No debemos caer en la nada recomendable posición de pensar en dar una respuesta militar al imperio por parte de nuestras fuerzas armadas y del pueblo venezolano, amen que los distintos llamados que se hagan en este sentido no ayudaran en nada a estas alturas, pues esto no es una cuestión de ideologías sino de amor patrio. A estas alturas del juego la decisión de luchar hasta morir por su patria (Nuestra América), no es una cosa que se le pueda enseñar a quien no lo haya sentido o pensado antes, sea del color político que sea. De la misma manera no es posible el tratar de convencer a estas alturas a quien hasta ahora duda de la agresión militar en ciernes contra Venezuela, ¿acaso alguien necesita mas pruebas de lo que son capaces de hacer por los recursos y principalmente el petróleo? La muerte de ciudadanos norteamericanos en su propio país luego de la destrucción de las torres gemelas es la mejor muestra de lo barbárico del cinismo asumido por el imperio, para justificar la obtención por cualquier medio de las riquezas de este planeta, este macabro plan elaborado por los recursos del planeta choco de frente con la muralla inquebrantable de la revolución PACIFICA venezolana, que resulto ser justamente por esta característica, mas poderosa que todas las armas que poseen, y eso lo saben ellos, no en vano han sido derrotados en elecciones pacificas, como pacifica fue la respuesta al golpe de abril y con una respuesta también pacifica ante el paro petrolero los volvimos a vencer; es por eso necesario ahora para el imperio llevarnos al terreno de la guerra, por lo tanto necesario es evitarla a toda costa, dado lo inminente de esta agresión que se deduce al observar la puesta a punto de todos los factores necesarios para el ataque a Venezuela, que debería a mi juicio, recibir una respuesta mas enérgica de los países llamados amigos y muy especialmente de los países de la UNASUR .
Un pronunciamiento del bloque específicamente realizado para tal fin, debería en la práctica frenar (de manera URGENTE) la posibilidad de esta agresión. Sin el apoyo real (militar) de los países del bloque regional y especialmente de Brasil y Argentina o solamente con el apoyo de los países del ALBA para enfrentarse militarmente al imperio, no seria menos que un suicidio, heroico y todo, pero suicidio al fin.
Las innumerables muestras de solidaridad por parte de la revolución venezolana para con nuestros compatriotas del sur, realizadas sin esperar nada a cambio, es algo que solamente es comprensible cuando colocamos ante esta realidad histórica el grado de conciencia del pueblo venezolano que sabe de manera natural, lo necesaria de esta actitud para continuar el trabajo que la providencia legó a este pedazo de tierra. La fuerza moral de nuestras acciones nos da el derecho de exigir de nuestros hermanos del sur una respuesta más enérgica para evitar una masacre de dimensiones incalculables.
Otra posibilidad de frenar esta agresión es la propuesta de una reforma constitucional para permitir la entrada a nuestro país de fuerza extranjeras aliadas que equilibren las fuerzas y eviten disuasivamente esta agresión. Solo hecho de plantear esta posibilidad arruinaría toda la estrategia planteada por nuestro poderoso enemigo, quien sabe que nuestra legislación nos ata de manos en este sentido y se aprovecha de esta situación. Si bien esta propuesta es contraria al espíritu de nuestra revolución, es más importante en este momento coyuntural evitar esta agresión a toda costa y esta posibilidad vista en esta perspectiva no es nada descartable.
NO A LA GUERRA, AL ODIO Y A LA MUERTE
SI A PAZ, AL AMOR Y A LA VIDA
Y VOLVEREMOS A VENCER…ES NUESTRO DESTINO
Antoniojaen216@hotmail.com
*Estudiante Estudios Jurídicos UBV