La O.E.A. invocó el TIAR en su lucha contra el gobierno de Nicolás Maduro, pero ¿qué es exactamente el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca? ¿Sirve para algo? O, mejor dicho, ¿sirvió para algo alguna vez? El TIAR no es aplicable sin el Consejo de Seguridad de la ONU,
el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) está deslegitimado por la forma como ha sido usado o dejado de usar en el pasado. Pero, aparte de esos antecedentes que lo invalidan, advierte que pretender aplicarlo a Venezuela sería un despropósito que iría en contra de la Carta de las Naciones Unidas.
¿Puede invocarse el TIAR para cambiar el Gobierno de un país que no es miembro ni de ese tratado ni de la Organización de Estados Americanos?
Este tratado de Asistencia Recíproca no es aplicable a Venezuela. Fue firmado el 2 de septiembre de 1947 y Venezuela anunció su retiro del mismo el 2013 y lo consumó en 2015. Además, Venezuela hoy no forma parte de la OEA. Una "sesión de calle" de la Asamblea Nacional no basta para reincorporar a Venezuela al TIAR. Por tratarse de un convenio internacional, el procedimiento es solemne. Necesita formalidades. Entre otras la firma del presidente que la Organización de las Naciones Unidas reconoce (no solo por 60, sino por todos sus más de 190 miembros)
El texto del TIAR condena formalmente la guerra y compromete a los países signatarios a buscar soluciones pacíficas a sus conflictos mutuos. El uso de la fuerza militar es la última medida a tomar. El TIAR es en la actualidad un tratado ineficaz. La invasión de Bahía de Cochinos (1961) y el bloqueo norteamericano a Cuba (1962) lo deslegitimaron. Igual, lo deslegitimó la actitud de EE.UU. ante la Guerra de las Malvinas, en 1982; en este conflicto hubo un contendiente extracontinental: Reino Unido. La mayoría del TIAR votó a favor de Argentina (17 a favor y 4 abstenciones) Washington calificó de agresor a Argentina y prefirió respaldar a su aliado de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que al socio del TIAR. Cuba y las Malvinas no fueron las únicas expresiones de inexistencia del TIAR. En 1975 la mayoría de los países del TIAR solicitaron el fin del bloqueo a Cuba y EE.UU. no cedió. Es más, cuando Estados Unidos en 2001 solicitó el cumplimiento del TIAR, tras el ataque a las Torres Gemelas, México consideró inútil el pedimento y abandonó el tratado. El 2012 Cuba, Bolivia y Ecuador también lo abandonaron y recientemente lo acaba de abandonar Uruguay.
¿La cooperación militar rusa en Venezuela puede ser un motivo para que los Gobiernos afectos a Estados Unidos se consideren amenazados?
No. La amenaza de la cooperación militar estadounidense es peor. El Plan Cóndor coordinado por EE.UU. desde la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en los años 70 y 80 fue cooperación militar con Brasil, Chile, Argentina, Bolivia, Uruguay y Paraguay. Organizó a estos países con el fin de perseguir y asesinar los opositores políticos a las seis feroces dictaduras sudamericanas. El objetivo del plan era instalar nuevas políticas neoliberales y acabar con sus enemigos políticos. Las áreas de cooperación rusa con Venezuela no son solo militares: son agrícolas, científicas, de salud pública, educación, ambientales, sociales, económicas y de defensa. En la actualidad la cooperación internacional responde al desarrollo y complejidad de las relaciones internacionales. Conjuga ayuda militar con apoyo al desarrollo, promoción comercial e intereses políticos y económicos.
Si se acuerda una acción militar conjunta, ¿corresponde intervenir al Consejo de Seguridad de la ONU?
Quienes invocan el TIAR no han tomado en cuenta los artículos 52 y 53 de la Carta de Naciones Unidas, puesto que el TIAR no tiene facultades para tomar medidas si no son elevadas ante el Consejo de Seguridad de la ONU y aprobadas por este. El 52 expresa "No se aplicarán medidas coercitivas en virtud de acuerdos regionales o por organismos regionales sin autorización del Consejo de Seguridad". El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es el organismo encargado de mantener la paz y seguridad en el mundo. Sus resoluciones son obligatorias.
¿La situación interna de Donald Trump aumenta o reduce la posibilidad de una invasión militar a Venezuela?
Por lo menos la difiere y las somete a nuevas condiciones políticas, estratégicas y diplomáticas. Ya no parece seguro el blindaje de la mayoría republicana en el Senado para Trump. Vuelve a plantearse el debate sobre su capacidad y honestidad para ejercer el cargo. Los dichos de Trump durante una conversación con su colega de Ucrania han propiciado la investigación. Se piensa que habría presionado la investigación de un hijo del precandidato presidencial Joe Biden y la Casa Blanca congeló una ayuda de 400 millones de dólares al Gobierno de Kiev. El empecinamiento de Trump en despreciar instituciones y dirigentes internacionales le restan autoridad como mandatario. Aún airoso esta investigación va a influir sobre todos sus actos.
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