Hay que reforzar nuestras fronteras

Desde hace varios años y sobre todo con la llegada a Miraflores del Comandante Hugo Chávez Frías en diciembre de 1998, la visión geopolítica de nuestro país cambió y las estrategias de una frontera abierta a los negocios del narcotráfico y al contrabando, adquirieron un mayor control y una mirada más responsable en el verdadero concepto de Seguridad de Estado por parte del Gobierno Bolivariano.

Los planes del Pentágono y de la OTAN en sus ensayos de invasión a Venezuela  (Operación Balboa, mayo 2001)  no han cesado. El rol de Colombia, el cual se enalteció con la llegada a la presidencia de Colombia de Álvaro Uribe Vélez, alcanzó relevancia con el Plan Colombia (con bases militares norteamericanas,  cuando Santos era ministro de la Defensa) en parte fue concretado.

Según la enciclopedia libre, mejor conocida en internet como Wikipedia señala: “La Operación Balboa o Plan Balboa fue un ejercicio militar llevado a cabo por España desde el 3 al 18 de mayo de 2001 en simulacro de una guerra de invasión del Occidente de Venezuela desde Colombia y Panamá”.

El Plan que fue muy bien explicado y abortado por el propio Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, quien lo hizo público en su “Aló Presidente”, contemplaba una simulación militar o “juego de guerra” que comprendía operaciones por aire, tierra y mar según las cuales las fuerzas norteamericanas, junto a sus aliados, autorizados por una resolución de la ONU (por eso es importante nuestra reciente elección como miembros del Consejo de Seguridad) atacaban a Venezuela por el occidente.

El Plan Balboa los identificaba como: “Estados Unidos como el País Azul, Colombia como el País Blanco, Panamá como el País Ciam y Venezuela como el País Marrón”.

Luego de varias señales que han sido detectadas por la Seguridad de Venezuela y los servicios de inteligencia, nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, FANB han emprendido una eficaz custodia fronteriza la cual se han acentuado en los últimos días, con la guerra contra el contrabando y el narcotráfico en la frontera con Colombia, al mando del General en Jefe Vladimir Padrino López.

Las señales del plan, ahora protagonizado por paramilitares colombianos e infiltrados venezolanos con apoyo de políticos de la oposición venezolana, han impulsado “planes macabros” como los calificó recientemente el gobernador del Táchira, mayor José Gregorio Vielma Mora.

Hemos tenido también, dentro del “Plan Macabro”, guarimbas e intentos de magnicidio como el ocurrido el 9 de mayo de 2004 en la Finca Daktari, del hermano de María Conchita Alonso, Rodolfo Alonso; donde fueron detenidos, con traje de camuflaje militar, 153 paramilitares que tomarían por asalto a Miraflores (YVKE Mundial, 9/05/12).

Allí estuvo directamente involucrado Pedro Carmona Estanga (presidente fugaz o Pedro “El Breve”), quien mantiene en Bogotá nexos y excelentes relaciones con Álvaro Uribe Vélez, al igual que con   políticos venezolanos como Enrique Capriles, Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma; así como con líderes del Táchira César Pérez Vivas, Walter Márquez, Daniel Ceballos y otros alcaldes de Proyecto Venezuela y Voluntad Popular en la frontera.

Los vende patria y traidores, como judas, han asumido diferentes roles contra el Gobierno Bolivariano. No es casual que en el más reciente ataque orquestado desde Colombia y develado por el terrorista Lorent Saleh, se haya concretado por paramilitares, el asesinato del diputado Robert Serra y frustrado otros de importantes políticos venezolanos.

El tejido de conspiraciones y ataques contra Venezuela encierra una alta dosis de odio y de intereses ocultos, los cuales se unen en un solo “Plan Macabro”, como lo califica el gobernador del Táchira Vielma Mora con gran acierto y que reclama del Estado, la protección permanente de la frontera de nuestro país.

Allí existe una mezcla explosiva de intereses y de mafias junto a contrabandistas de combustible, terroristas y paramilitares motivados por intenciones geopolíticas del imperialismo norteamericano y de sus lacayos en Colombia.

Es importante señalar e identificar que quien ataca a Venezuela es el mismo hacedor de la guerra en Colombia; es el mismo que encarna el espíritu de Santander y no lo es el pueblo luchador, trabajador y bolivariano quien busca la paz en La Habana.

Los venezolanos somos amantes de la paz y no permitiremos la colombianización de la Patria de Bolívar. Nosotros estamos con la auténtica paz, la misma que proclamaba nuestro Comandante Supremo  Hugo Chávez y la cual compartimos: “porque la paz de Colombia es la paz de Venezuela”.

¡Amanecerá y veremos!

 

 



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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