Como bien lo expresara el Canciller Jorge Arreaza, el gobierno de los Estados Unidos está al frente del golpe de estado contra el gobierno de Venezuela, presidido por Nicolás Maduro Moros. Pero lo realmente novedoso del hecho no es que el golpe lo dirijan desde el imperio del norte, sino las pruebas irrefragables de que esto es así.
Basta ver las redes sociales y las distintas declaraciones de Donald Trump y de sus subalternos, (Pompeo, Pence, etc.) con relación a los hechos políticos ocurridos el 23E en Venezuela en las horas previas y posteriores a la “autoproclamación” de un diputado opositor que atendiendo a mandatos externos se convirtió en el “presidente interino”, desconociendo absolutamente la Constitución venezolana y todas las normas del Derecho Internacional vigentes y especialmente la soberanía y el derecho de autodeterminación de los pueblos.
Algunos podrán concluir que el gobierno de Trump se equivocó, otros se contentarán diciendo que fue derrotada la estrategia de los imperialistas y sus lacayos, otros afirmarán que la Revolución Bolivariana es tan fuerte que ni siquiera porque Donald Trump se puso frente al golpe de estado fue posible que tuvieran éxito.
A nuestro parecer la afrenta a la que ha sido sometida la Patria de Bolívar es tan grande que a estas horas deberíamos todos los y las patriotas aparecer juntos más allá de todas las diferencias entre quienes nos consideramos genuinos seguidores de los ideales de Bolívar y de los hombre y mujeres que dieron su vida por la independencia de nuestra nación, Chávez entre ellos. En tal sentido cito un párrafo de lo publicado por la camarada Zulika king en Aporrea, que resume con precisión lo que debería ser un clamor nacional en estas horas.
“Pido la cohesión de las filas revolucionarias, más allá de las distintas corrientes de pensamiento o posturas políticas. Se impone en esta hora la unidad de los patriotas, la cohesión de pensamiento y de acción, en este momento crítico histórico donde los destinos de la patria y de nuestra revolución bolivariana se encuentran verdaderamente amenazados en su continuidad. O hay patria para todos o no hay patria para nadie”
Los distintos factores políticos que en algún momento y por diversas circunstancias, que ahora no vienen al caso, han presentado discrepancias con los dirigentes de la revolución, así como los mismos dirigentes revolucionarios, deben entender que está en juego lo más sagrado, la Patria, no es momento de anteponer mezquinos y minúsculos intereses ante esta afrenta tan grande que imperio alguno y sus lacayos hacen a la Patria de Bolívar. Al mundo entero debemos estar dispuestos a enfrentar y a derrotar si pretenden hoyar el suelo sagrado de nuestra Patria. Cojones sobran aquí, gritaría la inconfundible voz del Comandante Chávez.
