El caso de Rafael Ramírez Carreño, es digno de analizar en aras de precisar el grave daño que causó ese nefasto personaje a la principal industria del país. No contento con ello, ahora pretende presentarse como el “salvador” de nuestra industria, reeditando un viejo y perverso libreto, muy similar al empleado por la llamada “meritocracia” de la Pdvsa de los años 2002-2003, quienes después de afectar –negativamente- nuestra industria, pretendieron que nuestro Comandante Chávez los reenganchara a la industria; sobre la falsa premisa, de que sin ellos, Pdvsa no funcionaría. Los hechos posteriores, evidenciaron cuán equivocados estaban, como hoy lo está, Ramírez Carreño. El Ministerio Público venezolano le imputa los siguientes delitos de corrupción: peculado doloso, legitimación de capitales y asociación para delinquir, según ha informado el Fiscal General de la República, el Dr. Tarek William Saab, quien ha solicitado la aprehensión de Ramírez Carreño, mediante alerta roja de Interpol. Andorra, el barco Petro Saudi Saturn y la Oficina de Inteligencia de Mercadeo y Política Petrolera, con sede en Viena, son los casos que llevan al Ministerio Público a solicitar tal orden de aprehensión, la cual ha sido burlada por el sujeto en cuestión, quien se mantiene prófugo de la Justicia, refugiado –presuntamente- en Europa, desde donde escribe con cierta regularidad, atacando –políticamente- al Gobierno del Hno. Presidente Maduro, sobre quien concentra sus ataques. Llega la investigación de corrupción en Pdvsa a Ramírez, por la delación de su primo-hermano Diego Salazar, quien le incrimina por favorecerle en la obtención de contratos (tráfico de influencias) y con quien se le vincula en la trama de blanqueo de capitales a través de la banca privada de Andorra. Por lo demás, oportuno acotar, que buena parte de los más de noventa gerentes detenidos por diversas tramas de corrupción, develadas en Pdvsa, involucra gran parte de lo que fuera su círculo íntimo de extrema confianza, cuando estuvo al frente de nuestra industria petrolera.
Uno de los focos de ataque de Ramírez Carreño en contra del Hno. Presidente Maduro, tiene que ver con su consuetudinaria acusación a Maduro de ser un “traidor al legado del Comandante Hugo Chávez”. “¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo”, tú que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Lucas 6, 41-42). Estimamos, que si hoy el Comandante Chávez estuviera entre nosotros, como de hecho lo está en pensamiento e ideas, le respondería como lo hizo a su Maestro, Mayor Jacinto Pérez Arcay, quien recoge esta expresión en su obra literaria “Hugo Chávez, alma de la revolución en Cristo y Bolívar”: “Hugo decía: ‘la corrupción general del país me tiene hasta la coronilla’”. Razón por la cual, el Comandante Chávez, siempre abogó por la "Guerra a muerte contra la corrupción, el burocratismo y la flojera". Mal puede llamarse Chavista, quien es un corrupto de siete suelas. ¡Prófugo y cobarde! Hugo Chávez, jamás eludió sus responsabilidades y cuando le tocó enfrentar la Justicia, allá fue, a Yare, a pagar sus penas, sobrevenidas de haber desafiado a la vieja institucionalidad cuarta republicana. ¿Qué legado dice defender, Rafael Ramírez Carreño?
Entra Ramírez Carreño, al debate sobre el anunciado ajuste del precio de la gasolina a precios internacionales, contemplado en el Programa de Recuperación Económica, que entrará en vigencia este 20 de agosto. Lo hace, acusando al Hno. Presidente Maduro de “traicionar el legado del Comandante Chávez”. Es, como su cliché de moda al referirse al Gobierno Bolivariano. Desde su exilio dorado en Europa, costeado con dinero hurtado al pueblo venezolano, tacha esa medida como “neoliberal”; constituyéndose la misma, en la mayor evidencia de lo “acertada” que sería, su acusación contra el Hno. Presidente Maduro. En 2010, el Hno. Presidente Evo Morales, asumió una decisión similar, y la oposición derechista, el Comité Cívico de Santa Cruz, le acusó en iguales términos. Evo, justificaba la decisión en la necesidad de contrarrestar el déficit presupuestario. "Aparte de que la situación era insostenible, cada año los contrabandistas sacaban (al exterior) combustible por valor de 150 millones de dólares. Es decir, Bolivia subsidiaba el consumo de los países limítrofes". En resumidas cuentas, el subsidio, lejos de beneficiar al pueblo boliviano, se había expandido a otros países y, en especial, a bandas de contrabandistas, quienes, a fin de cuentas, eran las que sacaban la mejor tajada de dicho subsidio. Tal ahorro, permitió al Hno. Presidente Evo, redistribuirlo en inversión social, en mayores beneficios al pueblo boliviano. ¿Es eso neoliberalismo?
