El narcotraficante colombiano número 82 según los documentos desclasificados de Washington, Álvarito, y el golpista de Honduras, Goriletti, definitivamente por ahora tienen todo cuadrado para salirse con la suya, el primero firmó un “contrato autoritario” para entregar la soberanía colombiana con la instalación de 7 bases militares gringas con el Pentágono, y el segundo por dar un golpe militar a la democracia hondureña con el aval de la secretaria de Estado Hillary Clinton.
El tiempo ha transcurrido y los dos “señores” presidentes, uno elegido por los votos seudo legales del pueblo colombiano y el otro de facto por un golpe militar, ambos han logrado mediáticamente que el continente “acepte” a estos dos presidentes como presidentes legales y justos, la campaña de desinformación que han desplegados los medios de comunicación de la derecha mundial (SIP) los hacen ver como mandatarios que no han violado los derechos civiles, humanos y constitucionales de esos dos pueblos hermanos, o sea el colombiano y el hondureño.
Es patético ver como el narcotraficante con inmunidad presidencial colombiano se ha vacilado a su antojo al pueblo neogranadino, latinoamericano y suramericano, se lo ha vacilado con el caso de la guerrilla y los rehenes secuestrados, con el show de la lapton de Raúl Reyes y sus documentos, con el perdón de los paramilitares de la AUC, con la narcopolítica de su gobierno, con el caso de los Falsos Positivos asesinados por el ejercito y la policía colombiana, la reelección presidencial por chantaje y compra de votos de diputados/as, o la farsa de la gripe presidencial A (H1-N1), y por su puesto el caso mayor relevancia es la entrega de la soberanía colombiana a los gringos por medio de las 7 bases militares en el territorio colombiano.
El pastuso de Álvarito ha logrado por medio de una campaña mediática muy bien lograda y bajo la amenaza de muerte, terror y desaparición física calar en un gran porcentaje del pueblo colombiano, la campaña lo ha “vendido” como el “Buhs bueno colombiano” que salvará a Colombia de los “terroristas malos” de la FARC-EP por medio del despliegue de la violencia con la fuerza militar colombiana, junto con los gringos, las contratistas yanquis y los paramilitares de la autodefensa unida colombiana, o sea el Plan Colombia.
Del Goriletti hondureño igual, el inocente del presidente Zelaya cayó en la trampa que le montó la Clinton al aceptar mansamente la intermediación de “buena voluntad” del títere de Óscar Arias, él creyendo en los “buenos oficios” de la nueva secretaria de Estado norteamericana dijo sí a la propuesta gringa, no sabiendo que estaba firmando su sentencia de muerte para no volver al poder en Honduras, el tiempo ha transcurrido, van 2 meses y medio y el golpista de Micheletti se mantiene en el poder gracias a Hillary y a los halcones del Pentágono.
Es por esto que digo que Uribe y Micheletti se salieron con la suya, el colombiano pondrá las 7 bases militares gringas en Colombia y tendrá una nueva reelección y el golpista de Goriletti hará las elecciones presidenciales de Honduras y el presidente constitucional Manuel Zelaya no volverá al poder.
Por eso digo….
¡Patria, socialismo o muerte!
¡Venceremos!
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