Agradecemos a los compañeros del Colectivo Guardianes de la Contingencia por su respetuosa réplica y su invitación a un debate de sobre el tema petrolero y el proceso revolucionario en general. ¿A quién favorece y quién ha propiciado la intervención del Estado en las elecciones petroleras? ¿A quién beneficiaría que gane las elecciones una plancha que representa al gobierno, o que por el contrario triunfe una representación sindical autónoma y revolucionaria? ¿Cuál opción favorece la lucha de clases y la profundización del proceso revolucionario? Esas son las preguntas que deben ser el eje de la discusión, pues allí se resume la gran importancia de las elecciones de la Futpv.
Comenzamos por decir que somos un colectivo estudiantil revolucionario que no sólo ha participado activamente en la política universitaria, enfrentando a la derecha y al reformismo, y ganando importantes espacios de representación a través de planchas independientes, sino que también hemos militado en las luchas obreras de nuestra región y nuestro país, dentro de nuestras modestas posibilidades. Hemos estado en la primera línea de combate en los conlfictos de la planta de reciclaje de Mérida y ULA TV, empresas que fueron tomadas por sus trabajadores en exigencia de que pasaran a control obrero; también hemos viajado a Maracay a documentar la lucha de Sanitarios Maracay y darle difusión, y hemos realizado pronunciamientos en apoyo a luchas obreras emblemáticas como las de Sidor, Fundimeca, y el paro regional de Aragua luego del asesinato de los dirigentes obreros revolucionarios Richard Gallardo, Luis Hernández, y Carlos Requena. También nos hemos pronunciado contra los despidos ilegales de dirigentes sindicales como Armando Guerra, William Díaz, y Orlando Chirino, y actualmente formamos parte de una campaña nacional contra la criminalización de la protesta social, un fenómeno que ha castigado particularmente a la clase obrera.
Con todo esto queremos decir que estamos de acuerdo en que para los revolucionarios siempre tiene que haber una retroalimentación entre la teoría socialista y la práctica, y no una adaptación mecánica de los planteamientos de los clásicos de la literatura revolucionaria.
Al mismo tiempo, decimos que nuestra orientación y nuestro método se deriva de nuestra concepción marxista de la revolución socialista, que nos compromete a militar en las situaciones concretas que surgen en la lucha de clases. Hoy en día estamos convencidos de que lo que ocurra en la industria petrolera tendrá enormes repercusiones para la clase obrera, y marcará un punto de inflexión en el movimiento, tal como ocurrió con la lucha de los trabajadores de Sidor contra la transnacional Techint, las autoridades del Mintrass, y las fuerzas represivas. Recordemos que en esa ocasión el gobierno apostaba al triunfo de la transnacional, y el ministro José Ramón Rivero se empleó a fondo para tratar de derrotar a los trabajadores, amenazando con ilegalizar la huelga. En el diario VEA se publicaban anuncios publicitarios de la transnacional a página completa, en VTV entrevistaban sólo a los directivos de la empresa y el Mintrass. El gobierno llegó a decir que la lucha de los trabajadores ponía en riesgo la industria de la construcción, y que por lo tanto no iban a tolerar desestabilización; en los hechos eso se tradujo en la represión de la Guardia Nacional y la detención de decenas de trabajadores. Cuando vieron que no podían derrotar a los trabajadores, vino la nacionalización y las promesas de acabar con la tercerización en Sidor, aunque esto último no se ha cumplido.
Algo muy parecido ocurre hoy con los trabajadores clasistas de la industria petrolera, a quienes se quiere estigmatizar como contrarrevolucionarios por no estar plegados a la política del gobierno, pero que al igual que los sidoristas representan las mejores aspiraciones de la clase obrera, frente a su negación burocrática y pro-capitalista. Un triunfo de los clasistas renovará la fuerza del movimiento obrero, y se extenderá el ejemplo de que sólo con la movilización y la lucha se puede avanzar.
