Aclaratoria: cuando se habla de Venezuela, se habla de toda la población y todo lo que esté implicado en su conformación como un todo. Este comentario va, como información hacia unas personas, que creen que cuando se ataca desde Colombia o de Estados Unidos a Venezuela, solo se ataca a Chávez y al pueblo mayoritario que lo apoyamos. Sin detenerse a pensar que lo que suceda aquí los afectará a ellos también, no importando su disociación afectiva y su desprecio hacia si mismos o su cultura y esencia nacional.
La confrontación del gobierno narcoterrorista de Álvaro Uribe - como peón mandadero del verdadero interesado en una guerra contra Venezuela - Estados Unidos, ha entrado en la etapa de ataque frontal con elementos irregulares. Esos elementos son los llamados narco paramilitares colombianos creados y alimentados por el actual presidente de Colombia.
Desde hace poco tiempo (2 años aproximadamente), la penetración de esas fuerzas invasoras en territorio venezolano. Se aceleró y apuró, para ocupar espacios claves dentro del territorio nacional. Desde barriadas, pueblos y urbanizaciones; cualquier zona popular es cercada por puntos estratégicos o células paramilitares, que servirán de freno a las reacciones del pueblo a la hora de responder a las agresiones mayores por parte de los países primeramente mencionados. Es decir: es una guerra que ya está produciendo victimas dentro del pueblo Venezolano. Como parte de esa guerra, que aunque no declarada, es abierta y pública; los centros de poder del gobierno colombiano hacen su papel desde los medios de comunicación, siguiendo el libreto impuesto desde Washington y el aparataje de inteligencia yanqui. Así, encontramos a sus ministros haciendo declaraciones abiertamente provocadoras y ofensivas en contra del pueblo y el gobierno Venezolano. Haciendo el papel del pendejo delante de un espejo, para reflejar hacia nuestra nación, los vicios y depravaciones, que hoy consumen a Colombia, tales como la producción, distribución y trafico de narcóticos hacia el mayor consumidor mundial de esas sustancias diabólicas EEUU. Pero auto engañándose profiriendo que es Venezuela la que realiza tal acción.
Todo tiene su porque; es una estrategia para mermar la resistencia interna del país al avance de los intereses de dominación de las elites sionistas asesinas, gobernantes en el imperio. Es tratar de quebrar la solidaridad gobierno – pueblo, pueblo- gobierno, existente hoy en Venezuela. La meta final: tomar nuevamente posesión de las riquezas del territorio venezolano. Para eso están siendo apoyados por los oscuros intereses de la oligarquía maldita y traidora de Colombia.
La nueva fase es la de intentar provocar fricciones armadas directas entre los ejércitos de Colombia y Venezuela. Si detallan, los informes de inteligencia, denotan el desplazamiento gradual y permanente, de contingentes del ejército colombiano hacia la frontera de nuestra nación. A esto sumamos las incursiones de agentes de inteligencia Colombianos dentro de nuestro territorio, en labores de espionaje, buscando información estratégica de instalaciones militares, organización popular - militar etc. La creciente dotación de armas para la guerra convencional, que los gobiernos Norteamericano e Israelí, le proporcionan aceleradamente, el aumento de las tropas activas, que están siendo financiadas directamente por los países antes mencionados y que brindan entrenamiento permanente en tácticas de guerra, regular e irregular; apoyados por sistemas satelitales de información y logística, donde hasta el gobierno británico y el holandés están implicados, amen del apoyo de las bases militares con sofisticados aparatos de ultima tecnología para la guerra informática y electrónica. Lo que habla claramente de lo que se pretende. Se entiende la táctica del gobierno nacional, en no caer en el juego del enemigo. Es necesario atrasar lo más posible la confrontación directa definitiva, y fortalecernos defensivamente. Lo que implica la adquisición de nuevos sistemas de armamentos, adiestramiento del personal necesario para su operación y preparación de la población o milicia popular en las estrategias de defensa del territorio.
Si somos capaces de hacer un solo bloque defensivo nacional, disuadiremos al enemigo. Si no, cuenten con una guerra. También es necesario neutralizar al enemigo interno. Un enemigo que recibe dinero desde el norte, y que está vendiendo su condición de venezolano y humana. Ese cobarde enemigo, puede hacer que se ocasione daño al pueblo, lo que implica tenerlo ubicado y neutralizarlo a las primeras de cambio. Es más, creo que ya es momento de aplicarle las leyes a esos traidores desvergonzados y mercantilistas de muerte. ¡TIEMPO DE DESALAMBRAR!
javiermonagasmaita@yahoo.es