“La religión es el opio de los pueblos” es la frase que suele usarse para hablar sobre los efectos nocivos del fanatismo religioso en la sociedad. Soy de los que creo que el ser humano (hombre y mujer) son seres espirituales cubiertos de materia. Creo firmemente que antes de que cada ser humano antes de entrar a la tierra primero estaba frente a su Creador, quien determinó su existencia terrenal; esto lo afirmo según la Biblia. Sé que no estamos solos en el universo, algo me dice que existen otras civilizaciones más avanzadas que la nuestra que nunca se revelaron contra Dios, civilizaciones que han visitado la tierra y que bajo la experiencia ovni, tratan de comunicarse con la humanidad (esto es tema para otro debate). Reconozco que la fe en Dios y su reinado es vital para cada ser viviente y que él es el Señor de todo lo existente (lo que se ve o no se ve).
Reconozco a Jesucristo como nuestro Salvador personal y social; rechazo la idea capitalista de que Cristo es mío y de nadie más. No, él es el Señor de todos nosotros, una cosa es serle un discípulo fiel y otra darle la espalda. Sé por experiencia muy personal ser un seguidor de Jesucristo, desde los 18 años, hoy tengo 42. Aunque la revolución bolivariana me ha dado un enfoque más completo de la Misión de Cristo en la tierra que lamentablemente la derecha religiosa en la historia desvirtúo a efectos puramente espiritual.
Todo lo anterior lo escribo para diluir cualquier duda de que esté atacando a la Iglesia Evangélica como institución, aunque hasta ahora los correos recibidos de estos artículos publicados me son favorables. Quiero culminar este artículo afirmando algunas cosas sé que no gustará a un lector de fe evangélica o católica, mucho menos Testigo de Jehová y muchos menos de los de la religión judía.
El Imperialismo norteamericano y Europeo hacen uso de la religión como un medio para el control social, la gran excusa para las guerras, como una droga que adormece a la gente. Si usted alguna vez cumpliste el servicio militar recordará lo que voy a decirle. Recuerdo que al momento de la recluta y la primera semana de estadía en el Fuerte Tiuna para la selección y distribución de los nuevos soldados a los batallones, se ve a todo un contigente de muchachos con cabello largo, corto, de moda, melenas. Esa misma semana los raspan a todos y me di cuenta que causa un efecto psicológico impresionante. Hasta el más macho asume una postura de sumisión inmediata. Los veía a todos vulnerables. De verdad eso fue impresionante. Nunca lo olvide porque yo fui uno de ellos. Claro en el tiempo van sacando las uñas y se comienza a expresar sus personalidades individuales.
La religión tiene un paralelo similar. Cuando las personas llegan a la fe; por ejemplo la evangélica, sicológicamente se hacen tan sumisos a todo, y si caen en una iglesia exageradamente conservadora o fanática las personas hasta pierden su personalidad. Les imponen un adoctrinamiento feroz que en poco tiempo confunden que estar separado para Cristo significa separase de toda relación con el mundo (placeres, diversión, amigos no de la misma fe, costumbres, y de la sociedad en sí) yo, pase por allí, sé lo que escribo.
Se respeta el que las personas renuncien a un estilo de vida de vicios e inmoral, pero es exagerado que los conversos renuncien a su comunidad y entren a una fase de disociación donde se piensa que los intereses del cielo eterno debe estar por encima de los intereses de la sociedad donde viven, duermen, trabajan, estudian, crecen, consumen, etc. Todo eso es entendible, pero aquí es donde la política mal sana y macabra hace su trabajo de una manera muy sutil.
Siempre me pregunté por qué los feligreses que se comprometían a trabajar salarialmente o socialmente en un partido político X, terminaban aislándose de su iglesia. Entendí luego que gran parte de ellos quedan solos, y terminan siendo atrapados por el estilo de vida de las mayorías que los rodea; estilo de vida que son un antivalor aprendido en el adoctrinamiento. (Separados del mundo para Dios).
Eso se denota cuando muchos líderes pastorales viven aislados de su entorno comunal, se desconectan del pueblo y de la gente porque viven inmersos en su cúpula de cristal llamado evangelio. Sé lo que digo porque lo he visto. Esa forma de vida se extiende a gran parte de la feligresía. Lo toman como modelo. La religión se convierte en el centro de la vida de las personas, y así como el zapatero de la calle solo ve en la gente los zapatos a reparar, los religiosos solote en la gente almas que salvar.
No está mal salvar espiritualmente a la gente, es necesario, pero salvar solo su espíritu es lo incorrecto. Hay que lograr su salvación integral; hablemos mejor su liberación. Liberarlos de la ignorancia religiosa (religiones engañosas), liberarlos de la ignorancia cultural, liberarlos de la esclavitud social y explotadora. Liberarlos de los sistemas económicos opresores, liberarlos del colonialismo impuesto por la ultraderecha. Eso es REINO DE DIOS.
