A raíz del titular aparecido en la prensa del vecino país hace tres días según el cual Álvaro Uribe “Reafirma su total determinación de liberar a Colombia del narcoterrorismo”, la reacción inmediata en variados sectores fue la de considerar que el presidente intenta quitarse la vida.
La noticia se regó como cocaína en un campus estadounidense, penetrando hasta en las 7 bases gringas. Asimismo se produjeron reacciones disímiles, desde el pánico puro y simple hasta estallidos de alegría, en regiones que van desde el Caribe hasta el Océano Pacífico en la primera exportadora mundial de cocaína, marihuana y heroína.
Como se sabe, Álvaro Uribe Vélez es un político serio, algunos consideran que quizás es demasiado serio, poco dado a las hipérboles que caracterizan a los tradicionales políticos o gobernantes latinoamericanos.
Por lo general los colombianos y otros observadores saben que cuando el Presidente Uribe ofrece algo lo cumple sea como sea. Así ocurrió con el rescate de Ingrid Betancourt, quien iba a ser entregada por los guerrilleros de las FARC tras una laboriosa negociación, hasta que Uribe decidió robársela para impedir que los secuestradores se salieran con la suya. Pocos recordaban que el mandatario había dicho que la liberaría sin negociaciones.
La “Total determinación de acabar con el narcoterrorismo” se considera como una sentencia de muerte para todos los implicados en la siniestra actividad. Lamentablemente Álvaro Uribe figuraba en el puesto número 72 entre las personas vinculadas a dicho asunto en Colombia, tal como lo señala una lista o “ranking” de la DEA de hace pocos años. Actualmente se supone que el mandatario colombiano está mejor ranqueado debido a las importantes conexiones de que dispone.
Este detalle gravita como una sentencia de muerte sobre Álvaro Uribe, a menos que retire la terrible amenaza, que además supone una verdadera hecatombe en su país.
Aunque es distinto, el Presidente Chávez prometió solemnemente acabar con la pobreza en Venezuela antes de 10 años. El problema es que para Chávez ser rico es malo, de modo que acá también hay mucha gente que anda confundida.
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