La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha dado conocer que como consecuencia de la crisis financiera que ha impactado con mayor fuerza las economías de Estados Unidos y Europa, se espera que aproximadamente veinte millones de personas pierdan su empleo entre 2008 y 2009, lo cual es apenas uno de los primeros coletazos sociales que se derivan de esta grave coyuntura. De esta manera el número de desempleados en el mundo se elevaría a 210 millones de desocupados.
Aún no se tiene un cálculo definitivo con respecto a cómo impactará este sacudón financiero a las economías de los países del tercer mundo, y en particular los de América Latina, y aunque se ha afirmado que las economías de la región están en mejor situación que en otros tiempos, no deja de ser motivo de preocupación que esté latente la posibilidad de que se produzcan retrocesos que hagan repuntar cifras negativas en materia de pobreza, desempleo, salud y exclusión social. Y ya sabemos que una situación como esa podría hacer revivir tiempos de conflictividad social.
Incluso en los Estados Unidos se está hablando de eventuales acciones de protesta por parte de sectores que cuestionan el multimillonario paquete de ayuda de 700 mil millones de dólares a la banca, y reclaman que no se afecten los presupuestos de salud, la ayuda a los sectores pobres, los aportes a la educación y los subsidios al desempleo.
Es decir, los sectores sociales que siempre han salido golpeados con la crisis no tendrían razones para pensar que esta vez sería diferente, a no ser que estén dispuestos a movilizarse para evitar tener que pagar una factura que les es ajena. La Unión Europea tiene una visión un poco más realista del problema que la evidenciada por el gobierno norteamericano, y ha planteado incluso la posibilidad de redefinir el modelo capitalista. En Alemania se anuncia que los banqueros que reciban auxilio financiero por parte del Estado deberán reducir sus salarios y ganancias.
Esta crisis financiera puede ser también una excelente oportunidad para redefinir las reglas de juego internacionales, para poner de relieve lo dañino que ha sido el factor especulativo en la economía , y para denunciar el doble discurso de quienes han combatido durante largos años la intervención del Estado para favorecer a los más débiles frente a las políticas económicas que profundizan la brecha entre ricos y pobres.
RECONOCIMIENTO. El país entero debe estar orgulloso por el otorgamiento de Premio Príncipe de Asturias al Sistema Nacional de Orquestas creado por el incansable maestro José Antonio Abreu. Este galardón constituye un gran espaldarazo a una labor que ha permitido que niños y jóvenes, principalmente de los sectores menos favorecidos, puedan acercarse a la música y mostrarle al mundo su talento. El documental “Tocar y luchar” recoge la dimensión profundamente humana de esta iniciativa que durante largos años, y con la inmensa modestia que lo caracteriza, ha impulsado el maestro Abreu.
