“Todos los pueblos del mundo que han lidiado por la libertad
han exterminado al fin a sus tiranos”.
Simón Bolívar.
La lucha de los Estados Unidos contra el terrorismo está inmersa en la más grande hipocresía que régimen alguno pueda sustentar. Basta con recordar los orígenes de algunos grupos que el gobierno norteamericano hoy combate, para descubrir en ellos la marca Made in USA.
Miami se ha convertido prácticamente en un paraíso para unos cuantos terroristas venezolanos que quieren ir a entrenar en las ciencias y arte de la muerte, para cuando llegue la hora cero y el día D, de la tan anhelada invasión imperialista al suelo venezolano, emulando la fallida invasión de Bahía de cochinos, en Cuba. Recordemos que el gobierno norteamericano armó, entrenó y financió a una gran cantidad de grupos en los tiempos de la guerra fría, estos luego, se convirtieron en sus más fieros enemigos.
No olvidemos a Posadas Carriles, que es el terrorista cubano-venezolano que el gobierno de los Estados Unidos protege y financia en su campaña de terror contra Cuba y Venezuela. Este individuo es un asesino y terrorista confeso que el gobierno de Mr. Bush se empeña en proteger.
¿Como olvidar al criminal sanguinario de Pinochet, que llenó de tumbas a todo Chile?
¿Acaso se puede olvidar el papel que desempeñó la escuela de las Americas, en la zona del canal de Panamá, preparando a los más sanguinarios dictadores y torturadores en toda la historia de América latina?
¿Cuántos terroristas y asesinos fueron entrenados en el seno de las fuerzas armadas latinoamericanas para que reprimieran y asesinaran a los pueblos que reclamaban justicia y libertad?
La política terrorista del Departamento de Estado norteamericano, ha hecho como el Dr. Frankestein. Ha creado sus monstruos y luego estos se le han convertido en sus propios verdugos. Así esta pasando con el estado de Israel que es el más reciente engendro de los imperios ingles y norteamericano, tarde o temprano se convertirá en enemigo a muerte de sus creadores, así como son del resto de la humanidad. Israel con el apoyo de las grandes potencias del mundo ha condenado al pacifico pueblo del Líbano a un exterminio horroroso, por la sola ambición de ampliar sus fronteras y apoderarse del territorio libanés.
¿Quién armó y sigue armando a los paramilitares en Colombia?
¿Que país mantiene una red internacional de secuestradores y de tráfico de prisioneros que traslada de un sitio a otro hasta personas inocentes, para ser torturados y asesinados?
¿Quiénes mantienen una cárcel como la de Guantánamo para vejar prisioneros sin que se les garantice el debido proceso?
En la actualidad el gobierno de Mr. Bush sigue utilizando las técnicas del Dr. Frankestein para seguir creando monstruosos terroristas y mercenarios, que ayuden a mantener el estatus que el imperio quiere imponer en los pueblos que hoy luchan por su liberación, por la integración y contra el neoliberalismo económico salvaje.
Solo una breve mirada a la historia nos recuerda el trato que recibieron los criminales científicos nazis al finalizar la segunda guerra mundial, sobre todo aquellos que habían desarrollado los programas de los cohetes y de los vuelos a reacción, con los cuales casi destruyen a Inglaterra. Fueron recibidos como héroes en los Estados Unidos y contratados por las agencias norteamericanas para desarrollar sus propios programas de vuelos espaciales y de proyectiles de largo alcance, iniciando así en el mundo, la carrera armamentista atómica y bacteriológica que hoy hipócritamente el imperio dice combatir.
¿Quién armó a Israel para que iniciara el genocidio reciente en Palestina y en el Líbano?
Los Estados Unidos de Norteamérica facilitaron aviones y helicópteros de guerra, pilotos, armamento prohibido y tecnología satelital para que el estado nacista de Israel consumara la destrucción de toda la infraestructura civil libanesa que se había convertido en una amenaza para la industria turística e industrial de Israel. Esa fue la verdadera razón para invadir y para destruir a todo un país y a su gente. La suiza del medio oriente, fue arrasada por el estado sionista-neohitleriano, porque la estabilidad política, social y económica del Líbano, era intolerable para los industriales y banqueros israelíes.
El noble pueblo libanés vivió su holocausto y lo soportó con dignidad, derrotando a uno de los ejércitos mas criminalmente armado en todo el mundo. Los israelíes salieron derrotados y los pueblos de Palestina y del Líbano demostraron que la guerra asimétrica es la opción de los pueblos invadidos y oprimidos para enfrentar a las grandes potencias y a los poderosos ejércitos invasores.
¿Cuantos prospectos de dictadores y genocidas se estarán entrenando en las bases de la Florida para atacar a Venezuela?
¿Cuántos terroristas son armados y financiados con dinero de los contribuyentes de los Estados Unidos, para que vengan a desestabilizar a gobiernos legítimamente constituidos por la voluntad popular en toda América latina?
¿Cuánto dinero del narcotráfico y del tráfico ilegal de armas está utilizando la administración Bush para financiar, armar y entrenar a sus futuros y mortales enemigos?
Inevitablemente estos terroristas se convertirán en fieros enemigos de los Estados Unidos y de sus aliados al cumplir su vida útil que el imperio les ha señalado. Al negárseles financiamiento y apoyo táctico, solo les quedara a estos mercenarios, la industria del secuestro y del narcotráfico, todo eso se le devolverá a la sociedad norteamericana como un bumerang. Dice el refrán popular: “Cría cuervos y te sacaran los ojos”
¡El pueblo nunca olvida!