A través de los últimos cien años, de vida Republicana del pueblo venezolano, ha sido siempre agredida y manipulada, por los Gobiernos de los Estados Unidos, y sus aliados de Gobiernos títeres y arrodillados a los mandatos de la Casa Blanca. Pero la agresión se acentúa, durante el Gobierno del Presidente pigmentario Barack Obama, que declara a Venezuela, como una amenaza a la seguridad nacional de EEUU. Declarar a un país como amenaza a la seguridad nacional es el primer paso para iniciar un régimen de sanciones. El mismo proceso se siguió para países como Irán y Siria El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a su homólogo, Barack Obama, de buscar derrocarlo con estas medidas, Estaba bien claro el Presidente venezolano, de las intenciones del pigmentario Barack Obama, si tienen duda pregúntele al demente Donald Trump.
Barack Obama, representando a la elite imperialista de los Estados Unidos, decidió personalmente cumplir la tarea de derrocar el Gobierno e intervenir Venezuela, para controlarla. Por eso dio ese paso en aquel momento, un mes marzo del año 2015, el presidente Barack Obama, firmo la Orden Ejecutiva 13692, que se apoya en la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales, Ley de Emergencias Nacionales y la Ley de Defensa de Derechos Humanos y la Sociedad Civil de Venezuela, 2014 declara a Venezuela, como una "amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos". 8 de marzo de 2015.
Cuando me fui, Venezuela estaba a punto de colapsar. Nos hubiéramos apoderado de ella, nos hubiéramos quedado con todo ese petróleo, esta declaración del expresidente estadounidense Donald Trump en medio de un mitin de campaña ha provocado un terremoto político en Venezuela, y sus consecuencias pueden ser profundas a la vez que determinantes para el ciclo político y electoral del año 2024. De esta confrontación que tiene como origen una declaración del demente Donald Trump, que representa una confesión por parte de la oposición venezolana, aliada de la Casa Blanca, de traición a la Patria, debemos reconocer que tal oportunidad no fue aprovechado por el Chavismo, a los fines de darle una nueva derrota a la oposición venezolana. En primer lugar, el encuadre semántico de la declaración deja poco espacio para las dudas. Trump confesó que su administración persiguió el colapso de Venezuela, y que el objetivo detrás de esa estrategia era apoderarse de su petróleo, su principal recurso natural y estratégico.
En ese punto la declaración de Trump también fue lapidaria: la precipitación de una crisis económica y social profunda e inédita fue producto de una decisión voluntaria, planificada desde Washington, para llevar a Venezuela al colapso, mediante instrumentos de guerra económica que se centró en el secuestro de cuantiosos activos de la República, en el extranjero, en llevar al piso los ingresos petroleros y en cortar las actividades comerciales y financieras principales del país.
En relación a la confesión por parte de Donald Trump y la oposición Venezuela, de entregar la riqueza petrolera venezolana, a una potencia extranjera como EE.UU. Algunos sectores de oposición han llegado a proponer que quienes aspiren a la Presidencia de la República, mediante elecciones no deberían tener un prontuario que se destaca por la entrega de la soberanía nacional a Estados Unidos. Las medidas que emitió la administración de Donald Trump produjeron un cuadro crítico sobre la economía, la sociedad y la política en Venezuela. Aun esperamos una respuesta del pueblo venezolano, de lo confesado por el demente Donald Trump, El pueblo venezolano, ha sido agredido pero queda pendiente la respuesta que debemos dar.
