¿Falla o sabotaje eléctrico?

(VIDEOS) Como se vivió durante el mega apagón

Mega apagón en Venezuela

Mega apagón en Venezuela

Credito: aporrea tvi

Hoy Venezuela amaneció con casi todo el servicio de electricidad restituido, después de 60 horas sin luz con breves períodos con el servicio restablecido, en forma itinerante por todo el país. Desde el día jueves 7, a las 16:58, el país sufrió el apagón más grande en su historia y tal vez uno de los más grandes del mundo en la época post industrial. Más del 70 % del mapa nacional sufrió lo que se ha calificado a través de las redes como el "mega apagón". A Caracas, la gran urbe, que hasta ahora se había librado de la pesadilla de los "black out" como se dice en inglés, la alcanzó la debacle de estar sin luz, sin comunicación, aislados del resto del país y del mundo, desolada en la penumbra, como un punto oscuro del planeta, según se dejaba ver por las imágenes satelitales.

Jueves 7, día 1: del mega apagón, la mayoría de los trabajadores y estudiantes regresaban a sus casas, vía metro, cuando se interrumpió el servicio y fueron obligados a desalojar los vagones y salir de las instalaciones de este transporte masivo. Por las calles comenzaron a verse ríos humanos que desesperados buscaban la forma de retornar a sus hogares, caminando, pidiendo cola, abarrotando las camionetas y metrobuses sin saber aún la magnitud del problema que se avecinaba. Por otra parte, estaban los que salieron a buscar los víveres para la familia y de repente se encontraron sin poder adquirir nada porque los puntos de venta sin corriente eléctrica no funcionan. De pronto la ciudad ruidosa se asemejó a las ciudades gringas o europeas, embargada de silencio, aún los habitantes de la zona metropolitana esperaban el regreso de la luz, no presagiaban lo que se les venía encima, una situación de alcances apocalípticos para una sociedad que no está preparada para este tipo de emergencias.

Caracas una ciudad vertical, donde la mayoría vive en edificios con ascensores y se sirve de tanques de agua con bombas eléctricas, quedó paralizada, en medio de la oscuridad. La noche se hizo interminable, de pronto comenzó la búsqueda frenética de radios viejos guardados en cajas olvidadas, pilas, velas llenas de patina, linternas y en la medida que pasaba el tiempo de algún pasatiempo que los ocupara, sin saber que hacer con tanto tiempo sin computadora, sin internet, sin celulares (descargados), sin televisor, sin transporte, sin teléfono local; de pronto el modernismo abandonaba a su suerte a la Sultana, que retornaba a la radio, a la luz de las velas. Fue una noche larga, sin ladridos de perros, ni luna, la mayoría obligados a dormir temprano, dispuestos en sus camas pensando, cavilando con el taladro de la angustia y la incertidumbre. Las primeras noticias radiales llegaron a través del ministro para la Comunicación y la Información Jorge Rodríguez quien informó al país, que Venezuela estaba siendo víctima de una agresión cibernética contra el Sistema de Control Automatizado de Regulación y señaló al senador  estadounidense Marco Rubio de estar detrás del apagón y anunciaba el restablecimiento del servicio en un término de tres horas.

Viernes 8, día 2: El país se despertó sin corriente eléctrica, la preocupación era como preservar la comida en los refrigeradores, buscar agua potable, comprar pilas, velas para afrontar la adversidad. Algunos puntos de la ciudad, como en el centro de la capital y alrededores, amanecieron con el servicio intermitente, otros comenzaron a recibirlo a horas del mediodía, lo que causó algarabía de chicos y grandes, pero por poco tiempo, fugaz, a los minutos volvieron a quedar sin el fluido eléctrico. La prioridad ahora era la búsqueda de alimentos y hielo para preservarlos. Algunas zonas como en La India, Catia, El Paraiso y Centro de la ciudad tenían energía, las caravanas de carros llegaban a estos sitios, pero las tarjetas les eran rechazadas porque muchas plataformas estaban caídas y en medio del maremagnum, los especuladores comenzaron a hacer de las suyas, cobrando cifras astronómicas por el agua potable, y algunos rubros bachaqueados, que eran cobrados en dólares. El precio de las velas se disparó, variaba entre 2,500 a 5 mil bolívares por cada una, razón por la cual, muchos hogares se veían a oscuras por no contar con lo suficiente para comparar una. Afortunadamente las estaciones de gasolina funcionaron para surtir de combustible a los carros que sirvieron de refugio para cargar celulares y tener además una fuente lumínica de auxilio. Esa noche, en algunas urbanizaciones, residencias y complejos de edificios, sacaron plantas a las que conectaron equipos de sonidos, mesas y sillas, parrilleras y en medio de fogatas bailaron y cantaron haciendo de la oscuridad un templo de entretenimiento, una ventana que conectaba a un mundo atávico, un atisbo de compañía y alegría entre tanto temor y vulnerabilidad. La noche fulguraba de estrellas por la ausencia de contaminación lumínica. Desde los balcones, la noche se hizo para algunos menos aterradora, más ensoñadora.

