Ver al Presidente Nicolás Maduro y al Papa Francisco conversando plácidamente pues da gusto, y que tocaran temas “sobre pobreza, criminalidad, drogas” y otros, es satisfactorio, considerando lo nuevecito y popular que es este pontífice, ya calificado por algunos como “el Papa de los pobres”
Fue incluso interesante la audacia del mandatario venezolano, quien pondera las relaciones con el Vaticano incluso en el plano estratégico comercial cuando refiere que el Vaticano se puede integrar a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba).
Más allá de la efectividad de este encuentro es a mi parecer la acción mediática más contundente de los últimos días a favor del actual gobierno, sobre todo, para ratificar ante el mundo su legitimidad, gobernabilidad. Fue como una fina estocada a la MUD. El presidente Nicolás dispuso este evento o esta gira de manera recatada y seguramente hilando puntos de conveniencia y que en materia de política exterior no le son ajenas. Prevalece su estilo parco y centrado, sin mucha bulla, y su encuentro con el Papa Francisco es sin duda, un evento valioso, histórico por demás y valorado por cualquier mortal cristiano y aun por muchos que no lo son. El Papa es una figura única, mítica.
El encuentro se produce, por cierto, en medio de estos días agitados, ya algo más calmados, de ver colas inmensas para obtener algunos de los productos básicos en la mesa de todos los venezolanos, entre otras circunstancias de orden económico no menos desfavorables, que causan angustia y a la vez prenden las alarmas, ya que entre verdades, exabruptos y exageraciones, nunca se descarta la dosis de posibles sabotajes.
El oportuno encuentro entre el Papa Francisco y Nicolás también anima la acechanza de miembros de la oposición política, quienes no tardaron en hacer su propio plan, pero sólo para sabotear. Como siempre, no hay una propuesta alentadora, mágica, animada, conciliatoria. Es siempre la misma tribuna antagónica, de confrontación, sin ningún contenido alentador. Y lo más triste es que se desperdicie tiempo y dinero para plantear lo mismo de siempre, la pelea de un grupo que no ve ni siente las penurias de las mayorías.
Por ejemplo, el pasado contendor, candidato presidencial de la oposición, Enrique Capriles Radonsky, ¿Gobernador de Miranda?, se anticipó a la visita oficial del Jefe de Estado, Nicolás Maduro, con una carta al Papa Francisco, en la cual, entre otros aspectos, le pide “ayuda para que en Venezuela se establezca un diálogo basado en la verdad” y denuncia, “en el país se producen reiteradas violaciones a los derechos humanos…”.
…“Le solicitamos respetuosamente que nos ayude con su enorme e indiscutible autoridad moral para lograr ese diálogo basado en la verdad, el reconocimiento mutuo y la búsqueda del bien común…”
No contento con ello, un grupo de diputados de oposición acelera un viaje a Roma, para conectarse con autoridades del Vaticano y llevar su mensaje, el de su tribuna, no es el mensaje de todo el pueblo venezolano y sin embargo hablan en su nombre.
Sobre este periplo de tres parlamentario en Italia, encabezados por el diputado Zambrano. en una nota de la agencia EFE se informa: “serán recibidos por el secretario de las Relaciones del Vaticano con los Estados, Dominique Mamberti, el canciller de la Santa Sede, para trasladarle la problemática de los denominados por la oposición “presos políticos” y está previsto, además, que asistan a la multitudinaria audiencia general del Papa del próximo miércoles”.
Y si esto fuera poco, mientras el presidente venezolano era atendido por el Papa, este lunes 17 de junio, el diario italiano “La Repubblica” (pág diez), informaba (pareciera un comunicado, publicitario): “... miembros de la MUD, destacan a su líder Capriles y “agradecen al Papa su interés por la situación de Venezuela”. Allí resaltan que son miembros de “ La Mesa de la Unidad Democrática -coalición de partidos políticos de Venezuela que impugnó las elecciones del pasado 14 de abril en las que resultó elegido Maduro por un discreto margen…”.
Parecieran querer decir, que como casi gana Capriles las elecciones presidenciales, esta cita con el Papa Francisco, pues no debería ser con el presidente Nicolás Maduro sino con él. Y así, con esta estampida de cartas, visitas, avisos en la prensa italiana, han querido invalidar la imagen de Nicolás Maduro, “el ilegitimo”.
