Anda el presidente de la hermana República de Colombia Álvaro Uribe Vélez por siete (7) países suramericanos haciendo un trabajo diplomático “puerta a puerta” para tratar de justificar la entrega que le hizo de la soberanía de su país a los EE.UU, al Pentágono, la CIA y a los halcones del imperio norteamericano, él junto con su “estilizado canciller pastuso” andan visitando países como Perú, allí no tiene problema con Alan García, son “dos caimanes del mismo pozo”, Bolivia, allí si tuvo problema, Brasil, Paraguay, Argentina, Chile y Uruguay, pero no va a la reunión de Presidentes de UnaSur en Quito, Ecuador a explicar lo inexplicable, a justificar lo injustificable porque no tiene argumentos ni riñones.

El borrego del imperio Álvaro Uribe desgraciadamente para el pueblo colombiano no tiene pudor, vergüenza, ni dignidad, él, junto con la derecha colombiana apátrida pactaron con el imperio desde la administración pasada del genocida y borracho George W. Bush y su nefasta secretaria de Estado Condoleza Rice, su ambición de poder absoluto, dinero fácil e impunidad garantizada le han hecho entregar su “querida” Colombia a los intereses militares del imperio y del Pentágono, son 7 bases militares, por ahora, que estarán posadas en territorio colombiano, con personal gringo, aviones gringos, barcos gringos, armas gringas, tecnología gringa e impunidad gringa, ¿A cambio de qué?, de dólares y el apoyo político, mediático y militar a sus acciones criminales y terroristas, con el negocio de tráfico y lavado de dólares del narcotráfico, el paramilitarismo y las mafias organizadas colombianas, ese es el precio que pagará, la entrega de la soberanía y un salvoconducto de impunidad para los delitos de violación, tortura y muerte que cometan los soldados y contratistas de la muerte gringos.

¿Qué pensará Álvaro? ¿Creerá que los pueblos de Latinoamérica somos indignos igual que él? ¿Pensará que con esa payasada que está haciendo dándoles las manos y mintiéndole a sus homólogos basta y arregla todo?, él sabe que no, pero lo hace como una estrategia mediática asesorada e impuesta por el Departamento de Estado y el Pentágono estadounidense, ellos saben el poder que tiene los medios de comunicación, así lo han hecho por años en el planeta, el último ejemplo; golpe militar/civil en Honduras, es fundamental para volver “una mentira en verdad”, Uribe y sus bases invasoras andan por estos siete países en un show mediático de “justificar lo injustificable”, las 7 bases militare gringas en Colombia son una amenaza real de guerra contra Venezuela, ese es el objetivo de las mismas, no hay otra razón de su permanencia en Colombia, esa cantidad de hombres, armas y tecnología no es para pasar vacaciones unos días los gringos en Colombia, de eso estamos seguros.

Pero me vuelvo a preguntar ¿Cuál es la posición de la OEA?, no la escucho para nada, su Secretario General anda con el “rabo entre las piernas” por la amenaza que le hiciera la Secretaria de Estado Hillary Clinton al dejar ver que los Estados Unidos no le daría el visto bueno y su voto para su reelección en el cargo de Secretario General de ese organismo internacional, el Doctor José Manuel Insulza igual que con el caso del golpe militar de Honduras calla y otorga mansamente por temor al imperio y las consecuencias políticas que eso traiga contra él y su gestión, la OEA está muerta ante la amenaza de las bases militares invasoras en Colombia, la estabilidad y la paz en la región latinoamericana no les preocupa ni les interesa, dice; que la OEA “no puede intervenir si ambos mandatarios no lo piden voluntariamente”, ¿Qué tiene que esperar la OEA para actuar? ¿Una guerra entre países hermanos por culpa de los Estados Unidos?, ¿Igual que con el caso Honduras?, que esperaron que sucediera el golpe militar para medios hacer que hacen, la OEA pareciera que es solo un cascaron vació que una vez, o más bien, nunca funcionó a los interés democráticos de todo sus países integrantes, solamente sirven para los intereses de uno solo los ¡Estados Unidos de Norteamérica!.

Por eso digo…

¡Patria, socialismo o muerte!

¡Venceremos!


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