La preparación del nuevo golpe de Estado contra el Presidente
Chávez el pregolpe comenzó en diciembre de 2006, cuando el mandatario,
con algo de precipitación, le anunció a RCTV, cinco meses antes, que no le
renovaría la concesión para operar el canal 2.
Ante la inminente desaparición del bastión opositor los factores
tradicionales de poder: gremios profesionales, empresariales y sindicaleros
además de cofradías eclesiásticas, políticas (lo que queda de ellas) y,
sobre todo, mediáticas, pidieron y recibieron lineamientos de los voceros
del gobierno estadounidense, abiertos o encubiertos, tanto allá como acá.
Los gringos recomendaron fórmulas para estimular condiciones que
contribuyeran al desprestigio y eventual salida anticipada del Presidente
Chávez.
La arremetida incluyó factores tales como el desabastecimiento de
artículos de primera necesidad, acaparamiento de alimentos y abandono
deliberado de la producción de diferentes rubros. Se agudizó la tradicional
campaña de rumores: ideologización de la educación y de los párvulos
escolares, restricciones a la propiedad privada, etcétera, etcétera.
Por su parte diversos funcionarios de gobierno contribuyeron a la
siembra del caos mediante las torpezas habituales: pésimos servicios
públicos, falta de pasaportes, desidia ante la delincuencia desatada y
paremos de contar. Buena parte de tales funcionarios son rémoras de la
partidocracia adecopeyana que aún vegetan en el aparato gubernamental,
fomentando la burocracia, la ineficiencia y el saboteo descarado. Tampoco
faltan revolucionarios que completen el descrédito con actos de corrupción
al estilo conchupante.
La campaña se desarrolló a pedir de boca, recurriendo, además, al
apoyo de la Unión Europea y el Senado de Estados Unidos, añadiendo denuncias
patéticas ante la CIDH de la OEA.
Finalmente, al concluir las transmisiones de RCTV, se iniciaron las
acciones de calle con protestas ³pacíficas² que involucran estudiantes,
artistas y periodistas disociados.
Solo falta que Chávez renuncie conmovido por las lágrimas del
elenco dramático que encabeza Franklin Virgüez.
Esperen el próximo capítulo.
augusther@cantv.net