Los casos que ustedes citan, para referirse a desviaciones criminales en el seno de la izquierda, por ejemplo el apoyo del Partido Comunista Argentino a la dictadura militar, la alianza de los comunistas nicaragüenses con la derecha pro-imperialista, todas esas experiencias terribles, esas traiciones han venido sustentadas en la ideología de la colaboración de clases, bajo la influencia del estalinismo. Se podrían citar muchísimos casos más, por ejemplo, cuando el Partido Comunista de Venezuela se negaba a apoyar al Movimiento 26 de Julio, porque supuestamente eran "aventureros pequeñoburgueses", mientras que el PSP, que era el partido estalinista cubano, apoyaba la dictadura de Batista, aduciendo que era un burgués nacionalista. Por cierto que en aquella época, el gran poeta popular Aquiles Nazoa tuvo un papel muy importante apoyando la solidaridad con la revolución cubana, a contracorriente de los estalinistas.
Hasta ahora, hemos visto que José Bodas y los petroleros clasistas han sido consecuentes defensores del control obrero de la industria petrolera, han denunciado las asociaciones de PDVSA con transnacionales capitalistas bajo el esquema de las empresas mixtas, se han pronunciado enérgicamente contra las agresiones legales de la Exxon, cuando esta transnacional intentó confiscar bienes de la nación, y han luchado contra las trampas de la burocracia sindical y la gerencia tecnocrática, quienes escamotearon el contrato petrolero en el 2007. La plancha que apoya el gobierno, la VOS, en cambio, agrupa a los tracaleros que desmejoraron el contrato.
Recordamos que ante la agresión imperialista ejecutada por la Exxon, Bodas fue entrevistado por Radio Ecos 93.9, de Mérida, y la posición que fijó fue la de plantear que la respuesta al imperialismo tenía que fundamentarse en medidas revolucionarias, eliminando las empresas mixtas, que son una continuación de la política de asociaciones estratégicas de la Cuarta República, y avanzando hacia la plena soberanía en la industria petrolera (http://my.opera.com/CLAN/blog/dirigentes-obreros-fijan-posicion-ante-agresion-imperialista-a-la-industria-petr). No hemos visto ningún elemento que demuestre en estos compañeros una política de colaboración de clases.
En cambio, el gobierno nacional es el máximo representante de la estrategia de colaboración de clases. No sólo tienen los empresarios una corriente dentro del PSUV, el Frente Social Empresarial, y varios ministros de la corriente de Diosdado Cabello se han convertido en importantes propietarios; el gobierno en su definición de "socialismo del siglo XXI" plantea que las empresas mixtas son socialistas, y hasta llega al extremo de anunciar que la "alianza estratégica con la burguesía nacional", forma parte de su "nuevo socialismo". Todo esto lo rechazamos, como meras justificaciones reformistas del capitalismo que hoy impera en nuestro país. Igualmente rechazamos todos los puentes lanzados a la derecha y al imperialismo, comenzando con la amnistía que el presidente otorgó a los golpistas.
Así como los nacionalistas-burgueses nos quieren hacer pasar el actual modelo capitalista por un supuesto socialismo del siglo XXI, de la misma manera se nos quiere convencer de que el Estado burgués ya se transformó en un Estado popular y democrático. De ahí que ustedes digan que el pueblo es el patrono, porque PDVSA es propiedad de todos los venezolanos. Existe toda una maniobra ideológica en torno a la propiedad social, para intentar encubrir las relaciones de explotación que subsisten en nuestra sociedad, incluso en las empresas de propiedad estatal. Nosotros consideramos que mientras que el Estado sea burgués, la propiedad estatal será una forma de propiedad burguesa. Mientras el Estado sea burgués, la propiedad estatal no será propiedad social.
