A propósito de conmemorarse este 26 de abril, setenta y un años de la matanza de Guernica, en tierras del Pueblo Vasco (operación militar llevada a cabo por la Legión Cóndor a las 16 horas de ese día), con posterioridad, dos grandes hombres de las artes de la época, sintetizaron el horror vivido en ese “instante eterno”.
Mientras el gran pintor español, en su cuadro titulado “Guernica”, expresó la tragedia del Pueblo Vasco, por su parte también, el no menos célebre escritor norteamericano, Ernest Hemingway, en su libro publicado en 1940, y después llevado a la pantalla bajo el título “Por quién Doblan las Campanas”, explayó el drama y la tragedia de la guerra Civil española y de un pueblo destrozado por el fascismo internacional bajo el silencio cómplice de los Estados Unidos, quienes como siempre, en todos los momentos de la historia y cuando se han involucrado en conflictos internacionales, se incorporan a “última hora” y lo hacen fríamente una vez que las partes se han desgastado y fundamentalmente su enemigo estratégico e histórico, el comunismo, ha sido derrotado como ocurrió en España, para dejar en el poder casi por siempre, a un títere que responda a sus designios y geopolítica de dominación.
Fue así, como el dictador, Francisco Franco, se hizo del poder casi eternamente, con el apoyo del eje nazi fascista y el respaldo “indirecto” del para entonces, presidente de los EE.UU., quienes lo mantuvieron por 40 años hasta mediados del siglo XX.
Una vez más, se confirma la estrategia de guerra que como doctrina el gran imperio del norte ha ejecutado en contra de los pueblos del mundo (conocida bajo el nombre de “tierra arrasada”), cuyo eje fundamental es desaparecer en forma total las fuerzas militares y civiles que constituyen la nómina de sus enemigos.
La nueva doctrina militar expresada bajo la tesis de la concepción de “tierra arrasada”, cuya eficiencia la confirmaron en el País Vasco (pues Guernica fue un laboratorio de nuevas tácticas y estrategias de guerra donde se probaron nuevas armas letales de destrucción masiva), que al confirmarse su eficacia la convirtieron en una constante y la hicieron referencia de actuación en otros espacios y continentes del mundo, en contra de aquellos pueblos que se negaron y se niegan a continuar siendo colonias o “patios traseros” para que en ellos, actúen a sus anchas, las corporaciones norteamericanas y sus aliados del capital trasnacional internacional.
No en balde nos atrevemos a señalar que lo que el fascismo internacional concretó en la España heroica del 36; en la Rusia de Lenín; después en Japón y NorCorea; África; más luego en la Europa de la post guerra; seguidamente en Vietnam; Centro América; en Cuba y todo nuestro Continente por allá por los años 50, pasaron a repetir su estratagema en el Chile de Salvador Allende; en la Nicaragua de Sandino; en el Salvador de Farabundo Martí; en el Medio Oriente contra el Pueblo Palestino; en Irak y muy probablemente en breve plazo, en Irán (pese a que especialistas destacan que dicha invasión se pone cuesta arriba pues un “nuevo Vietnam” podría estar naciendo), como consecuencia del genocidio que se comete en contra del pueblo Iraquí; también lo aplicarán como doctrina una vez más, en nuestro Continente, bajo la sombra del Plan Colombia, Plan Patriota y demás versiones negadoras de la soberanía y autodeterminación de nuestros pueblos y naciones.
Pese a que su estrategia fundamental la desviaron hacia Euro Asia en la gestión Clinton; más sin embargo, sostenemos que es inevitable (más temprano que tarde), actúen sobre su retaguardia geográfica, pues no pueden permitirse nos les escapemos en tanto área de influencia.
Internamente la administración Bush tiene “problemas” políticos tanto con “sus adversarios” a nivel del Congreso, como con la opinión pública que ya no pueden controlar a tenor del sesgos mediáticos que hoy reina en ese país.
De allí que mantengamos la tesis según la cual, lo que estaría deteniendo una acción inmediata más directa sobre nosotros vía Plan Colombia o desde las agenda de la OTAN para el Caribe (pues sus títeres y agentes internos no han sido capaces de concretar la tarea desestabilizadora), es que no obstante les disguste el discurso radical del Jefe del Estado y la Revolución, definitivamente aun no nos encontramos tocando intereses vitales (léase también energéticos), del estado corporativo que gobierna tras bastidores en la nación norteamericana; amén que, los hermanos árabes les tienen enredado el papagayo en “Tierra Santa”.
(*) Politólogo e Internacionalista
Magíster en Seguridad y Defensa