Para otros la oscuridad fue la cómplice oportuna para demostrar el descontento acumulado, la amargura, agotados de tanto estrés, de las carencias y luchas que fueron descargadas en ollas, cacerolas y a través de consignas que vociferaban desgañitados, el nombre de "Nicolás" y que a la vez eran repondidas unas veces y otras sin eco alguno, a lontananza, el improperio más ofensivo en Venezuela, hacia la figura del Presidente de la República, al que hacían responsable de todo su infortunio por la carencia de luz.

Sábado 9, día 3: Más descansados por una especie de cura de sueño involuntaria, parte de la población despertó con electricidad, unos desde horas tempranas, otros fueron recibiendo la corriente eléctrica de forma escalonada a lo largo del día, el gobierno anunciaba que para ese momento la mayoría estaba recibiendo el servicio, ya al llegar la luz, no era motivo de celebración por el temor a una nueva caída de la corriente eléctrica. Fue un gran alivio recibir señal telefónica, que permitio el contacto con familiares y amigos tanto de Venezuela y el exterior que demandaban recibir información de la situación, más allá de los informes tanto del gobierno y de la oposición que exponían sus versiones sobre las causas del mega apagón. Las líneas colapsaban por la cantidad de llamadas, los temas variaban, desde desenchufar la nevera por temor a que se dañara y los impagables costos de reparación; así mismo con la computadora; por otra parte el cambio de dinero en efectivo; y los intercambio de pilas, velas, préstamos de radio, linternas y toda una caterva de nuevas preocupaciones que origina esta nueva circunstancia que acontece en el país y que sufre desde hace rato el interior y ahora experimenta la zona metropolitana, sin embargo, la alegría se desvaneció porque a primeras horas de la tarde, volvió a esfumarse la luz. Niños y jóvenes decidieron salir a jugar a la calle a falta de video juegos, celulares y televisor. Juegos deportivos, como fútbol, béisbol, boleivol, básquetbol y carreras de muchachos y muchachas por los pasillos de los edificios y calles de los barrios, aunque sin reminiscencias de juegos de anteriores generaciones como el escondido y la ere que al parecer se han perdido en el tiempo, aunque la radio, de nuevo se convirtió en la emisaria de mensajes y compañera nocturna para la población.

En este día, fue el presidente Maduro quien se dirigió al país, en un discurso pronunciado desde la marcha en honor al Día Internacional de las mujeres, en el que denunciaba dos ataques cibernéticos, uno electrmagnético y el incendio en una subestación eléctrica en el sur del país, que es fundamental en la distribución de la energía a todo el país y también añadió que ese ataque había afectado a todos los sistemas y máquinas de regeneradores de poder. Se detuvo para señalar a "infiltrados" que se encuentran dentro de la empresa eléctrica a quienes advirtió, que encontrará y castigará con todo el peso de la ley, lo que les permitirá, sentenció "limpiar la industria", como en su momento hizo Hugo Chávez durante el paro petrolero de 2002 dentro de Pdvsa, cuando también fueron objeto de este tipo de sabotaje. Señaló el presidente: "Descubrimos que se estaban realizando ataques de alta generación científica, de alta tecnología, lo que llaman nuestros expertos ataques electromagnéticos para sabotear el proceso de reconexión". Esto afectó la restitución del servicio eléctrico que parcialmente se hizo en Caracas y en algunos estados del oriente del país, entre los que nombró a Anzoátegui, Monagas, Nueva Esparta, Delta Amacuro y parte de Sucre.

También, la madrugada del 8 de marzo, hubo un incendio en una subestación "de transmisión fundamental en el sur del país". Maduro recalcó que gracias a la acción de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) detectaron este siniestro que fue controlado. Luego, explicó que a las 11:38 minutos de la mañana del día sábado se volvió a ir la luz, el Presidente señaló que cuando tenían recuperado el 70 % del país, "hubo otro ataque cibernético"."Comenzamos las maniobras y a golpe de las 7:00 de la noche se encaminaba el proceso de la recuperación, cuando de pronto recibimos un ataque cibernético internacional contra el cerebro de la empresa eléctrica", sostuvo al reafirmar la versión que la misma noche del 7 de marzo indicara el ministro para la Comunicación e Información, Jorge Rodríguez.

