Hay que comenzar necesariamente con la toma de posición del nuevo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Esto tiene una trascendencia de predecibles e impredecibles consecuencias, debido a la gran expectativa generada en todos los pueblos del planeta, incluyendo al mismo territorio norteamericano. Los “errores de Bush”, como el mismo ex presidente reconoce, ocasionaron la instalación de dos confrontaciones bélicas en el Medio Oriente, por las invasiones del ejercito gringo a Irak y Afganistán, sin descartar los ataques que el gobierno sionista israelí hace al pueblo de Palestina, siendo Israel apoyado y armado desde la primera potencia mundial permanentemente sin tener ninguna consideración de las muertes a cientos de palestinos ocasionados por los bombardeos y ataques de los militares a la Franja De Gaza y Cisjordania, lugares donde se concentra esa población. Irán sufrió las amenazas constantes del gobierno republicano, por el desarrollo de la energía nuclear y utilización de esta en diferentes áreas de la medicina y otras de uso pacífico en ese país árabe.
Las relaciones en América Latina y fundamentalmente con Venezuela, Bolivia y Ecuador hasta ahora permanecen muy tensas, debido a las acciones que en contra de nuestros países han protagonizado sectores internos que contaron con la venia del ex presidente Bush. En Venezuela particularmente han recrudecido constantemente los actos de desestabilización y propaganda de descalificación por la mayoría de los medios de comunicación privados en la medida en que el gobierno del presidente Chávez profundiza las políticas de bienestar social y la intervención del Estado para el beneficio y participación de la población venezolana. El gobierno de Bush, fue un enemigo declarado del proceso revolucionario que se desarrolla en la patria venezolana.
Algunas afirmaciones y expresiones del nuevo presidente estadounidense, en principio, dejan espacio para la reflexión y la esperanza de un cambio en las relaciones internacionales y fundamentalmente hacia nuestra América del Sur y el Caribe, cuando se refirió a la eliminación la base militar de Guantánamo en Cuba. Pero no sólo eso, sino que en el discurso central, anuncia la retirada progresiva de Irak, uniendo esta afirmación a lo siguiente “nuestro poder sólo no nos puede proteger, ni nos da derecho a hacer lo que nos plazca” “Estados Unidos debe abrir paso a una nueva era de paz” “no podemos dejarnos llevar por la indiferencia hacia los que sufren fuera de nuestra frontera” “El mundo ha cambiado y nosotros debemos cambiar con el”.
Todas estas palabras de Obama, tienen un ingrediente positivo, que deberían marcar una diferencia notable entre el anterior gobierno y el que acaba de asumir ante la mirada del mundo entero. Pero siempre surgen las distorsiones y entonces hay que tener cuidado con hacernos ilusiones, pues fuera de su discurso, el presidente norteamericano, se expresó en contra de nuestro presidente Chávez, diciendo que “es un obstáculo para el desarrollo de la región”. Por ello, sus referencias y palabras pueden tener el contenido ideológico de oponerse a los cambios que estén situados fuera de los intereses de la primera potencia mundial. Recordemos que estamos frente a una campaña electoral de gran importancia y ejemplo para Latinoamérica. La oposición, esta vez, aparece con más debilidad en sus propuestas y consideraciones. El llamado pacto de Puerto Rico es real y se está poniendo en marcha un plan de violencia fraguado en Estados Unidos y apoyado por el mismo gobierno saliente. ¿Hay humo blanco o se recrudecen los nubarrones oscuros de la intolerancia y las pretensiones imperiales? Parece que huele a petróleo y no precisamente del crudo liviano, sino del pesado y con explosivos de alta peligrosidad. La enmienda puso a correr a la mafia política gringa, el SI va con todo.
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