¡Ahí lo tienen! Parece una tragicomedia. La derecha política viene de quejarse de que los EEUU han mantenido en el abandono a su “patio trasero” ─¡así piensa ella, incapaz de soberanía!─, mientras las fuerzas enemigas hacen estragos sobre sus intereses y crecen, es decir, mientras los pobres organizan su hambre y claman por un nuevo modelo político de vida. ¡Dios, qué descuido!
Y la izquierda ─¿qué ha venido pensando la izquierda?─ viene de quejarse de que el mundo se había olvidado de ella y de cualquier otro alto ideal por la especie humana, presuntamente abismada en el quiebre ideológico que proclamó Fukuyama cuando sentenció el fin de la historia y, en consecuencia, la plenipotencialidad del modelo único en el mundo, al grado tal que muchas “izquierditas” vivieron de la esperanza de que los EEUU desapareciesen por obra mágica algún día o que, rebosantes de comprensión humanista, se retirasen de los planos de poder para darle chance a ellas de ejercer sus incomprensible cartillas sin prácticos fundamentos de pueblo (ya sabemos: se les ha criticado un excesivo teorizar). Es decir, parecían soñar con acceder al poder de modo fortuito, mediante limosna ideológica o través de la conquista del poder sin fundarse en el apoyo cívico-militar, que es lo que manda la historia.
Unos preocupados por las desatenciones de los EEUU y otros por el olvido del mundo, reducidos los últimos a una especie de arropaje transcultural (las izquierdas existían como adornos de diversidad política de la “democracia”). Unos pidiendo más apoyo imperial para ellos seguir fungiendo como virreyes explotadores de pueblos y otros lanzando sus clamores de protesta al aire mundial. Pues, mal, “EEUU” versus “mundo” pareció ser una idea acariciada por la potencia altanera desde hace muchas décadas. Hollywood es su sudadero onírico (no lo digo quien escribe).
Lo demostraron con Irak cuando, contra la opinión mundial, lo invadieron; cuando hicieron de la ONU un cadáver institucional y pisotearon sus resoluciones, y desde que en todo momento la necesidad de mantener sus altos costes de vida los llevan a buscar bronca a diestro y siniestro dentro del sistema solar. ¿Tenía algún sentido clamar por la conciencia internacional, por la “presión” mundial, para contener al ogro, siendo que el ogro se figuraba el mundo mismo o por encima de él, y siendo que el resto de la humanidad parecía cruzarse de brazos? Por aquí la historia le labró el camino de fracaso a tanta gesta revolucionaria: mucha esperanza sin lucha, y mucha lucha sin pueblo, para no ahondar en detalles.
El liberalismo político es una doctrina de triunfo hasta la historia de hoy, si vamos al caso que gana quien se impone sobre otro, independientemente de su condición moral. Como no siempre gana el “bueno”, tampoco pierde el “malo”. Mucho se dice que si los nazis hubieran establecido su imperio de los mil años, otra hubiera sido la historia; y está el clisé, además, de que quien gana escribe la historia.
La derecha política, con su viejo resuello de ansiedad imperial, ha marcado la pauta en el mundo, y no es difícil conocer de sus razones: individualismo como religión, egoísmo a ultranza, neoliberalismo a millón. El egoísmo es una mala hierba natural que no necesita cultivo, y conocidos son sus frutos: supervivencia del más fuerte o con más ventajas (hoy darvinismo social), explotación del más débil o dotado, poder de uno. Gánate el pan si quieres vivir, progresa en la escala social combatiendo contra otros y sé alguien en la vida. Lógico y fácil pensamiento que saca del camino ─gustosamente─ a quien no lo comparta. No requiere gasto energético ni intelectual para su asimilación o comprensión: sencillamente mueres de no comulgar con ello.