Si la propiedad estatal formara un "área socialista", entonces Carlos Andrés Pérez habría sido un presidente socialista, porque pasó a propiedad estatal porciones mucho mayores de la economía que lo que ha hecho el gobierno actual. Evidentemente, se trata de una gran mentira. Muchos burócratas y burgueses usan ese argumento para chantajear a los trabajadores de las empresas estatales para que no exijan mejoras laborales.
El hecho cierto es que, por un lado, la burocracia del Estado burgués obtiene inmensos beneficios económicos por el hecho de administrar la renta petrolera; por otro lado, la burguesía se apropia de la mayor parte de la renta estatal por medio de sus contratos de servicios y venta de bienes al Estado. Sólo si el Estado es conquistado por los trabajadores y los explotados, y sus estructuras antidemocráticas son sustituídas por una verdadera democracia obrera y popular; sólo en ese caso podríamos considerar que PDVSA es del pueblo, y que el pueblo es el patrono. Pero hoy el patrono es el Estado, a través de la alta burocracia del gobierno, el Ministerio de Energía y Petróleo, y la propia PDVSA, una burocracia que ha demostrado ser antiobrera.
Lo que plantea gente como alias Antonio Aponte, y que ustedes parecen convalidar, es que hoy en día no estamos ante un Estado burgués, con instituciones y normas que consagran la propiedad privada de los medios de producción. Quienes firman a nombre de Aponte plantean que es contrarrevolucionario y economicista luchar por mejoras salariales en las empresas estatales, pues según ellos esas empresas configuran el "área socialista", en la que no hay explotación ni capitalismo.
No existe ni puede existir un área socialista dentro de una economía capitalista como la venezolana. Y para demostrar que las empresas estatales pueden ser superexplotadoras, basta conocer el ejemplo de la ensambladora de celulares Vtelca, donde los trabajadores no tienen contrato, no les permiten organizar un sindicato, no les pagan salario mínimo, sino una "beca", en fin todas las aberraciones laborales propias del capitalismo juntas. En Venirauto también se denuncian despidos por el intento de legalizar un sindicato. Casi todas las empresas estatales tienen trabajadores tercerizados y todas hacen negocios con empresas capitalistas, ¿a quién quieren engañar con el cuento del "área socialista"?
El socialismo por el que luchamos es la auténtica democracia popular y obrera, en la que gobierne el pueblo, la industria esté bajo control de sus trabajadores, y la economía sea planificada democráticamente; esto no tiene nada que ver con los infiernos capitalistas que el gobierno venezolano elogia y dice tomar como modelo, como la dictadura capitalista china, que de la mano con las transnacionales esclaviza a centenares de millones de trabajadores.
Ustedes plantean que las elecciones de la Futpv llevan más de un año de retraso porque la Comisión Electoral estaba fraguando un fraude. ¡El problema es que los impugnadores y los impugnados terminaron uniéndose en la plancha VOS! Olivares y Rangel ahora son "camaradas" en la plancha que apoya Ramírez. El propio Raúl Párica, quien siempre denunciaba a la actual directiva de la Futpv por sus manejos corruptos, hoy forma parte de la misma plancha de Rangel, Girot, y demás burócratas corruptos. ¡Los mismos que montaron el fraude, y los que impugnaron el fraude, luego terminaron unidos en una misma plancha! ¿Estamos o no frente a una maniobra patronal, por medio de la cual ya se ha postergado en más de un año el proceso electoral? ¿A quién beneficia el hecho de que el contrato colectivo está vencido desde enero?
Todo esto encuadra perfectamente con lo que ha venido diciendo Rafael Ramírez. Ramírez dijo el año pasado que en Venezuela no había clase obrera, y que los petroleros era privilegiados; este año dijo que el 80% de los petroleros no querían un aumento de salario; más recientemente dijo que no negociaría el contrato colectivo con quien considere sus enemigos.
