Parece haberse iniciado el conteo regresivo para el ataque a Irán

Si hacemos un análisis de la prensa internacional en los últimos días podremos darnos cuenta que pareciera haberse iniciado la etapa de preparación de la opinión pública que suele anteceder a toda guerra moderna.

Recordemos que antes de ser invadida Irak fuimos testigos de esta preparación por parte de los principales medios de comunicación que acusaban a Sadan Hussein de tener vinculos con Al-Qaida y de poseer armas de destrucción masiva, situación que hoy sabemos sólo fue un engaño más para generar aceptación de parte de los ciudadanos y justificar el ataque.

Fue justamente en Gran Bretaña donde se develó por primera vez información de inteligencia que confirmaba que todo había sido parte de un montaje y que la información manejada de las armas de destrucción masiva había sido falsa, lo que conllevó al asesinato del informante que se atrevió a destapar el escándalo.

Son precisamente los medios de ese país los que se han mostrados más activos en cuanto al tema de Irán en los últimos días, primero fue el periódico The Mirrow el que publicó una entrevista a varios ex -oficiales de alto rango del ejército norteamericano, quienes advertían a su gobierno de no aventurarse en una guerra contra Irán porque podría conllevar consecuencias desastrosas para su país y el mundo.

Más recientemente, la semana pasada, fue el periódico The Guardian el que publicara que el ataque a Irán estaba programado para primavera, haciendo referencia a una supuesta información de inteligencia a la cual habían tenido acceso.

Primavera podría sonar muy pronto, sin embargo, si hablamos desde el punto de vista de la operatividad militar, las temporadas del año en que resultaría más conveniente atacar, por presentarse las mejores condiciones climáticas en las calurosas tierras del Golfo Pérsico, resultan ser primavera y después de finalizado el verano, es decir, a finales de año. Recordemos que la última invasión a Irak ocurrió en Marzo de 2003 al igual que la 1ra invasión a Irak que ocurrió en Enero de 1991 y la guerra de Afganistán que ocurrió en Octubre de 2001..

Adicionalmente habría que agregar que el 2008 será un año electoral en los Estados Unidos por lo que se estará disputando el control político de ese país entre Demócratas y Republicanos, por lo tanto, un ataque a finales de 2007 significaría un riesgo enorme para los Republicanos en caso de complicarse la guerra y extenderse el conflicto más allá de lo planeado. Recordemos que en el 2006 los Republicanos ya perdieron el control del congreso precisamente frente a la pérdida de popularidad que significó la guerra de Irak, por lo que enfrentar de nuevo una situación similar los pondría prácticamente a las puertas de una derrota que los arrancaría definitivamente del poder, situación que obviamente no querrán repetir, es por esta razón que la tesis del periódico The Guardian no luce del todo descabellada.

A todo este panorama habría que añadir también las recientes declaraciones del Presidente Bush acusando a los iraníes de estar apoyando con armamento a las guerrillas chiítas en Irak, llegando inclusive a presentarse pruebas ante la prensa, por parte de altos oficiales del ejercito norteamericano, que soportan lo anunciado por el presidente. No debe parecer casual que seguidamente a estas declaraciones el presidente ruso Vladimir Putin respondiera acusando a los Estados Unidos de pretender controlar al mundo, lo que pudiera interpretase como un mensaje disuasivo por parte de Rusia de que no permanecerá inerte ante lo que significaría un nuevo ataque a sus intereses en el Medio Oriente.

Es Rusia quien justamente está suministrando de la tecnología nuclear a la república islámica, lo que les esta generando cuantiosos ingresos por el concepto de su venta, al igual que lo genera la venta de armamento que realizan frecuentemente a Irán.

Un ataque contra Irán significaría un duro golpe a la economía rusa que hoy lucha por recuperarse de la crisis económica que atravesó luego de la disolución de la Unión Soviética. Justamente Rusia y China serían las primeras perjudicadas por una operación militar contra Irán y aunque no hayan actuado con suficiente fuerza para evitar el conflicto de Irak, donde también fueron afectados sus intereses, no significa que ahora no estén dispuestos a involucrarse. Perder a Irán significaría para Rusia y China perder para siempre el control de las riquezas del Medio Oriente, en especial las energéticas, fundamentales hoy para el sostenimiento del crecimiento económico de China.

Como lo menciona James Petras en su artículo ¿Quién manda en los EEUU? publicado el pasado 1ro de Febrero:

“En 2006, con el 47% de todos los bonos comercializables del Tesoro usamericano en manos de inversores extranjeros…”

“…una rápida venta de acciones desestabilizaría totalmente los mercados financieros y el sistema económico de USA, así como la economía mundial. No puede descartarse una venta rápida de dólares, de consecuencias catastróficas, si el militarismo sionista-usamericano sigue adelante con su locura, creando condiciones para guerras extensas y prolongadas”.

China y los países ricos del Medio Oriente como Arabia Saudita, Kuwait y los Emiratos Árabes, son justamente los principales inversores extranjeros en los bonos norteamericanos, por lo que los ex - oficiales de los EEUU parecieran estar en lo cierto cuando advierten a su nación de que podrían estar a las puertas de un desastre para su país y el mundo en caso de que decidieran atacar a Irán.

Si observamos el ambiente en Irán también podremos percibir que ellos se están preparando para defenderse de un ataque este mismo año, tal como lo demuestran los juegos de guerra que han venido practicando sus tropas en las costas del Golfo Pérsico en las recientes semanas y el direccionamiento de sus baterías antiaéreas -de fabricación rusa, por cierto- en dirección al Golfo Pérsico.

Existen otras señales que indican que Irán tampoco está dispuesto a cruzarse de brazos ante un eventual ataque. Tal como lo anunciara la agencia de noticias Reuters a mediados de la semana pasada, Irán ya tiene estacionados en el Golfo Pérsico 4 súper tanqueros cargados con 8 millones de barriles de petróleo, en teoría, para almacenar los barriles que les corresponden del último recorte de la OPEP, pero que también podrían servir para ser volados y bloquear de inmediato el tránsito por el Estrecho de Hormuz. Esto concuerda con las declaraciones del Ayatolá Alí Jameini del pasado 8 de febrero confirmando que Irán se encuentra preparado para atacar objetivos occidentales en el mundo entero en caso de ser agredidos.

A este concierto de declaraciones e informaciones de prensa también se les ha unido recientemente el parlamento Europeo, al declarar que ya es indetenible la fabricación de una bomba atómica en Irán y que no serían suficientes acciones económicas en contra de Irán para impedirlo, dejando abierta la posibilidad de acciones militares y en una claro apoyo a la invasión que ya se ha iniciado en su primera etapa en el escenario de guerra paralelo o virtual como solía decir el internacionalista Walter Martínez en su programa Dossier.

Basándonos en la historia militar de los EEUU, sólo faltaría dar inicio a la segunda etapa de la guerra, la generación de un Casus belli, que les permitiría justificar el ataque a Irán como “legítima defensa”, de la misma manera que lo hicieron con el Buque Maine en Cuba para declararle la guerra a España, ó con el buque Lusitania para ingresar a la 1ra Guerra Mundial, o tal vez con Pearl Harbor (2da Guerra mundial), o más recientemente con la declaración del Golfo de Tonkin para involucrase en la Guerra de Vietnam, o peor aún, como ocurrió con las torres gemelas para declararle la guerra a Afganistán e Irak según lo defienden las “teorías conspiradoras”…

..esperamos estar equivocados con nuestras predicciones por el bien de Irán y de la humanidad.


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Ramón Herrera López


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