¡Quien se robó la verdad que la devuelva! Elliott Abrams es el mensaje. Se equivocó de bola a bola el McLuhan diciendo que el medio es el mensaje, no señor mío, el compañero Elliott es el mensaje. Ese carajo nos acaba de dar la orden de atacar comunicacionalmente a Venezuela e Irán, y allá los compañeros de Irán, pero nosotros aquí tenemos que ponerle fuego al cañón, fuego al cañón, para que respeten nuestra comunicación. Es verdad que hemos hecho de todo. Desde Hollywood hasta Macho Muerto, en Margarita, hemos contado con medios y personajes, actores y actrices, que se han puesto a la orden, nunca gratuitamente, esa vaina siempre nos ha costado un coñazo de dólares, pero todo sea por salir del dictador. Ese ejemplo del gobierno de Venezuela nos puede echar un rolitranco de vaina, y otros países de repente se copian y quieren ser dueños de sus recursos y nos jodímos nosotros, así dijo el compañero Abrams que sí sabe de comunicación porque es su especialidad, ya lo demostró en Nicaragua, donde acabó con todo lo que se le puso por delante, y él sabe cómo es la vaina, y mejor en boca cerrada no entran moscas.
Así que la orden es atacar por todos los medios. Eso sí, asesinando siempre a la verdad, porque todos nosotros sabemos, menos los chavistas, que la primera víctima en una guerra es la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad, y esa ya la asesinamos a mansalva, para que respete, así que lo que viene es lo que nos gusta a nosotros; fake news, pura y sencillamente falsas noticas, para los que no entienden el inglés de Elliott Abrams. La información es poder, y la tenemos nosotros, porque tenemos los medios. Allí está por ejemplo lo que estamos informando sobre los venezolanos que se vienen de Colombia, ese paraíso donde lo único malo es que te quieras quedar, ahora se vienen los venezolanos y no los dejan entrar porque vienen contagiados de coronavirus, y con toda razón no los dejan entrar, porque se vienen por los trochas y les dicen trocheros, pero eso a nosotros nos importa un carajo, informamos que la dictadura no respeta los derechos humanos y allí nos pegamos y no nos saca nadie. Se imaginan si fuera que los colombianos de aquí se van a Colombia y allá el comprador de votos, Iván –esa vieja- Duque no los quiera recibir, allí estarían nuestros medios y nuestros tarifados periodistas calladitos la boca sin necesidad de tapaboca. Así son las vainas con nosotros que nunca fuimos tan sinceros.
No hay que olvidar que todavía los chavistas están viviendo en comunicación lo que llamó el dictador anterior, la falla tectónica. Eso tenemos que aprovecharlo, aunque uno no sabe cómo carajo hacen esos chavistas para descubrirnos todas las fake news que montamos. Siempre esos carajos saben las vainas. Nos tienen vigilados por todas partes, y eso lo sabe también el compañero Elliott Abrams. Una de las cosas que debemos quietarnos de encima son esas caras de tristeza y arrechera al mismo tiempo que siempre tenemos. Hay que ser alegres como esos chavistas que están jodidos y andan cantando y bailando y siempre pareciera que estuvieran en una fiesta, en una feeeeería de laaaaaa alegría.
El papá de Margot vio en un video en la computadora al compañero Abrams dando las líneas para atacar a Venezuela. El embajador Samuel Moncada lo estaba denunciando, pero, a pesar de que lo querían censurar, el compañero Abrams dijo su vaina. "Al ataque comunicacional contra Venzuela", dijo. El hombre se puso de pie y comentó. "Vuelven con el mismo tema mientras se roban todos los reales y el oro. Somos unos descarados" y se fue al cuarto y le metío ese coñazo tan duro a la puerta, que la vecina gritó: "¡Auxilio! Sálvenme de este gran carajo".
-La verdad es que estoy loco.- Me canta Margot.
