12 de abril de 2015.- La noche del sábado 11 de abril de 2015, con un Paraninfo universitario repleto, clausuró la Cumbre de los Pueblos en Panamá, con combativos discursos de Nicolás Maduro, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, y Rafael Correa, presidente de la República del Ecuador. El presidente de Cuba, Raúl Castro, envió un saludo a través del director del ICAP.
Ambos mandatarios celebraron en sus discursos la presencia de Cuba en la VII Cumbre de las Américas, en la persona del presidente Raúl Castro, como un fracaso de más de 50 años de agresión norteamericana, pero también advirtieron a Barack Obama que el proceso de normalización de relaciones diplomáticas no es una dádiva de Estados Unidos, sino la victoria de la Revolución Cubana, del derecho internacional y la autodeterminación de los pueblos. Así como señalaron que el bloqueo económico que persiste contra Cuba debe ser eliminado.
Los dos denunciaron la reciente "orden ejecutiva" de Barack Obama contra Venezuela como un acto de intervencionismo más de Estados Unidos, como los que han marcado tristemente la historia de las relaciones entre ese país y Latinoamérica y el Caribe, y exigieron su derogación junto a los millones de firmas de todo el mundo que fueron entregadas en la cumbre oficial.
Los mandatarios explicaron al público por qué Estados Unidos no puede dar cátedra de derechos humanos al mundo, cuando ni siquiera ha firmado ninguno de los múltiples convenios internacionales sobre la materia, de en la ONU, ni en la OEA. Mucho menos cuando es la fuente de las peores violaciones a los derechos humanos en todo el mundo incluyendo su propio territorio.
Maduro recordó que hace 13 años, en una noche como esta, se producía un golpe de estado contra el presidente Hugo Chávez con la complicidad del imperialismo yanqui, los medios de comunicación de masas y la derecha recalcitrante venezolana, golpe que fuera derrotado por la acción masiva del pueblo que se presentó al palacio de gobierno a exigir que le devolvieran a su presidente.
El presidente Correa explicó su propuesta de realizar una reforma completa del sistema interamericano, para dar vida más protagónica a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), y dejar la Organización de Estados Americanos (OEA), para relacionarse el bloque latinoamericano con el bloque norteamericano.
Estuvieron también presentes en la sala el expresidente hondureño Manuel Zelaya y Patricia Rodas, quien se destacó al frente de las relaciones exteriores de Honduras durante el gobierno de "Mel", derrotado por un golpe militar aupado por la derecha de ese país con la participación activa de Estados Unidos.
Con consignas antiimperialistas se despidió a los presidentes Correa y Maduro y se clausuró la Cumbre de los Pueblos de Panamá 2015.
Panamá, 12 de abril de 2015.
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Cumbre de los Pueblos, Sindical y de los Movimientos Sociales de Nuestra América
Declaración Final
Nosotros, los Pueblos de Nuestra América, convocados en la Cumbre de los Pueblos, Sindical y de los Movimientos Sociales reunidos en la Universidad de Panamá entre los días 9, 10 y 11 de 2015, con más de 3,500 delegados/as representando a centenares de nuestras organizaciones obreras, sindicales, campesinas, pueblos originarios, estudiantiles, de mujeres, sociales y del movimiento popular.
En el marco de un debate unitario, fraterno y solidario, los participantes en conferencias y en las 15 mesas de trabajo de la Cumbre de Los Pueblos
DECLARAMOS:
Nosotros, los Pueblos de Nuestra América, expresamos nuestro firme respaldo a la Proclamación de América Latina y el Caribe como Zona de Paz y libre de colonialismo, tal como fue acordado por unanimidad por todos los Gobiernos de Nuestra América en Enero de 2014 por la Segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
En tal sentido, rechazamos el acoso militar, agresiones y amenazas de toda índole que despliega Estados Unidos y sus aliados estratégicos contra nuestra Región a través de Bases Militares, Sitios de Operaciones e instalaciones similares, que sólo en los últimos 4 años han pasado de 21 a 76 en Nuestra América, 12 de ellas en Panamá y exigimos la derogación del pacto de Neutralidad, que permite la intervención militar norteamericana a la República de Panamá.
Iraq, Afganistán, Somalia, Palestina, Mali, República Centroafricana, Siria, Ucrania, Nigeria, Pakistán, Congo, Mauritania, Libia, y Yemen son sólo algunas de las más recientes intervenciones militares norteamericanas con su secuela de muerte y desolación. No queremos dicha situación en Nuestra América.
Así, apoyamos las Declaraciones de la Secretaría General de UNASUR que solicita la exclusión de todas las bases militares en nuestra Región de Paz y la afirmación de que ningún país tiene derecho a juzgar la conducta de otro ni muchísimo menos a imponerle sanciones o castigos por cuenta propia.
