Bruselas /2007-03-07 (Especial).- Diputados al Parlamento Europeo, organizaciones de derechos humanos, grupos de apoyo a la Revolución Bolivariana y diversas organizaciones locales e internacionales, se preparan para protestar y denunciar a Marcel Granier, magnate de la televisión venezolana, durante su próxima visita a la capital belga. Estos grupos han declarado su intención de contrastar “la mentirosa afirmación de Granier” de que el gobierno venezolano “cerrará” su canal Radio Caracas Televisión (RCTV), cuando simplemente se trata de una decisión administrativa de no renovar la concesión de frecuencia en el espacio radio-eléctrico que Granier usó y abusó durante 50 años. RCTV ha transmitido en la privilegiada banda VHF gracias a una concesión cuya última prórroga, de 20 años, vence el próximo mes de mayo. La medida se basa en que el gobierno de Chávez considera a Granier un “operador irresponsable”.

GOLPISTAS, TERRORISTAS Y PARAMILITARES

Para la oposición venezolana se trata de una “retaliación chavista”, mientras para la mayoría de venezolanos que apoyan a Chávez y para los extranjeros solidarios con la Revolución Bolivariana, se trata de un “acto de salud pública”. Dicen que es un hecho comunicacional, público y notorio, “la participación orgánica de RCTV en la planificación y ejecución de dos golpes de Estado, y su apoyo, por acción u omisión, a golpistas, terroristas y paramilitares, así como su sistemática campaña de difamación contra el Estado y los principios de la Constitución Bolivariana”. A la mayoría de los observadores extranjeros siempre les ha llamado la atención de que RCTV, un canal de televisión, actúe como partido de derecha.

Alejandro Fleming, Embajador de Venezuela ante Bélgica, Luxemburgo y el Parlamento Europeo, declinó comentar la visita de Granier, y se limitó a señalar que “el espacio radioeléctrico, a semejanza del espacio aéreo, es un bien público administrado por el Estado y renovar o no una concesión es, por ley, potestad del Estado”.

UNA OPINIÓN AUTORIZADA

Andrés Izarra, presidente de TeleSUR, de paso por Bélgica para coordinar la próxima cobertura europea de esa red latinoamericana, dio algunas precisiones: “RCTV pretende montar un caso de derechos humanos y libertad de expresión por una simple y merecida acción administrativa; es como si alguien se quejara de la violación de su derecho a circular cuando le retiran, por irresponsable, la licencia de manejo”.

Izarra, era director del noticiario de RCTV en ocasión del golpe de Estado mediático del 11 de abril 2002, cuando el Presidente Chávez fue secuestrado y el empresario Pedro Carmona Estanga se autoproclamó Presidente, suspendió por decreto todas las instituciones democráticas, la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo, la Fiscalía, etc. y destituyó de sus cargos a todos los funcionarios electos por el pueblo, como gobernadores y alcaldes. Izarra renunció a su cargo en la televisora cuando Granier se descubrió como golpista, ofreció su apoyo al dictador Carmona y dio la orden de “cero chavismo en pantalla” que prohibía al personal de RCTV transmitir la reacción popular y militar que exigía el regreso de Chávez y la democracia. “Yo no puedo, por razones legales evidentes, decir que Granier es un golpista y un gánster de las comunicaciones, declaró Izarra, pero es evidente que se está colocando en el papel de víctima y defensor de la libertad de expresión, cuando ha sido y es todo lo contrario”.

“Es natural –afirma Izarra- que la extrema derecha europea y algunas organizaciones financiadas por el Departamento de Estado y la CIA, promueven a Granier como “defensor de los derechos humanos y la libertad de expresión”, porque su canal Radio Caracas Televisión (RCTV) “ha sido portavoz de la oposición no-democrática, de la oligarquía y de los enemigos de la Constitución en Venezuela. Ese canal ha transmitido hombres encapuchados y armados llamando a derrocar al Gobierno y ha prestado su pantalla a todos los intentos de golpe de Estado. Durante el sabotaje petrolero de Diciembre 2002-Enero 2003, el canal de Granier suspendió durante 56 días su programación regular, dejó de transmitir telenovelas y hasta mensajes comerciales, para transmitir gran parte de los 16 mil mensajes de propaganda anticonstitucional que aparecieron en la televisión privada”.

LA ALDEA GLOBAL SABE TODO

Los amigos de la Revolución Bolivariana que coordinan la “recepción” a Marcel Granier en Bruselas, insisten en aclarar que el personaje les es indiferente, pero que es una buena oportunidad para revelar la verdadera naturaleza siniestra de las organizaciones que lo invitan y le dan un escenario. “El señor Granier es insignificante comparado con otros zares de las comunicación en el mundo: es tan pasado de moda, su discurso tan pobre y su actitud tan repugnante que sólo pudo sobrevivir en la Venezuela de ayer… Granier es apenas una curiosidad en el Museo del Horror del subdesarrollo. Lo que nos interesa de su visita es la oportunidad de desenmascarar la verdadera naturaleza de organizaciones de fachada del Imperio, como “Reporteros sin Frontera”, financiada directa e indirectamente por el Departamento de Estado norteamericano. Queremos ver cómo defenderán a un cómplice del fascista Carmona y cómo van a justificar el apoyo de Granier al Decreto con que ese ridículo dictador pretendió liquidar la democracia, las libertades y derechos de los venezolanos. Ellos quieren desprestigiar a Chávez para justificar las próximas agresiones de Bush contra Venezuela, Ecuador y Bolivia… pero lo único que van a desprestigiar es a Reporteros sin Fronteras y otras organizaciones de la derecha internacional. Es una oportunidad dorada y no vamos a desperdiciarla”. En una mesa de dibujo unos jóvenes trabajan en el diseño de un afiche con las caras de Carmona y Granier, con el texto “A quién defiende Reporteros sin Frontera?”

La respuesta la sabremos el 14 de Marzo, cuando el empresario llegue a Bruselas a llorar por las “violaciones” que ha sufrido y se revele, como prometen quienes lo esperan impacientes, que “RCTV ha sido un prostíbulo informativo de los servicios secretos imperiales y del paramilitarismo…donde Granier era la Madama de la casa”.