Entonces, me atrevo a decir que con tal desparpajo, este intento de saboteo mediático internacional, pisándole el paso a Nicolás, no se logra el respeto de ningún gobierno ni gobernante y menos con los europeos, que siguen al pie de la letra las reglas de la diplomacia. Es una desagradable manera de hacerse notar en el exterior y como segundones. Replanteen la estrategia porque ésta da pena ajena.
Es como si quisieran obligar a los gobiernos del mundo a que no acepten al presidente constitucional que es Nicolás Maduro y presentarse ellos, la MUD como la autoridad máxima. Es por demás una acción risible cuando el CNE hace poco reiteró el triunfó de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales, luego del reconteo exigido por ellos. El mismo CNE que les va a atender en las elecciones municipales de diciembre. Creo que tienen que pedir a JJ Rendón que refresque las neuronas.
Más allá de esos devaneos de la MUD y su máximo líder, la visita al Papa Francisco de parte del presidente venezolano ha sido muy oportuna, por diversas circunstancias, pero entre tantas, porque el Papá recibe a quien quiere y cuando quiere y segundo porque posiblemente, según su perfil, da oídos a líderes de las corrientes progresistas del mundo, sobre todo aquellos que están a favor de los más pobres. Veamos como reflejó la prensa italiana el encuentro:
“El Papa Francisco y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, conversaron este lunes sobre algunos de los retos que actualmente enfrenta la nación suramericana, especialmente aquellos vinculados a la disminución del índice de pobreza y la lucha contra flagelos como la criminalidad y el narcotráfico.
La oficina de prensa de la Santa Sede reseñó que el Sumo Pontífice recibió en su despacho, en el Palacio Episcopal de la Ciudad del Vaticano, al Dignatario venezolano, quien se encuentra en Italia en el marco de una gira de trabajo que realiza por el continente europeo.
De acuerdo con el comunicado del Vaticano, la reunión duró alrededor de 20 minutos y se desarrolló en un "clima de cordialidad".
…Ambos líderes también repasaron "la situación social y política de Venezuela", después de los recientes incidentes violentos promovidos por la derecha en el país suramericano.
Durante el encuentro, Francisco hizo referencia a la presencia histórica de la Iglesia Católica en Venezuela, y "a su decisiva aportación en los ámbitos de la caridad, la asistencia sanitaria y la educación".
Diálogo franco
Igualmente, en este encuentro Maduro-Papa, se expresó "la necesidad de tener un diálogo sincero y constante entre la Conferencia Episcopal venezolana y el Estado, para el desarrollo de toda la nación".
Maduro aprovechó la ocasión para explicar al Papa sobre el premio otorgado por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por su sigla en inglés), premiación dada por haber reducido el hambre en Venezuela en el último decenio, reconocimiento que se hace en el marco de la 38 Asamblea de esta organización.
En la nota de prensa también se dice “La entronización del argentino Jorge Mario Bergoglio, como Santo Padre fue siempre bien valorada por Maduro, quien incluso recibió con beneplácito las bendiciones que enviara su Santidad, a propósito de los convulsos días que se vivieron en Venezuela tras los recientes comicios presidenciales….”
Para no polarizar sobre la atención del Papa Francisco, (lo que creo quiere la MUD) creo que la visita al Vaticano y a países de Europa trae nuevos bríos al presidente Nicolás Maduro, a quien sin duda, criticamos si es necesario, pero también reconocemos. Es valido decir que hasta ahora no ha amilanado su paso, trabaja sin descanso y parece ser un hombre de fe firme, convencido en sus creencias. Aunque es prematuro hacer valoración de su gestión y es valido dar el tiempo correspondiente a la transición que ahora mismo vivimos, siempre haremos la crítica-favorable o no. Y es seguro que respaldaremos la buena obra, porque el buen paso del Gobierno es y será provechoso para todos.
En esta ocasión, la visita al del presidente Nicolás al Papa Francisco es como un gol al estilo Vino Tinto, tanto que opacó el encuentro del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos con el opositor Capriles- quien como el Papa recibe a quien le da la gana. Y además, ya perdió vigencia porque es noticia de ayer.
¡Avanti tutto!….que esta visita de Nicolás al Papa fue una chabezada!
Yumar81@hotmail.com
Periodista-internacionalista