La fórmula prevista en el Plan de Recuperación Económica, que dará a conocer el venidero 20 de agosto el Hno. Presidente Maduro, se antecede del Censo Nacional del Transporte que, mediante la herramienta tecnológica del Carnet de la Patria, permitirá que el subsidio –hasta ahora indirecto- ahora se realice directamente a los propietarios y propietarias de vehículos públicos y privados de todo el país. Valga decir, ningún venezolano o venezolana, e incluso extranjero residente en territorio venezolano, dueño de vehículo, cancelará nada por llenar su tanque de gasolina o diésel. Evidentemente, habrá algunas restricciones para evitar abusos que pudieran cometer los beneficiarios del subsidio, válido –únicamente- para territorio venezolano. Con ello, se plantea erradicar el contrabando de extracción del combustible. El cual, como señala el Hno. Presidente Maduro, arroja pérdidas anuales estimadas por el orden de los 18 mil millones de dólares. A su vez, permitirá minimizar el contrabando de extracción de la moneda venezolana, el billete en efectivo. Dos pájaros de un solo tiro, se intenta acabar con esta sola medida que tanto molesta a Rafael Ramírez Carreño. ¿Por qué será?
El neoliberalismo, se autodefine como filosofía de la libertad. No obstante, el neoliberalismo reduce al absurdo todos los fenómenos humanos, transformándolos en fenómenos mercantiles. Sacralizan el mercado, y le confieren los mismos atributos que la teología cristiana le confiere a Dios. Para ellos, el Mercado lo es todo. El modelo neoliberal o de Estado mínimo, como le llaman algunos, rechaza toda intervención del Estado en protección a sus ciudadanos o ciudadanas, por ende, rechaza toda forma de subsidio. El neoliberalismo, opera como un modelo económico mundial, afianzado en universidades estadounidenses, el FMI, el BM, empresas transnacionales y sector financiero. Es un modelo de dominación imperialista global. El FMI, organismo multilateral que ejerce una especie de “papado”, en regencia de la eucaristía neoliberal en el planeta, urgía en 2013, a eliminar los subsidios energéticos por considerarlos “ineficaces” y “costosos”, suponiéndolos como un freno al crecimiento económico. "Para algunos países el peso fiscal de los subsidios de energía han crecido tanto que los déficit presupuestarios se han vuelto incontrolables y amenazan la estabilidad de la economía", según David Lipton, "número dos" del FMI, durante la presentación del informe "Reforma de subsidios energéticos: lecciones e implicaciones", en el Peterson Institute de Washington. Cómo explicar entonces las certezas de Ramírez Carreño, que en su cuenta tuiter afirma: “El aumento de la gasolina al precio internacional no lo hizo ni siquiera (CAP). Es una medida neoliberal, van a privatizar Pdvsa…”, y remata: “El petróleo es del pueblo esta medida neoliberal es una traición más a Chávez”. Será neoliberal, el hecho que si antes Usted pagaba por un litro de gasolina de 91 octanos, tan sólo 1 BsF, que viene a ser: 0,00000019 centavos de dólar a la tasa paralela y 0,00000025 a la oficial de remesas, y la de 95 octanos seis bolívares el litro, y ahora cancelará 0 BsS, ya que a partir del 20 de agosto, recibirá un subsidio directo en su monedero del Carnet de la Patria por parte del Estado Bolivariano. ¿Será eso neoliberal?
Algo, no cuadra en la racionalidad de Ramírez Carreño. Menos aún, en su pretendida cizaña de engañar incautos, con el cuento de la “privatización” de Pdvsa. En todo caso, Ramírez Carreño, debe explicarle al país todo, ¿Qué buscaba lograr, él y su banda, con quebrar Pdvsa desde dentro, con sus tramas de corrupción? Obviamente, quienes traicionan a Chávez son otros, que no logran ver la paja en sus propios ojos…
Caracas, 16-08-2018