Se concretó el diálogo y la negociación como se esperaba. El Vaticano y EEUU presionaron para que Gobierno y Oposición se sentaran en la mesa y le dieran una salida práctica y pacífica a la crisis política acumulada. O mejor dicho, a esta crisis coyuntural provocada por la renuencia del Gobierno a permitir que haya elecciones ahora que es minoría electoral. Los poderes mundiales, sobre todo los más reaccionarios, no podían permitir que Venezuela entrara en una confrontación que pudiera llevarse por delante la estabilidad regional.
El Gobierno "revolucionario" y la Oposición "democrática", valga más que nunca las comillas del caso, finalmente tuvieron que deponer actitudes extremistas y ya se van viendo los resultados: liberaron algunos opositores presos (al parecer no importaban mucho los procesos judiciales) y lo más probable es que la supuesta marcha a Miraflores sea redireccionada hasta algún sector del este de Caracas, así como otros acuerdos que están por verse.
Da risa el discurso "antiimperialista" del Gobierno. Un día acusa a EEUU de planear golpes y guerras económicas por medio de la embajada gringa y gritan a todo gañote que estamos en presencia de los "coletazos" de Obama, y al día siguiente se abrazan con Thomas Shannon, el encargado por parte del Imperio de venir y poner orden. Al menos el Comandante Chávez los mandaba bien largo al carajo y no recibía a funcionarios de segundo nivel. La verdad que no entiendo cómo todavía hay gente que cree en el discurso de independencia y antiimperialismo cuando vemos este tipo de contradicciones fundamentales, y ni hablar de la dependencia que tenemos de las empresas que prestan tecnología a la industria petrolera o la entrega del Arco Minero.
A la oposición también le sale su regaño. El enviado de Washington viene a poner en su sitio a los extremistas que quieren generar una violencia sin sentido. El problema será controlar a sus fanatizados seguidores, los cuales parecieran estar insubordinados y dispuestos a cualquier cosa. Como siempre esperamos que las autoridades cumplan su labor de manera profesional y eviten un choque entre las masas.
El circo continuará con gritos y pataleos de ambos lados. Lo más lamentable es que tengan que venir potencias extranjeras a poner orden en nuestro país. Esto quiere decir que los líderes políticos venezolanos son incapaces de generar soluciones políticas que beneficien al Pueblo todo, ni hablar de soluciones económicas y sociales que puedan sacar al país de la penosa situación en que se encuentra.
davidgarcia2016a@gmail.com
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