Insultante es la agresión imperial

Esta semana el tema que ocupa la atención de la humanidad es el discurso del Presidente Chávez ante la 61 asamblea general de la ONU, con el, se ha establecido una dicotomía esencial entre la consabida hipocresía diplomática tradicional y una diplomacia al servicio de los pueblos y no de los intereses particulares de quienes históricamente han vendido hasta a sus madre, para mantener los privilegios que otorga el imperio y los intereses de las clases dominantes en cada una de sus gobiernos.

En ese sentido, el discurso del comandante estremece, impacta y hasta conmociona, principalmente a aquellos que refugiados en la neutralidad y objetividad, son cómplices de todas las atrocidades cometidas por el primer mundo en nombre de la democracia, justicia y libertad. Llamar a las cosas por su nombre, decirle diablo a quien diablo es, mas que un insulto es la vindicación de la dignidad para las victimas de los desmanes continuamente propinados a los pueblos de Líbano, Irak y Palestina, entre otros cuya lista supera con creces cualquier invasión, sometimiento, genocidio y conquista de los imperio conocido en la historia de la humanidad, es denunciar y demostrar con argumentos irrefutable la atroz conducta del gobierno de George Bush contra los mas elementales derechos humanos, es decir a viva voz, que el verdadero insulto son las violaciones de mujeres en los pueblos del medio oriente, el maltrato a los prisioneros de guerra hacinados en Guantánamo, las cárceles secretas de CIA, las mentiras impuesta por las grandes cadenas de noticias, el arsenal nuclear de Israel, entre otra tantas atrocidades que solo la estupidez es capaz de defender y justificar creyendo que al hacerlo mancilla la digna posición del Presidente Chávez .

Es así como a pocas horas del citado discurso la reacción de los arrastrado al imperio agresor, aun no ha podido desmontar las grandes verdades dichas, la inminente contribución al proceso de reformas de la ONU y, sobre todo, el análisis certero de la situación internacional, cuyo balance es deplorable. Apenas si han llegado a la amenaza con no permitir la entrada de Venezuela al Consejo de Seguridad de la ONU, como si en algún momento el imperio estuvo a favor. Por otra parte, denuncian como una desgracia a los intereses de las naciones que un país como el nuestro llegue al consejo, pues a su juicio mantendría el tono del lenguaje, el cual es dinamita y cuidado, pudiera implosionar las estructuras de un organismo anacrónico como ese que requiere una urgente revolución para garantizar la paz de la humanidad.

"Ayer estuvo el diablo aquí. En este lugar aún huele a azufre", mas que un símil literario para identificar al genocida, ya es fuente de inspiración para el pueblo, siempre sabio, que entiende cual es el verdadero enemigo de la humanidad. Adicionalmente hay que reconocer que después de esas palabras las cosas están claras, o estas con la fuerza suprema de los pueblos en su lucha por la paz y el respeto a la autodeterminación, o estas al lado del imperio y sus malévolos secuaces, a quienes la vida de los pobres se traduce en números estadísticos y nada mas.

angeltortolero@gmail.com


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Ángel Rafael Tortolero Leal

Profesor Investigador Titular en la UNERG, Diplomatico Ex Embajador, Analista Internacional, Miembro del Centro de Estudios Socialistas Jorge Rodríguez. Internacional Bolivariana y Miembro de la Línea de Investigación: Políticas Publicas y Pensamiento Contra Hegemónico. Militante del PSUV

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