Hay cosas que uno empieza a preguntarse insistentemente, por mas que no quisiera tener que hacerlo, puesto que la vida sin un sueño carece de sentido.
1.- En el programa Aló Presidente del domingo pasado, el presidente Chávez le preguntó en el aire a sus colaboradores si acaso le tenían miedo a la oligarquía. Luego en un indignado desplante -igualmente en el aire, porque las cobardías, las traiciones y otras miserias humanas, parecen no tener nunca nombre y número de cédula- les recalcó: „¡si le tienen miedo a la oligarquía, díganmelo!“...
Presidente –con todo respeto- yo le voy a hacer a usted también una pregunta. ¿Usted no se ha paseado por la hipótesis de que esos colaboradores de los que usted supone que le tienen miedo a la olgarquía, lo que en verdad le tienen es respeto y hasta cariño?.
¿Hasta cuándo vamos a seguir con el cuentico de que toda la oligarquía es „cuartarrepiblicana“?. No Comandante, Oligarquía es Oligarquía y su apellido es mierda, aunque mas de uno sea gobernador, alcalde, gestor del MVR o ministro.
Usted me perdonará, pero cuando regaña como niñitos a sus colaboradores, cada vez tengo mas la sensación de estar oyendo aquel bolero de mi ya lejana juventud:
„Miénteme mas, que me hace tu maldad feliz“
2.- Leo con interés en Aporrea que el Ministro Ramírez acaba de impartir instrucciones para trasladar rápidamente los fondos de PDVSA a un banco suizo. Medida que luce prudente ante la amenaza de congelación de activos que pende sobre nuestra industria petrolera por cortesía de la Exxon-Mobil y el Departamento de Estado o Minsterio de Colonias de Mr. Danger.
Ahora bien, yo no se mucho de esas cosas, pero a primera vista pareciera prudente también empezar a tomar como medio de pago de nuestra factura petrolera, un signo monetario diferente al dolar americano. Otros países como Iran ya lo estan haciendo. Es cierto que una conversión violenta de signo monetario tendría un efecto devastador en todo el sistema financiero del capitalismo global que afectaría a la misma economía venezolana montada hoz sobre un socialismo keynesiano de mercado del siglo XXI (Algo que en mis tiempos sellamaba arr;oz con mango).
Percibo que a la larga, será ineludible tomar una determinación en la que ya otros estan montados, si no queremos acabar ahogados en el fondo del mar con la piedra del dolar amarrada al pescuezo.
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