En los Estados Unidos llaman a Simón Bolívar "el Padre del Panamericanismo," de aquel Panamericanismo en cuyo nombre desgarraron a México, arrebatándole miles de kilómetros cuadrados; invadieron varias veces los países centroamericanos, se apoderaron de Puerto Rico, convirtiéndola en colonia y campo de tiro, asaltaron Panamá, impusieron a Cuba la Base Naval de Guantánamo, hoy convertida en campo de concentración al mejor estilo nazi; actualmente en Honduras son cómplices de un golpe de estado, al que intentan blanquear con unas supuestas elecciones democráticas, en fin, violan continuamente el derecho internacional del que fue celoso creador y defensor consecuente el Genio de Caracas.
Nada más lejano de Bolívar que la política rapaz del Imperio del Dólar. Por algo lo estigmatizó al afirmar 'los americanos son capaces de todo'. El 20 de Agosto de 1818 en carta dirigida a Bautista Irvine, Agente de Negocios de Estados Unidos para Venezuela, el Libertador se quejó duramente por la falta de compresión y apoyo el naciente Imperio hacia la causa independentista de la América hispana. Dijo entonces: 'Hablo de la conducta de los Estados Unidos del Norte con respecto a los independientes del Sur, y de las rigurosas leyes promulgadas con el objeto de impedir toda clase de auxilios que pudiésemos procurarnos allí'. Censura con fuerza el hecho de que los estadounidenses secuestraran las goletas venezolanas Tigre y Libertad que transportaban armas para los patriotas, condenado a los tripulantes a diez años de prisión y a diez mil pesos de multa.
Posteriormente, el 5 de Agosto de 1829, al escribir en Guayaquil un mensaje al Coronel Patrick Campbell, Encargado de Negocios de Gran Bretaña en Bogotá, estampó esta profética sentencia: 'Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miserias a nombre de la Libertad'.
El sueño de Bolívar jamás fue crear nada que se pareciese a la actual OEA, símbolo de ese panamericanismo manejado con la zanahoria y el garrote por Washington. En la célebre Carta de Jamaica, escrita en 1816, tras pintar el pavoroso cuadro del coloniaje español que había reducido a nuestros pueblos -criollo, indios, negros y mestizos como señala Bolívar- a la esclavitud y servidumbre, hace la distinción del caso respecto a Europa y a la propia Norteamérica, y afirma: 'Nosotros somos un pequeño género humano, poseemos un mundo aparte, cercado por dilatados mares…'
Un pequeño género humano, un mundo aparte… A partir de este concepto Bolívar postula la unidad de los pueblos sur y centroamericanos. La formación de la Gran Colombia, la liberación del Perú y Bolivia, sus planes para liberar a Cuba, sus propuestas de amistad a México, Argentina, Chile, todo, absolutamente todo en el pensamiento y la acción de Bolívar se orienta por esa brújula, de allí que sea justa la visión que tuviera José Martí seis décadas después, cuando exclamó: 'Lo que no hizo Bolívar está por hacerse todavía en América'.
Desde luego, hay quienes pugnan en América por seguir las huellas del Libertador, en este caso en búsqueda de la Segunda Independencia, y antes que nadie su propio pueblo, el pueblo venezolano, que tanta sangre y tanto llanto entregó a la liberación del continente en las guerras de la Primera Independencia.
Sólo que ahora el Imperio a derrotar es la potencia más grande y más bárbara que existiera nunca en el planeta, y por tanto la tarea es mayor todavía que la enfrentada por Bolívar. Además, los estadounidenses cuentan en nuestros países con guardias pretorianas, como las bases en Honduras y Guantánamo, y las que están montando en Colombia, sumado a las oligarquías cómplices y poderosas, apoyadas por los medios de comunicación privados que confunden la mente de las masas. Lo vemos a diario en la campaña de descrédito internacional en contra el Presidente Hugo Chávez, de Rafael Correa, de Evo Morales, de Daniel Ortega, quienes con el ALBA han echado a andar en el continente el sueno de Bolívar de una sola América Latina. Por algo la oposición rancia critica el agregar el término Bolivariana a Venezuela, a su ejército, a sus instituciones, no será que el fantasma del Libertador les quita el sueño y no los deja dormir, no los culpo, quizás tengan razón porque mientras Bolívar viva y resucite en cada uno de nosotros sus hijos, como lo hace hoy 17 de Diciembre del 2009 a 179 años de su muerte, seguirá constituyendo un enorme peligro para los opresores de los pueblos. Por suerte para nosotros, nadie podrá matar sus ideas, pues como dicen los pueblos que han despertado Alerta, Alerta, Alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina.
Ricardo Moreno
Presidente de la Asociación Simón Bolívar de Los Ángeles
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