VENEZUELA, vive de la solidaridad, de la ayuda de países amigos en cuanto a medicina y a insumos médicos y la parte alimentaria a la solidaridad, de los campesinos, pescadores y los sectores que producen productos cárnicos en Venezuela, igualmente la industria nacional se mantienen en plena producción con la dificultades del caso. Estos sectores productivos del País no se le han arrodillado a Donald Trump. Son solidarios con el Estado que dirige el Presidente Nicolás Maduros. En mayo de 2017, más de 121 millones de dólares venezolanos fueron bloqueados en Barclays Bank PLC, institución británica que argumentó cumplir con regulaciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros de los Estados Unidos (OFAC); en septiembre de ese mismo año se retuvo un cargamento con más de 300.000 dosis de insulina en un puerto internacional, los medicamentos nunca ingresaron a Venezuela. Miles de pacientes de diabetes se quedaron sin tratamiento y algunos fallecieron. A decenas de atletas se le impidió su participación en competencias internacionales, luego que un banco internacional bloqueara la transferencia de más de 1 millón y medio de dólares, para gastos de boletos y alojamiento. Esta política ilegal que inició en 2015, continúa en la actualidad. No todos los deportistas ni los enfermos renales eran Chavistas para el momento del bloqueo, eran y son venezolanos. Las corporaciones mediáticas al servicio del capital no publican estas noticias que tienen como contenido la agresión al pueblo venezolano.
El robo de la empresa Monómeros ejecutado por el Gobierno de Colombia, dirigido por Iván Duque, significó la reducción de la producción agrícola en un 50%, es decir, de 6.000.000 de hectáreas que producían entre 24 y 30 millones de toneladas de rubros, sólo producirían la mitad. En ese mismo período el sector alimentario también se vio afectado y la distribución de alimentos a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) sufrió retraso de más de un mes, debido al bloqueo de navieros que trasladaban los alimentos al país, posterior a esto, desde Washington el presidente Donald Trump impuso medidas contra este programa social. Esta agresión continua también permitió que "Novo Banco", de Portugal, congelara más de 1.700 millones de dólares de una cuenta del Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela, (Bandes). En mayo de 2020, Fundalatin alertó a la Alta Comisionada de la ONU para los DDHH, Michelle Bachelet, que el bloqueo de EE.UU. impide el ingreso de gasolina al país, lo que afecta a millones de venezolanos y venezolanas que se ven sometidos a pasar horas en largas colas esperando para recargar combustible, aumentando el riesgo de contagio de la COVID-19 y que está impactando la distribución de alimentos y medicamentos, así como el traslado de las personas a los centros de educación, salud y de trabajo.
El bloqueo es una acción inhumana, Pero no sólo se ha impedido el ingreso de combustible, sino el acceso a los aditivos químicos, insumos y repuestos necesarios para el proceso de producción de gasolina, necesaria para movilizar el parque automotor venezolano. La lista de agresiones y atropello es grande simplifico: la ilegalidad de Cit Bank. Pero el acceso a equipos médicos, tratamientos, insumos para el personal médico y material estratégico para la nación, llega sólo vía ayuda humanitaria a través de países como China, India, Rusia, Irán, Cuba y Turquía. La presión y la agresión para generar cambios de Gobiernos en los países que se nieguen a seguir sus reglas de juego. Estas mismas agresiones los estadounidenses también las impusieron sobre Yugoslavia en 1921, contra Grecia en 1925 y contra Cuba desde 1962 hasta la fecha, siendo este último el país con más años de bloqueo por parte de la Casa Blanca. Los productores nacionales no han saboteado el gobierno del Presidente, igualmente podemos hacer esta afirmación con la clase obrera venezolana.