El trabajo arduo de una izquierda, por su lado, es la educación y concienciación de las masas, bajo el enfoque altruista, nada natural, por cierto. El hombre nace con su gen egoísta para asegurar la pervivencia de la especie, en el contexto de un ambiente hostil y de competencia; pero el mismo debiera ser no tanto suprimido como aplacado, sobre la base de que la especie humana ya logró su preeminencia y permanencia en su ambiente, y sobre la consideración de que es el mismo egoísmo quien amenaza con arruinar el mundo. Vía humanismo e intelectualidad el hombre debiera no ser un animal de derecha sino un ser altruista y de sociedad, es decir, de izquierda, en su concresión socialista. Pero ─se sabe─ la animalista pulsión es el abono triunfal de la doctrina neoliberal que sujeta al mundo. Gana el facilismo emocional al trabajo intelectual de contenerlo.
Dura lucha supone enseñar lo que no parece de simple brote en la especie ─el altruismo─ y se presenta al intelecto como una asimilación de mayor elaboración. Tal es el jueguito del facilismo liberal, que disfraza con altura progresista un modelo de vida pulsional animal y combate como antinatural lo que requiere asimilación y pensamiento. Socialismo es cultivo de una conciencia altruista, su forja en un nuevo gen principal, mutación, si se quiere, aplacamiento pulsional de innecesarias fuerzas egoístas. Humanismo y humanitarismo. Cooperativismo, comunitarismo. No es idealismo, como se le critica, es lucha, con frutos de conciencia. Es un nuevo hombre, como lo ha proclamado la tradición.
Por supuesto, el intelecto elabora y se apoya en la realidad, y acude a la fuerza cuando el animal se desata y hay que enfrentarlo con violencia, sobremanera cuando amenaza los logros de un sistema político realmente centrado en el hombre. Decía Mao que el poder político nace del cañón de los fusiles, pero ha sido una experiencia histórica que se ha comprendido una vez que el ensayo político ha acumulado progresos que valora defender con la propia vida. La mayoría de las revoluciones tienen el sello de la caótica y espontánea necesidad; suceden y luego se les planifica su defensa, y hasta se teoriza.
En fin, después de tan ligero contraste entre una posición política y otra, vuelvo al principio con la pregunta: ¿querían más atención los unos y más dosis de conciencia mundial los otros? Es decir, ¿quería la derecha política más apoyo expreso de los EEUU para atornillar sus virreinatos y más repudio internacional la izquierda para aflorar y proponer los dones de su modelo político, sobre la decadencia del otro?
Pues, bien, la tienen. ¡Allí están siete bases militares más de presencia norteamericana en los contornos de Venezuela, llave de paso al continente! ¡Y siete vacíos de la opinión mundial, de la ONU, de las relaciones internacionales, de la “presión mundial”! Respuesta para los unos y los otros.
Se verá en breve, cuando invadir sea inminente, cómo el primer lote correrá (su dirigencia), temeroso de perder la autonomía explotacional de su feudo: ansía que lo dejen a sus anchas sobre su “patria” y que no más le saquen al “dictador” Hugo Chávez del camino, en el caso de Venezuela, para él ─el lote─ seguir fungiendo como obediente satélite imperial. Podría no ser muy buen negocio el tener que compartir tan íntimamente la “soberanía” mercantil de los negocios ─es el primer pensamiento─. Gringos caminando alegremente por las calles, violando impunemente mujeres y adosándose siempre la mayor tajada de los “hallazgos” comerciales, podría figurar una situación que ni siquiera una derecha política con cierta dignidad estaría en condición de soportar (con todo lo monárquico que comporta el concepto “derecha”, comporta también, de modo histórico y originario, una relativa autonomía y rebeldía). La historia de la guerra de los EEUU está llena de capítulos de aliados que se les han “volteado” finalmente.
Para la izquierda política el asunto es más lamentable. Más allá de tolerar o no mayor o menor presencia imperial, el hallazgo decepcionante estriba en el descubrimiento de que no hay mundo, no hay presión internacional, no hay opinión mundial, ONU o derecho internacional, como plañideramente se figuraron muchos brotes de insurrección en el continente, todos dejados a solas con su destino, abandonados a la intemperie imperial. Hay la soledad ideológica, la confinación mediática, la solapada maquinación, la conspiración perpetua, la traición, y la cuantitativa certeza del apoyo de unas cuantas dignidades en el mundo, sin duda de gran peso por lo singular; hay, en fin, la soledad humana, la certeza de un destino de lucha por la supervivencia. ¡Y valgan aquí ─aquí sí─ las loas de reactivación del susodicho gen egoísta, ya ante una amenaza de muerte de la especie!