No obstante la versión de la oposición, manejada a través de las redes y medios opositores era que el mega apagón sucedió por la falta de inversión y mala gerencia en Corpoelec, sustentados en denuncias realizadas por trabajadores de la red eléctrica y en entrevistas como la hecha a Víctor Poleo, la cual se hizo viral a través de las redes sociales. En su caso, el jefe del parlamento, el autoproclamado Juan Guaidó, expresó que "la ineptitud y la corrupción, y no el sabotaje, son las causas reales de la crisis eléctrica que sufre el país" y remarcó" Se están excusando como siempre en sabotaje, pero no existe sabotaje, es sencillamente la corrupción, la falta de mantenimiento, la falta de técnicos especializados", dijo Guaidó a periodistas tras presidir un acto en el este de Caracas en conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

Otra noche sin luz, sin libros; sin netflix, la moda de muchos; otra vez a acostarse temprano, o al regreso de la plática entre familia, donde los de mayor edad, abuelos, pudieron ganar en interés a los adminículos electrónicos, con cuentos de pueblos y aparecidos, anécdotas y fábulas casi olvidadas por el rigor de la modernidad.

Día 4, domingo 10: Entre la resistencia y combate, resignación y sobrevivencia, protesta, medias verdades, medias mentiras, rabia, impotencia, falta de dinero, Nicolás y Guaidó, la perversidad y acoso del Imperio, la ineficiencia y corrupción; la falta de agua, amaneció en diatriba el país, unos con luz desde la madrugada, aunque la gran mayoría la recibió a las 10:00 am, para luego volverse a ir a las 2:30, para retornar a las 5:45 de la tarde. A esa hora en las conversaciones, en las filas para recoger agua de algún vecino con tanque, o de edificios con grandes reservas de agua que decidieron compartir, se especulaba, elucubraba y argumentaba con buenos razonamientos o ideas destempladas, sobre esta crisis, en la que la mayoría coincide podría empeorar, porque según enunciaba una señora alejada de fanatismo político, "y es que la situación, en ningún sentido ha mejorado, todo lo contrario va para peor, y no se ven luces en el camino".  Hasta ese momento, la electricidad seguía ausente en casi todo Vargas, en Carabobo y en la mayoría del occidente, la que ha venido restableciéndose por partes a lo largo del país. Después de cuatro días sin electricidad, por fin cada quien volvió a sus hábitos, a sus cápsulas, cuevas modernas de individualidad y abstracción. Sin embargo los niños muestran su espíritu gregario mediante juegos de interacción y contacto.

Hoy lunes maneció casi todo el país con electricidad, quedando algunas zonas aún sin el servicio, pero restituido en su gran mayoría. Ahora la preocupación mayor es el agua, desde el día jueves no se recibe ni una gota del preciado líquido, ni en edificios, tampoco en casas o instituciones. El presidente Nicolás Maduro, decreto el día libre para estudiantes y trabajadores que recorren la ciudad en procura de agua y alimentos, en la misma alocución presidencial, el Presidente ofreció cisternas de agua y cajas con alimento, pero hasta ahora no se sabe si alguien ha recibido lo prometido. La buena noticia es que no ha habido mas interrupciones eléctricas y esto ayuda a planificar en que sentido orientarse y como prepararse para cualquier evetualidad, aunque no se sabe que será lo que vendrá ahora.

Lo cierto es que durante el limbo en que vivió el país, durante la ausencia de información, de bloqueo comunicacional, ocurrieron graves hechos, aunque previo en este sentido, como el caso de la desaparición de Alí Domínguez, activista de izquierda y dirigente estudiantil, quien denunciara casos de corrupción en la UBV, el cual fue encontrado, golpeado, con traumatismo cráneo encefálico, fracturas y pérdida de algunos dientes en la autopista Francisco Fajardo, falleciendo varios días después sin que se supiera de su paradero y sin atención familiar, por desconocer parientes y amigos que se encontraba en el hospital Domingo Luciani. Otro caso que sucedió durante el tiempo del apagón y de lo que se desconoce el origen y causa de su detención, fue la muerte del ingeniero Ángel Sequea, quien era el jefe de despacho y operaciones de Corpoelec, y que según fuentes oficiales, murió durante un motín en una celda en el Sebín, lo cual fue denunciado por Andrés Velásquez en su cuenta Twitter, rechazando la versión del supuesto motín.

Ambos casos demandan la debida investigación, objetiva y científica para saber que sucedió con dos seres humanos, tal vez con diferentes militancias, pero que merecen la debida atención, que supone un estado de derecho y democracia que tanto dice defender el gobierno actual.

Dentro de estas circunstancias, los venezolanos se niegan a ser polarizados y manipulados por ambos extremos, que no han sabido resolver sus problemas inmediatos, ni hablar de su futuro a corto, mediano y largo plazo. El pueblo no manifestó violencia, como se anticipó, pero tampoco se acogió a la sumisión y resignación. Al parecer, todavía no hay un liderazgo que aglutine el descontento del pueblo.

 

 

En este  video solo escucharemos los sonidos de una pequeña fiesta en un complejo residencial de la ciudad, donde los habitantes decidieron salir a distraerse en medio de la adversidad, debido a la ausencia de luz y la poca de la fogata no se pudo captar por la distancia.

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