rinde y esta tierra es nuestra!”
Con el Presidente Chávez conocimos esa exclamación de furia libertaria de quienes enfrentaron la dominación hispana, en una pelea desigual y en consecuencia más digna para los pueblos originarios y más oprobiosa y deshonrosa para los conquistadores españoles.
Un nuevo 12 de octubre reabre las polémicas, muchos venezolanos y venezolanas son indígenas. No lograron en esta parte de américa exterminar los pueblos aborígenes, a diferencia de las islas del Caribe, las selvas tropicales de tierra firme proveyeron protección, defensa, alimento y cobijo, frente a la espada, los arcabuces y las infecciones letales que diezmaron poblaciones enteras, la gripe y otras pestes funcionaron como armas biológicas destructoras de civilizaciones.
Aún a estas alturas, cuando el Vaticano ha reconocido alguno de sus crímenes, la Corona del Reino de España sigue sin pedir disculpas ni ofrecer resarcimientos, no pide perdón ni devuelve nada de lo despojado.
En estos días es pertinente recordar que la gran mayoría de los que aquí habitamos tenemos algo de indio, de africano y de europeo. En una muy hermosa y también muy aguerrida mezcla de genios y de caracteres, de temples y de historias; la verdad es que no somos tantos comparados con otras naciones, pero estamos entre los primeros lugares de lucha y de triunfo en contra de imperios.
Lamentablemente hay en la oposición quienes buscan ayuda y consuelo en nuestros verdugos de ayer y también en los de hoy. Aunque tienen el derecho, no tienen la justificación, ni la nacional ni la histórica. Derivan sin razón ni fuerza buscando apoyos en colonizadores y expoliadores, pretenden que nos den clases de democracia aquellos que sólo entienden este término cuando se trata de que los capitalistas puedan hacer lo que les venga en gana.
No lo lamentamos por los cabecillas de la oposición, pero si por quienes votan por ellos, esperanzados en sus mentiras y estafas, en sus fraudes y traiciones.
Este 12 de octubre los patriotas vinieron a Caracas desde distintas partes del país, con sus arcos y flechas, con sus morrales y sus consignas, desbordando el Paseo Los Próceres, con la alegría del redimido y la fuerza de quien se sabe en el camino correcto.
Nuestra lucha, la lucha de todos y por todos es de largo aliento; seguirán intentando derrotarnos y nosotros seguiremos venciéndolos hasta donde nos de la inteligencia, la fuerza y la pasión.
En conmemoración al día de la Resistencia Indígena, como ayer y como hace siglos, nos unimos al grito de nuestros ancestros: ¡ANA KARINA ROTE, AUNICON PAPAROTO MANTORO ITOTO MANTO!… ¡Solo nosotros somos gente, aquí no hay cobardes ni nadie se rinde y esta tierra es nuestra!
rivero.sppp@gmail.com