Clamar por el mundo y descubrir que no hay alma, tiene que tener por respuesta una apabullante capacidad de percepción de la realidad, espoleada por la idea de que se vive en medio de una guerra, como ha sido el perfil que se le ha dado a la humanidad. Pero no hay mundo, hay esto (y va con las izquierditas ingenuas), como dramático silogismo del hecho real de las bases militares instaladas en tierra colombiana:
* “el mundo está mucho más cerca de quedarse sin petróleo de lo que se reconoce en los cálculos oficiales” (1).
* EEUU es el país industrializado de mayor consumo energético en el mundo, y de mayor dependencia petrolera
* Sus reservas de petróleo, de usarlas, cubrirían para dos años; es decir, tiene 16 mil millones de barriles en reservas y consume 7.300 millones al año (2).
* El desempleo en su población económicamente activa marca ya el 10%, a saber, unos 14 millones de ciudadanos (3).
* “datos gubernamentales indican que casi 50 millones de estadounidenses (incluido el 25% de los niños) tuvieron dificultades para obtener lo suficiente para comer el año pasado” (4).
* Se comprende que el sistema de vida neoliberal es un fiasco humano, y fiasco humano hasta el fanatismo y la aniquilación. Saber, por ejemplo, que con la mitad de los recursos inyectados a los bancos es posible paliar el problema del hambre en el mundo, es una monstruosidad que no tiene nombre cuando no concita ni acción ni conciencia.
* Venezuela es el país con mayores reservas de gas después de los mismos EEUU.
* Venezuela es el yacimiento de petróleo más grande del mundo: 314 mil millones de barriles en reservas, superiores a las de Arabia Saudita (5).
* EEUU instala seis bases militares en las adyacencias de Venezuela, para alcanzar el tope de 872 bases distribuidas en 46 países del mundo (6).
* Una de ellas, la de Palanquero, cumple con todos los recaudos para suponerla prácticamente como la puerta de acceso estadounidense no sólo para Venezuela, sino para el continente.
Ante el hecho de que parece haber un sobremundo imperial para las derechas políticas, aun con su defectos críticos modélicos del presente, y de que hay la percepción de no existencia de mundo para las izquierdas (en el sentido de la discusión, y con el permiso del plural), sería básicamente recomendable preguntar ¿qué viene?
Notas:
(1) “Informante: Nivel de petróleo está más cerca de disminuir de lo que indican las previsiones de la AIE” [en línea]. En Democracy Now! – 10 nov 2.009. - [Pantalla 8]. - http://www.democracynow.org/es/2009/11/10/titulares. - [Consulta: 19 nov 2.009].
(2) “EEUU rodea militarmente a Venezuela debido a sus reservas petroleras” [en línea]. En Agencia Bolivariana de Noticias. – 19 oct 2.009. - [Pantalla primera]. - http://www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=203518&lee=3. - [Consulta: 19 nov 2.009]
(3) Marcelo Justo: “Las crisis invisibles” [en línea]. En Diario Gramma. – 18 sept 2.009. - [2º pantalla]. - http://www.granma.cubaweb.cu/2009/09/18/interna/artic03.html. - [Consulta: 19 nov 2.009].
(4) “Informe del gobierno: 25% de los niños estadounidenses pasaron hambre el año pasado” [en línea]. En Democracy Now! – 17 nov 2.009. - [2º pantalla]. - http://www.democracynow.org/es/2009/11/17/titulares. - [Consulta: 19 nov 2.009].
(5) “Venezuela avanza hacia el primer lugar en el planeta de reservas probadas de petróleo” [en línea]. En Aporrea.org [Tomado de Agencia Bolivariana de Noticias]. – 13 ago 2.009. - [1º pantalla]. - http://www.aporrea.org/energia/n140492.html. - [Consulta: 19 nov 2.009].
(6) Alfredo Jalife Rahme: “Las 886 bases de EU en 40 países [más siete de Colombia]” [en línea]. En Aporrea.org. – 9 ago 2.009. - [3º pantalla]. - http://www.aporrea.org/internacionales/a84113.html. - [Consulta: 19 nov 2.009].
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