Eso significa que: Ramírez no es socialista ni cree en el protagonismo revolucionario de los trabajadores; Ramírez aspira a no aumentar el salario de los trabajadores petroleros; y para lograr ese objetivo, Ramírez necesita que sus aliados ganen las elecciones de la Futpv. Esto explica también por qué la plancha VOS ha obtenido un financiamiento tan grotesco para su campaña. Las denuncias sobre el financiamiento milmillonario a la plancha de VOS han sido realizadas por varios dirigentes obreros, incluyendo los de la plancha 9, que es chavista.
Finalmente, ustedes plantean el asunto de la defensa de la soberanía y la revolución. Ustedes consideran que la explotación petrolífera y gasífera que realizan empresas iraníes, chinas, bielorrusas (habría que añadir que en Venezuela también operan transnacionales y capitales japoneses, españoles, brasileñas, cubanos, entre otras), significa un avance en materia de soberanía.
Hay que aclarar que, apartando la Exxon-Mobil y Conoco-Phillips que se retiraron, todas las transnacionales estadounidenses que operaban cuando la apertura petrolera, siguen operando con total tranquilidad en Venezuela, explotando nuestros recursos y a nuestro pueblo. El propio presidente Chávez declaró recientemente que Venezuela seguirá siendo un proveedor seguro de petróleo a los EEUU. Hay una declaración oficial reciente en la que se asegura que no se expropiará ni limitarán las operaciones en Venezuela de la empresa de Dick Cheney, Halliburton, la cual se ha lucrado de manera brutal con la invasión al pueblo iraquí. Halliburton tiene una de sus sedes más importantes en el estado Barinas.
Además de que no hay ruptura con el imperialismo, los nuevos socios capitalistas del Estado venezolano (chinos, iraníes, españoles, japoneses), no son menos explotadores ni saqueadores de nuestros recursos. Hay que desechar la ilusión de que alcanzaremos el socialismo guiados por un gobierno que no representa a la clase obrera, y realizando alianzas con la burguesía, comprando mayorías accionarias en algunas empresas, y pactando empresas mixtas con el imperialismo y con empresas capitalistas.
En cuanto a las propuestas que ustedes enumeran al final, observamos que la elección de delegados por área para discutir el contrato colectivo es un planteamiento de la tecnocracia encabezada por Ramírez. Si esa fórmula la adoptan democráticamente los trabajadores, sin injerencia patronal, bienvenida sea, pero rechazamos que los patronos decidan las formas organizativas y de representación de los trabajadores.
Lo mismo es cierto al referirnos a la formación política de la clase: debe ser la clase misma la que procure su educación política, de nada nos servirán cursillos de moral y luces o del 3er motor dictados por burócratas o gerentes millonarios. Las tareas internacionalistas, la perspectiva del control obrero y la planificación democrática de la economía que ustedes plantean, son lo que le darían un verdadero carácter socialista a una revolución, por eso coincidimos en su necesidad.
La cuestión es, ¿cómo impulsar la autoorganización de la clase obrera bajo ese programa? Debemos primero que nada entender que necesitamos nuestro propio partido, pues el PSUV es un partido tutelado por la burocracia y los sectores burgueses que hacen negocios con el Estado. Pero además, ese partido no existirá más que embrionariamente si no crece al calor de la lucha de clases. Una victoria de los petroleros clasistas, independientes del gobierno y la derecha, será un ejemplo de autonomía que dará vigor al movimiento obrero, permitiéndole avanzar en su "conciencia de sí y para sí", marcando un ejemplo para la profundización de las luchas obreras, y acercando la posibilidad de que los revolucionarios nos reencontremos en el propósito de construir un gran partido revolucionario, que encabece las luchas de todos los sectores explotados, por la conquista de una sociedad socialista, que rompa con el imperialismo y expropie a la burguesía.
(Artículo del Colectivo Guardianes de la Contingencia al que se hace referencia en este escrito: http://www.aporrea.org/trabajadores/a86111.html)