Cuando el mundo presencia la crisis del Capitalismo y del Imperialismo, la bestia se retuerce de dolor y amenaza al mundo a desaparecer en medio de su agonía. Se acercan los tiempos de las vacas flacas y las próximas guerras serán no solo por petróleo, sino también por el agua y por las fuentes de alimentos.
Petróleo y alimentos, solo son una formula de elementos inseparables solo en la mente enferma de quienes controlan actualmente al Pentágono y al gobierno norteamericano.
El Gobierno norteamericano quiere conducir al mundo a una hambruna de dimensiones sin precedentes, basados en su ambición de controlar las fuentes de energía que por designios de Dios se encuentran en los territorios de los países mal llamados subdesarrollados. Desea el Gobierno de George Bush y de quienes en adelante lo sustituyan llevarnos a un "Apocalipsis" devastador para todos aquellos pueblos más allá de sus fronteras.
La providencia divina ha creado en nuestro continente los mecanismos políticos suficientes y necesarios para liberar a nuestra gente de la inmensa crisis alimentaría que se avecina en el mundo, para eso nació la Revolución Socialista Bolivariana.
Solo nosotros posemos las tierras y las aguas suficientes para salvar al mundo de la hambruna que se le acerca. Solo nosotros, los países latinoamericanos poseemos la capacidad política e ideológica que nos salvará de la irracionalidad de un imperio que quiere tener grandes reservas de energía arrebatándole a la gente la comida de la boca, especialmente a la gente pobre.
Hay que comenzar a sembrar para la vida, hay que aprovechar estos tiempos de vacas gordas que nos ha dado el precio del petróleo, para comenzar a sembrar los campos que garantizaran la soberanía no solo alimentaria de nuestra gente, sino la soberanía territorial, militar, social y cultural. Solo los mecanismos políticos que se vienen construyendo en la América latina nos van a garantizar la liberación de nuestros pueblos.
Esta crisis no va a ser superadas solo con medidas económicas o financiera, porque conocemos que el poder satánico del imperio controla el poder económico y financiero del mundo hasta ahora.
Se han obtenido grandes e importantes batallas contra el poder maléfico del Fondo Monetario Internacional y contra el Banco Mundial, pero no ha llegado la derrota definitiva que solo se hará presente en el mundo cuando triunfe de una vez por todas aquellas políticas de solidaridad impulsadas desde organizaciones como el ALBA. Solo las políticas económicas y solidarias y humanísticas pueden vencer al imperio.
El gobierno norteamericano, las trasnacionales y las economías nórdicas le temen en gran manera a la Revolución Socialista Bolivariana que se está extendiendo por nuestro continente. Solo lo político logrará frenar el deseo asesino y genocida del imperio de arrastrarnos al abismo de su crisis.
Nuestro continente latinoamericano, es la oportunidad mas importante de este mundo para superar los años de las vacas flacas, solo nuestra tierra es capaz de soportar esta crisis alimentaria que se avecina impulsada por la sed insaciable de biocombustibles de los Estados Unidos y las Economías nórdicas, ellos están dispuestos a arrebatar la comida de las bocas de nuestros hijos e hijas para alimentar a la gran maquinaria industrial y militar del "primer Mundo civilizado".
Es hora de garantizar con políticas efectivas de defensa y soberanía nacional los fertilizantes y semillas y toda fuente de alimentos que garantizaran la vida de miles de millones de personas alrededor del mundo. Es hora de guardar los recursos genéticos de animales y plantas que serán la base para salir adelante en esos años de mayor crisis que se nos presentan en los próximos años por obra y gracia del imperio y del resto de los países "desarrollados".
Hay que volcar a nuestras economías a nuevas políticas humanistas y socialistas, porque solo el Socialismo liberará al mundo de la catástrofe que esta al termino de unos pocos años. Hay que impulsar desde Venezuela todas aquellas políticas que han de enfrentar a los sistemas políticos y satánicos impuestos por el imperio que están basados en el consumismo y en la dominación.
Es hora de Construir las bases políticas de la liberación alimentaria de nuestra gente, porque solamente oponiéndonos con fuerza y mística revolucionaria a las intenciones del imperio de hambrear al mundo lo venceremos de manera definitiva. Los próximos mecanismos de dominación serán puestos en práctica desde el hambre y la escasez de alimentos.
Hay que iniciar políticas orientadas a rescatar las verdaderas costumbres alimentarías de nuestra gente. Hay que rescatar los productos tradicionales de nuestra dieta tradicional y originaria y rescataremos con esto una mejor salud para nuestro pueblo y con esto, una verdadera soberanía alimentaria.
Hay que rescatar las tierras ociosas en manos de terratenientes y testaferros, hay que hacer llegar a nuestra gente los alimentos necesarios y la educación y salud, esto solo puede hacerse desde la construcción de políticas necesarias y contundentes que combatan la grave crisis alimentaria creada por las economías nórdicas imperialistas. Hay que vencer el contrabando de extracción de nuestros alimentos de primera necesidad, muchas veces financiado y alentado por sectores económicos y de la oligarquía criolla. Hay que apostarle a la Vida.
La esperanza del mundo esta en nuestra tierra y en nuestra agua, los alimentos necesarios se producirán en el llamado "tercer mundo", pero hay que crear políticas efectivas para que estos alimentos no se transformen en Biocombustibles que alimenten maquinarias y economías de guerra, como producto de la ambición y corrupción de algunos sectores políticos, económicos o empresariales.
Se hace necesario sembrar el petróleo para convertirlo en un recurso verdaderamente renovable.
¡El pueblo nunca olvida!
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