Sólo los Imperios reconocen que han fracasado y develan los planes fallidos con desvergüenza, sin ningún tipo de remordimiento, por su prepotencia y seguros de su poder; este es el caso que nos ocupa ahora, al Estados Unidos de Norteamérica, en su propio Senado, hablar sin reparos de la fallida política fracasada contra Venezuela.
Recientemente, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense celebró una audiencia sobre la política de la administración de Donald Trump hacia Venezuela. Al debate fue citado el enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams, quien enfrentó cuestionamientos de varios parlamentarios.
Los senadores, Mitt Romney republicano y Chris Murphy demócrata, afirmaron fuertes críticas a la política del gobierno de Trump hacia Venezuela, denominándola como fracasada y ser una "comedia de errores", un "desastre absoluto", "un estudio de caso en mala práctica de relaciones internacionales".
Las críticas confirman las múltiples y reiteradas denuncias, a vox populi global, sobre los planes de USA para desestabilizar el gobierno bolivariano y revolucionario. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha denunciado reiteradamente la responsabilidad del Gobierno de los Estados Unidos en los intentos desestabilizadores que el sector de la oposición que lidera Juan Guaidó, han venido realizando desde inicios de 2019, y mucho tiempo antes.
Los legisladores gringos detallan en varios pasos su fracaso, los que mencionaremos:
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Reconocieron a Juan Guaidó como presidente, "pensando que impulsaría a los venezolanos (y líderes militares amigos de Maduro) al lado de Guaidó. De hecho, sucedió lo contrario". A su vez, señalaron y razonaron mal que la decisión del gobierno de Trump "al poner a Elliot Abrams a cargo de Venezuela, y al actuar en gran medida solo, Trump ayudó a Maduro a reunir a los militares y gran parte del país contra Estados Unidos y arrojó a Guaidó como un peón estadounidense".
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Buscaron aliados en las fronteras de Venezuela, a saber Colombia y Brasil y como "ayuda" igualmente fracasaron.
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Igualmente los legisladores norteamericanos, reconocieron su participación en el golpe de estado de abril del año pasado, para deponer al Presidente electo Nicolás Maduro y su errática incursión. "Entonces, se volvió realmente vergonzoso. En abril de 2019, intentamos organizar una especie de golpe, pero se convirtió en una debacle. Todos los que nos dijeron que irían con Guaidó se pusieron fríos y el plan fracasó pública y espectacularmente, haciendo que Estados Unidos se viera tonto y débil".
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Han minado los diversos tipos de dialogo de diversos países e instituciones neutrales, para mediar en el conflicto llevado a cabo por USA, como el dialogo en Noruega. "Por ejemplo, John Bolton (ex asesor de Seguridad Nacional) hundió las prometedoras conversaciones de transición dirigidas por Noruega en agosto de 2019 diciendo que ´¡se acabó el tiempo de las negociaciones!´ Luego, en marzo, Pompeo dio a conocer un plan de transición que es una copia al carbón del que matamos".
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Y ahora, cuando se avecinan elecciones parlamentarias, a las que la oposición y Guaidó no aceptan ni participaran, USA reconoce que se ven obligados a avalar a "alguien" que "no controla el gobierno, ni a la fuerza armada, ni siquiera ocupa el cargo".
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Concluyendo con una frase lapidaria, injerencista, y participativa: "¡Esto no lo hacemos en otros países!", reiterando que están acostumbrados a llevar prácticas como las anteriores en países que no son de su agrado y no se someten a sus designios.
Reiteramos que las políticas nefastas, perjudiciales, cínicas y atrevidas de USA hacia Venezuela, continuarán de fracaso en fracaso, ya que somos un país libre, soberano e independiente.
El imperio gringo, viene haciendo estas incursiones por más de 60 años en Cuba, pero deben darse cuenta que ni Cuba ni Venezuela, se doblegaran ni permitirán ser más su patio trasero. La hegemonía se acabó!.
Seguirán sus maniobras siendo vergonzosas e ineptas, con más daño al pueblo venezolano y cubano, que beneficiosas para ellos.