En China

Pudiéramos decir que Venezuela entra en una nueva dimensión, después del viaje de Maduro a China. Sobra decir lo que es el gigante asiático. Groso moddo, es más de lo que sería cualquier país del mundo en estos momentos. Si tiene la capacidad de poner 10 millones de hombres en combate, con todo lo que eso implica, con un despliegue tecnológico que asombra, si tiene uno de los desarrollos industriales más sorprendentes en los últimos 25 años, si tiene la capacidad de ir a la luna, como si de agarrar un autobús se tratara, no hay más nada que decir.

La visita del titular venezolano allá, abre nuevas y muy esperanzadas expectativas. Los chinos pueden enseñarnos todo lo que podemos aprender, más bien todo lo que necesitamos aprender. Por ello los acuerdos con el gigante, sobretodo con las ciudades de Shanghái y Shenzhen en materia turística, petrolera y de desarrollo industrial.

Uno de los graves problemas que tiene el país es el atraso en materia de tecnología y desarrollo industrial. Chávez estuvo buscando mecanismos para renovar la industria instalada del país, la cual tiene 50 años de atraso. Es una tecnología en desuso que no aporta nada, más bien termina siendo un problema, porque es casi imposible encontrar los repuestos para tenerlas funcionando. En los últimos tres años de su vida, Chávez habló mucho de la renovación del parque industrial venezolano. Polos de desarrollo gigantescos como las empresas básicas de Guayana, Anzoátegui, Carabobo, Lara y Táchira, requieren de un impulso que seguramente vendrá como resultado de los acuerdos Venezuela-China.

Aunque no se informó en detalles, es posible que parte de estos acuerdos incluyan la renovación de la tecnología petrolera venezolana, también caduca; además de todo el tema turístico que en sí mismo comporta todo un polo de desarrollo, y que sería una de las industrias más exitosas del país, debido a sus bellezas naturales.

Seguramente el encuentro Xi-Jimping-Maduro, tocó el complejo tema de la guerra, el petróleo y la crisis de Estados Unidos y Europa, y cómo encontrar la paz, que ha sido la bandera fundamental de Maduro desde que asumió la presidencia. También lo era de Chávez, quien solía decir "somos un pueblo pacífico, pero armado".

Pese a los vaticinios en contra, y a los malos deseos, la visita de Maduro y su comitiva, pareciera darles un vuelco completo a las expectativas del país, vaticinando un futuro mucho más lleno de esperanzas, lo cual es un estímulo en tiempos tan difíciles.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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