Nosotros, los Pueblos de América, respaldamos al pueblo cubano y su Revolución, saludamos el regreso a casa de los cinco héroes cubanos, producto de la solidaridad internacional y de la lucha incansable de su pueblo. Exigimos, junto con todos los pueblos del Mundo, el levantamiento inmediato e incondicional del bloqueo genocida contra la República de Cuba por parte del Gobierno de los Estados Unidos y el cierre inmediato de la base militar de Guantánamo, sin más condición que la del respeto a las Leyes Internacionales y a la Carta de las Naciones Unidas.
Nosotros, los Pueblos de América, expresamos, nuestro apoyo incondicional e irrestricto a la Revolución Bolivariana y al gobierno legítimo encabezado por el compañero Nicolás Maduro.
Por tanto rechazamos la injusta, injerencista e inmoral Orden Ejecutiva del Gobierno de los Estados Unidos que ha pretendido señalar a la República Bolivariana de Venezuela como una amenaza a su seguridad nacional y que ya ha merecido el rechazo unánime de todos los países de Nuestra América.
Nosotros, los Pueblos de América, reafirmamos que Puerto Rico es una Nación Latinoamericana y Caribeña, con su propia e inconfundible identidad e historia, cuyos derechos a la Independencia y la Soberanía son violados por una tutela colonial impuesta hace más de un siglo de forma arbitraria por parte del imperialismo Norteamericano, por esa lucha histórica por lograr la soberanía y autodeterminación de Puerto Rico, muchos y entre ellos purgan cárceles como Oscar López Rivera, del cual exigimos su inmediata libertad.
Nosotros, los Pueblos de América, reiteramos nuestro apoyo solidario y esperanzado a los Diálogos por la Paz en Colombia, que se realizan entre el Gobierno de Colombia y las FARC-EP, solicitamos la apertura de una mesa similar con el ELN con el fin de transitar en la construcción de un proceso de paz firme y duradera con Justicia Social. Saludamos las gestiones realizadas por distintos gobiernos para facilitar el éxito de este proceso.
Nosotros, los Pueblos de América, reiteramos nuestro apoyo permanente e incondicional a la República Argentina en sus gestiones para la recuperación de las Islas Malvinas, así mismo, nuestro respaldo al Estado Plurinacional de Bolivia en su justa y postergada aspiración de una salida propia al Mar. Reclamamos el inmediato retiro de las tropas de ocupación en Haití, acción que permitirá su autodeterminación. Exigimos al gobierno de México la presentación con vida de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos forzosamente en Ayotzinapa.
Nosotros, los Pueblos de América, manifestamos la necesidad imperiosa de la construcción y profundización de una sociedad nueva, con justicia social y con equidad de género, con la participación activa de los jóvenes y de los diferentes actores sociales, con la solidaridad como un principio fundamental para el desarrollo integral y soberano de nuestros pueblos. Hoy existen en Nuestra América algunas lacayos del imperialismo que intentan sostener e imponer al modelo neoliberal como la solución a los problemas y necesidades de nuestros pueblos, modelo que ha demostrado ser el más eficaz instrumento para profundizar la pobreza, la miseria, la desigualdad, la exclusión y la más injusta distribución de la riqueza que se conoce.
Ante esta situación manifestamos y convocamos a luchar y defender nuestros recursos naturales, la biodiversidad, la soberanía alimentaria, nuestros bienes comunes, la madre tierra y la defensa de los derechos ancestrales de los pueblos originarios y las conquistas y derechos sociales. La lucha por el empleo, el trabajo y salario digno, la seguridad social, las pensiones, la negociación colectiva, la sindicalización, el derecho de huelga, la libertad sindical, salud ocupacional, los derechos económicos y sociales, el respeto a los migrantes y afro descendientes, la erradicación del trabajo infantil y esclavo, justicia con equidad de género.
Todo esto es y será posible si trabajamos en unidad y con el objetivo de construir correlación de fuerzas que permita sustituir del poder al bloque dominante por uno social y político que defienda los intereses de nuestros pueblos.
A 10 años de la derrota del ALCA reafirmamos nuestra lucha contra las nuevas formas de tratados de libre comercio TLC, TPC, TISA, la Alianza del Pacífico. Así también seguimos sosteniendo que la deuda externa de nuestros países es incobrable e impagable por ilegítima e inmoral.
Nosotros, los Pueblos de América, saludamos los procesos de integración que priman la autodeterminación y la soberanía de nuestros pueblos, procesos como ALBA y la CELAC, procesos que han fortalecido la unidad latinoamericana. Creemos necesario complementar estos procesos con la participación de organizaciones sociales, sindicales, populares, para fomentar aún más una integración desde y para los pueblos.
Dado los días 9,10 y 11 de Abril de 2015
Universidad de Panamá, Ciudad de Panamá
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