Hoy viernes 14 de marzo, a las 8:30 am los trabajadores de SIDOR fueron reprimidos nuevamente por la guardia nacional bajo instrucciones directas del gobernador del estado Bolivar, Rangel Gómez, con la intensión de disolver una concentración en el elevado sobre la autopista que conduce al portón 3 de la referida empresa.
La concentración de los trabajadores de SIDOR estaba comportándose totalmente de forma pacífica y su fin era la denuncia a la negativa de la patronal trasnacional a ofrecer una oferta a la propuesta de los trabajadores por la firma de un contrato colectivo digno que contemple, no sólo un salario suficiente ante la pronunciada desvalorización del mismo luego de dos años de inflación desatada, sino también exigir el reconocimiento por parte del patrono, de la legislación laboral vigente en materia de beneficios salariales y prestacionales que son violentados por la trasnacional. Como siempre, la burguesía alega que sus costos no le permiten cubrir la propuesta de los trabajadores, muy a pesar que reconozca públicamente las inmensas utilidades percibidas, la revalorización en más de 100% en un año del valor de sus ADR cotizados en la bolsa de Nueva York, la tercerización manifiesta en casi el doble de los trabajadores fijos (hay 5000 trabajadores fijos en SIDOR y 9000 contratados a terceros) y con beneficios contractuales diferentes a los de sus similares de SIDOR y hasta salarialmente más altos, o el contrasentido de avalar la propuesta hecha por el ministro del trabajo y del gobierno de Chavez que estuvo muy por encima de la propuesta patronal inicial.
El miércoles 12 de marzo pasado, los trabajadores plantearon que la mesa de alto nivel, donde participan como terceros conciliadores entre el patrono y los trabajadores el gobernador Rangel y el propio ministro del trabajo entre otros, no estaba llegando a nada ante la negativa de los dueños de la trasnacional de presentar mejoras a sus propuestas, además de que se estaba convirtiendo en un freno a los métodos de lucha que los trabajadores siempre han planteado frente a quienes les explotan pretendiendo que el tiempo gastado en ella los conmine a aceptar la propuesta patronal que es la misma del gobierno. El planteamiento de los trabajadores es sencillo. La propuesta patronal y del gobierno no son suficientes ni apuntan a reconocer los derechos laborales vigentes, y ante su negativa de poner sobre la mesa otras, los trabajadores se apoyarían en sus propios métodos de lucha sin abandonar la mesa de alto nivel. La reacción del ministro y del gobernador fue la de levantarse de la mesa y de no continuar avalándola. Peor aún, plantear gubernamentalmente la convocatoria a través del CNE de un referendo que regimente la decisión de los trabajadores y hasta el mencionar de decretar por el propio presidente de la república de reanudar las faenas de manera unilateral.
No hay duda alguna que la decisión gubernamental es la de impedir la movilización independiente y de clase de los trabajadores sidoristas. El "socialismo" de las palabras con que se arropa difiere diametralmente en los hechos cuando el propio gobernador saca a la guardia nacional a reprimirlos con la intensión clara de regimentar el movimiento obrero al gusto y manera de la decisión del gobierno de Chavez, quien de esta forma nuevamente se erige por encima de la lucha de clases en las contradicciones de su nacionalismo bajo el marco burgués y capitalista. Los trabajadores sidoristas están firmes en oponer con su respuesta de independencia de clase las intensiones regimentadoras claramente planteadas en la boca del ministro del trabajo, y aún más, no dejarse quitar los métodos de lucha de la clase obrera que se manifiestan con el paro y la huelga. Sin embargo, el triunfo de los trabajadores sidoristas en torcerle el brazo a la burguesía trasnacional de Ternium por la firma de un contrato colectivo digno pasa por la solidaridad de clase de los explotados de Guayana y de Venezuela. Llamamos a los trabajadores a exponer en firme su solidaridad de clase con los trabajadores de Sidor. Hoy más que nunca la lucha de clases es clara y manifiesta. La solidaridad en los hechos con los trabajadores de Sidor redundará en el resto de los explotados del país que igual sienten en carne propia la desvalorización de sus salarios ante la inflación, la escasez y el acaparamiento de los bienes y productos de primera necesidad, y con medios de lucha similares conseguir lo justo que se requiere. La pretensión regimentadora del ministro, que no es otra que la de hacer prevalecer las condiciones de explotación y esclavitud que imponen los patronos, se demuestra en los hechos en contra de los trabajadores cuando desde las inspectorías del trabajo del país se les niega reconocimiento a sus derechos como ocurre por montones expresados en despidos injustificados generalizados, retrasos en admitir demandas o aceptar la formación de sindicatos.
En Sidor está en juego el derecho efectivo que tienen los sindicatos de ir a la huelga. Un sindicato que no puede ir a la huelga no es un sindicato; es una oficina del Estado. El conflicto de Sidor es una batalla en la guerra que viene librando el gobierno de Chavez para estatizar los sindicatos, someterlos a la tutela directa del gobierno e instalar a su cabeza una burocracia adicta; es decir, para liquidarlos como organizaciones de la clase obrera para la defensa de sus condiciones de trabajo. Si la dirección sindical cede a las presiones del gobierno y acepta el arbitraje, se convertirá en una correa de transmisión del nacionalismo burgués de Chavez contra los trabajadores.
SOLIDARIDAD CON LOS TRABAJADORES DE SIDOR EN SU CONTRATO.
FUERA LA REGIMENTACIÓN DEL GOBIERNO DE IMPEDIR EL DERECHO A HUELGA DE LOS TRABAJADORES.
UN CONTRATO COLECTIVO JUSTO SE CONQUISTA CON LA MOVILIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES, NO CONCILIANDO BUROCRATICAMENTE CON EL PATRONO.
FUERA LA GUARDIA NACIONAL DE LOS PORTONES DE SIDOR.
QUE EL MINISTRO DEL TRABAJO RENUNCIE ANTE SU ACEPTACIÓN DEL DESAFUERO PATRONAL.
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