A Chávez se le podía acusar de dogmático, de militarista, hasta de padecer cierta egolatría, pero pretender mostrarlo como cobarde, vacilante, miedoso, confundido, inseguro y sometido por las mujeres es patético por decir lo menos.
Chávez no se había establecido aún con la primera mujer con la que tuvo sus tres hijos mayores cuando ya le fue infiel con la última esposa conocida que tuvo, que historia más incongruente ¿no?. Pero claro esta trama sirve para mostrar, a pesar de su incongruencia, a un personaje mujeriego por encima de cualquier cosa.
Bueno es que no es un documental, alegarán los creadores arguyendo que es una serie televisiva y la ficción se hace presente, pero la respuesta no convence y lo que queda claro es el propósito expreso de esta serie no es otro que de desprestigiar al personaje principal de la serie, Hugo Chávez, imponiendo la versión de que Chávez era un mujeriego empedernido y que por una falda era capaz de cualquier cosa.
No hablemos de cómo la serie intenta mostrar el presunto trauma del personaje principal arrastrado desde su infancia por el rechazo de su madre, claro no olvidemos que en este particular los creadores de la serie insistirán en el manido argumento de que la gente prefiere ver estos dramas que una serie más realista. Nadie puede olvidar que Sony es quien ha puesto los dólares y quien paga escoge la música de la fiesta.
Después de ver los primeros capítulos de la serie El Comandante confirmamos que definitivamente no pasará de ser un bodrio televisivo y que esperamos se convierta en el principal referente de lo que no deben hacer los que pretendan mostrar, desde una propuesta televisiva, la historia de un Chávez que sin llegar a ser un Dios, demostró suficientemente condiciones y cualidades humanas que lo hicieron distinguirse de sus contemporáneos y trascender su propio tiempo histórico.
Así como en vida de Chávez se escribieron muchos libros sobre él, en adelante serán muchas las propuestas que desde la pantalla intentarán dar vida al personaje. Quedará para la historia esta propuesta televisiva de Sony que apenas cumple los requisitos mínimos y que no pasará la prueba en el campo del éxito televisivo, de eso no quedan dudas.
Además de la deplorable caricaturización del personaje principal por parte de Andrés Parra en el primer capítulo de la serie, así como el descomunal esfuerzo por mostrar el 4F como un sangriento y cruel golpe de estado, sorprende como el Chávez que estudia en la Academia y que se gradúa, protagonizado por el mismo Parra, a pesar de no estar caricaturizado como en el primer capítulo, no fue adecuadamente maquillado para representar al hombre joven que fue Chávez entonces.
No será tampoco el primer caso en el que una producción televisiva sea un fracaso, ya según hemos sabido en su estreno estuvo pesimamente posicionada en su rating, a pesar de la cobertura dada por medios nacionales e internacionales.
Conclusión: Chávez los derrotó siempre, nunca entendieron por qué y ahora hacen películas mostrando a un hombre cobarde, vacilante, miedoso y confundido, pero que a pesar de ello, durante 21 años marcó de manera definitiva el rumbo de la política de nuestro país y del continente.
