Lo más probable es que Joe Biden sea electo como el presidente 46 de los Estados Unidos. Permítanme algunas consideraciones antes de entrar en la matemática electoral.
Los que aseguran o apuestan a la reelección de Trump creyendo que repetirá la hazaña del 2016 no toman en consideración que cada elección es única en su tiempo y en sus circunstancias.
La coalición electoral de Biden es similar a la de Obama pero más amplia y fuerte con la participación de republicanos moderados e independientes y eso hará la diferencia en algunos estados claves o *"swing"*. Hay que considerar que en los estados *"swing"* la diferencia entre ambos candidatos está muy cerrada, algunos dentro del margen de error de las encuestas.
La base de Trump es sólida y esta movilizada pero es casi la misma de la del 2016 son los fanáticos que creen en su retorica y desafían a la ciencia exponiendo sus vidas y la de sus familiares atendiendo los eventos públicos del presidente sin usar mascara ni guardar distancia social en plena pandemia.
La coalición de Trump está compuesta básicamente de hombres blancos rurales, hombres y mujeres blancas urbanos sin mucha educación, y los evangélicos blancos y evangélicos latinos. Trump cometió un error al no tratar de ampliar su base apelando a los moderados e independientes. La base del 2016 no le alcanza para ser reelecto en el 2020.
*El Titanic de Trump hace rato se está hundiendo, esto lo percibieron sectores importantes de republicanos moderados que optaron por montarse en los botes salvavidas y al llegar a tierra firme trataran de reconstruir el partido de Abraham Lincoln después del naufragio de Trump*.
Estos sectores republicanos moderados e independientes crean una alianza electoral temporal uniéndose a los blancos liberales, a los negros, al voto femenino, el voto LGTBQ, el voto católico blanco y latino y el de las iglesias protestantes históricas que apoyan ampliamente a Biden.
De acuerdo a la mayoría de encuestas que he seguido semana a semana desde el principio del 2019, y aun considerando los márgenes de error de las mismas me atrevo por primera vez en mis dos décadas como analista y activista vinculado al mundo político de los Estados Unidos a entrar en los cálculos matemáticos siguiendo a Real Clear Politics que hasta hora me parece la más completa en sus cálculos e investigaciones:
Al mirar el mapa electoral nacional y comparar los estados rojos que han votado tradicionalmente republicano y contrastarlos con los estados azules que han votado históricamente demócrata puedo afirmar lo siguiente:
El vicepresidente Joe Biden tiene casi seguros 232 votos del colegio electoral, es decir solo necesita 38 electores más para llegar a la cifra mágica de 270. La ruta de victoria para Biden pasa solo por tres estados: Pensilvania (20), Michigan (16), y Wisconsin (10).
En esos estados Trump le gano a Hillary en el 2016 por solo 80 mil votos de diferencia en total. Ganando en estos tres estados llega a la cifra mágica de 278 votos del colegio electoral.
Trump tiene seguros 125 votos del colegio electoral, tiene que lograr 145 electores más para ganar. Es decir que para ser reelecto necesita repetir la hazaña del 2016 y ganar nuevamente en los siguientes estados.
Florida (29), Ohio (18) Georgia (16), Carolina del Norte (15), Arizona (11) Minnesota (10), Iowa (6). Trump alcanzaría 230 votos electorales pero se queda corto por 40.
Asumamos que gana Texas, que es un estado que debería ganar al menos por 10% de margen y ahora esta sorpresivamente competitivo, gracias a la dupla demócrata Beto O’Rourke y Julián Castro quienes están logrando movilizar a jóvenes blancos liberales y latinos en ciudades como Austin, Houston y El Paso..
Es una posibilidad remota que Biden podría dar una sorpresa en Texas, de ser así Trump será derrotado ampliamente. Sin embargo no soy tan optimista y asumo que Trump va a ganar ese estado, no con tanta ventaja como la acostumbrada para un candidato republicano, pero ganara.
Trump entonces obtiene 268 votos electorales. Se queda corto por 2 para llegar a la cifra mágica de 270.
Otro estado donde debiera llevar una amplia ventaja Trump pero que se le está complicado para es Arizona. Si le restamos Arizona, se queda solo con 257 votos electorales. Si Trump pierde en Arizona no veo donde pueda Trump obtener el triunfo en otro estado que reemplace esa perdida y le asegure los 270.
Igual ocurre en la Florida, un estado que Trump le gano a Hillary en el 2016 por menos de 100 mil votos, mucho se habla del voto Cubano Americano en Miami y de los Magazolanos, que hacen mucho ruido, pero que la final no representan ni el 1% del electorado de ese estado.
Pocos notan el gran cambio demográfico con el arribo de los boricuas especialmente en Orlando y el norte del estado, estos tienden a votar demócrata.
Y aun entre los cubanos y los venezolanos, las generaciones más jóvenes tienden a votar más demócrata. Biden puede ganar la presidencia si pierde en Florida. Trump no será reelecto si pierde en ese estado, de allí que Trump haya puesto tanto empeño en visitar la Florida varias veces e involucrar a Venezuela y a Cuba como tema de campaña electoral.
Hay una posibilidad pero es muy remota para Trump, repetir su triunfo del 2016 en Michigan y Pennsylvania, algo muy difícil apenas a unos días de las elecciones, la suerte en esos dos estados ya está casi marcada, el voto por correo indica una clara ventaja de participación de electores demócratas.
*En estados demócratas como en California, New York e Illinois, hay record históricos de participación. Los números de Biden allí van a ser muy amplios, gracias a la coalición multicolor que ha logrado organizar.*
*Lo más probable es que Joe Bien logre alcanzar entre 280 y 320 votos del colegio electoral, y unos 5 millones de votos de ventaja en el voto popular. Una ventaja muy clara por sobre Trump que lo convertirá en el presidente numero 46 de los Estados Unidos.*
Parte de la estrategia republicana y en parte debido a la gran votación masiva por correo de ya 90 millones de personas, los gobernadores republicanos están utilizando tácticas de supresión o anulación de votos para sabotear en distritos y condados específicos donde la votación será cerrada con la intención de que los resultados se demoren días o semanas, en reconteos manuales y se vaya a una impugnación judicial que llegue hasta la Corte Suprema de Justicia que seguramente favorecerá a Trump.
La estrategia demócrata se ha concentrado en la promoción del voto masivo y hasta ahora a juzgar por el voto por correo les ha dado resultados. Si la participación presencial en los centros electorales es masiva tendremos resultado antes de la media noche del 3 de Noviembre y Trump quedará como un accidente histórico y un mal recuerdo.