La Iglesia institucional; llámese Católica, Evangélica, Adventista, Testigo de Jehová, Mormona y otras de alguna manera se comportan como entes colonizantes. El país puede estar cayéndose en pedazos, o amenazado de una invasión extranjera, y la Iglesia, sea cualquiera, ni pendiente, no interesa, con orar y decretar el bien a los cielos es más que suficiente. Tome como modelo la Iglesia “Pare de Sufrir”, usted los escucha y parece que estuviesen en otro mundo. Promulgan a ultranza un capitalismo feroz; “Dios lo va a prosperar, les va a dar 5 carros, tres casa, abundancia”, “Venga a recibir –por el monto el dinero que no dicen en TV- la Rosa hermosa traída de Israel” (donde gobierna el fascismo puro que acaba de asesinas a más de 5 mil personas y destruir toda una nación con armas de destrucción masiva). Mientras Telesur y el CNN mostraba tomas de destrucción producidas por el ejército Israelí, los de Pare de Sufrir usan los iconos de esa cultura como celestial.
Cuántos pastores, líderes, presidentes de organizaciones evangélicas y de otras confesiones, asumieron posturas contra el genocidio en Palestina y el Líbano. Si no me equivoco, ninguno. Sé que un Apóstol, Raúl Ávila, del Centro Cristiano para las Naciones, ha asumido posturas en contra de este genocidio, como también la politiquería de la rancia oligarquía venezolana. De resto no sé, y estoy muy seguro que no lo harán porque lamentablemente la influencia de lo que se denomina “Dispensacionalismo” (una corriente interpretativa y profética de la historia humana) no les permite tener una interpretación de cara a los intereses del pueblo.
En los Estados Unidos estas corrientes influyen de manera directa en la política del país, más lo que añade la religión judía a punta de comercio, podrán entender como la religión se ha convertido en el arma más poderosa de dominio sobre esa nación. El adoctrinamiento aislante mantiene a una sociedad desmovilizada y atemorizada. Aquí en Venezuela se busca hacer lo mismo; se tiene desmovilizada a los millones de no católicos, aunque muchos están con el Comandante Chávez, como Iglesias en sí, se mantienen fuera del debate público.
Después que la religión desmovilizó a los norteamericanos, los encerró en sus templos, en sus casas y en sus negocios bajo el aura de la comodidad y la prosperidad, capitalismo a ultranza (ocúpate de ti mismo y olvida lo que pasa a tu alrededor). Yo deje de congregarme en la iglesia evangélica porque descubrí que si uno se descuida, termina enjaulado. Es un sistema tan apretado que por un lado te encuentras con Iglesias apocalípticas –No muevas un dedo por un mundo que está condenado por Dios-, o el otro extremo, -Ve y conquista el mundo que Dios te dio-, pero qué significa conquistar el mundo. Me imagino que para la derecha cristiana en Norteamérica es invadir las naciones paganas y convertirlas, después de bombardearlas, con millones de Biblias como suele hacer el hijo del archifamoso evangelista Billy Graham, y para las corrientes de la Prosperidad es alcanzar a punta de fe las mansiones, carros y progreso como si es así nada más; Chávez lo demostró de otra forma SOCIALISMO, no incrementar a la sociedad de nuevos millonarios, pero sí alcanzar una vida digna en justicia y prosperidad a los venezolanos.
La ignorancia cultural, la ignorancia histórica, la vida social superficial y mercantilista y una vida inmersa en una religión deformante y cultural como la protestante mantienen a la población norteamericana esclavizada. Eso explica cómo puede llegar un George W. Bush al poder; el sentido exacto de la democracia no existe, se les ha metido un sistema político económico fascista arropado de religión y no se dan cuenta.
Es por eso que el apóstol Juan bien lo decía en el libro de Apocalipsis (Aún los escogidos serían engañados), el engaño político disfrazado de religión permite que un sistema anticristo (Capitalismo salvaje) esté causando tantas atrocidades en el mundo, con sus genocidios, invasiones, persecuciones, control, desestabilización, robo, pillaje, destrucción de la naturaleza, etc.
Este universo de ciudadanos de cultura evangélica viven bajo la sombra del terror religioso; señalan al Islam (antes fue el comunismo) como los terroristas a vencer, y resulta que ese pueblo a demostrado ser más seguidor de Dios que los mismos cristianos en el Occidente. Me pregunto, ¡Tendrá un cristiano la misma disposición de morir en nombre de Dios y por su nación?. Lo dudo. Mientras te siembran un adoctrinamiento de prosperidad, pensar en tu único bienestar, la vida sacrifical queda para el pasado y los faltos de fe.
El capitalismo cristiano que mantiene atrapada a la sociedad norteamericana los ciega ante el pillaje que sus gobernantes hacen sobre ellos. Pobre nación cuando explote la peor crisis económica de su historia al poner su confianza en el dinero y no en su Dios. Estoy deacuerdo con la prosperidad, lo que no acepto es el individualismo. Viva el socialismo, y que al pueblo norteamericano le llegue pronto su liberación.