“¿Dijiste media verdad?/
Dirán que mientes dos veces/
si dices la otra mitad”
Antonio Machado
Como ha resultado que, comentando el libro del señor Jorge Mier Hoffman, LA CARTA QUE CAMBIARÁ LA HISTORIA, Libro 1, Cómo, Cuándo, Quién lo mató y Dónde está Bolívar, i habiendo escuchado su extensa conferencia presentada con amplio despliegue de recursos tecnológicos, en el Teatrino del edificio de PDVSA en Maracaibo, donde incluso se proyectó la Carta de amor de Simón Bolívar para su “prima” Fanny de Trobiand y Aristiguieta Du Villars, o sencillamente Fanny Du Villars, el autor del libro en una carta que me envió con algunas explicaciones, la publicó como un Derecho a Réplica en Aporrea, debido a mis 4 artículos publicados “por ahora”, demostrando que su tesis del asesinato i lo más grave todavía, que los restos que están en el Panteón no son los del Libertador, carece de solidez histórica, en base a mis conocimientos de Filosofía de la Historia, sin considerarme un historiador, i menos de la Academia Nacional de Venezuela, donde este señor dice que sólo existen dinosaurios o acartonados miembros, i me cree uno de ellos; empezó por creer que su título, por estudios i grado, de Analista de Sistema y Computación, se lo había puesto peyorativamente, cuando es el único título que tiene según la nota de la solapa de su libro i lo otro, son cargos i actividades por él desempeñados, meritorios i respetables. Entonces, me expone no un curriculum, sino varios o sea un currícula que es el plural en latín, i no “curriculums” como se lo oigo decir hasta a varios rectores de universidades. Eso me hizo responderle igual, señalando mis credenciales i que, no se trata simplemente de un médico que trata de aparentar que conoce de historia. Por eso me dice en el primer correo “que ha notado que a falta de argumentos históricos contundentes que se oponga a los que poseo para asegurar que Bolívar fue asesinado como todas las pruebas que presento en el libro La Carta, además de la Bitácora donde se cuenta toda la verdad”. Dejémoslo aquí. Como vemos, yo no utilicé su título peyorativamente, pero él, sabiendo que en mi primera profesión tengo el título de médico cirujano i el de Doctor en Ciencias Médicas, omite eso i me llama “señor”, (¿peyorativamente?) lo que de paso no me ofende, porque eso me ha sucedido otras veces. Una vez con una secretaria de un colega, que se excusó por llamarme señor i yo era doctor. A eso le respondí; señorita eso no es ninguna ofensa para presentar excusa. Los doctores abundan, (como el arroz, dicen popularmente) mientras los verdaderos señores son escasos. En España, el título de señor o de don, es superior a muchos. Al extraordinario doctor en medicina José Botella Llusiá, en Madrid, en el hospital no le decían doctor sino Don José.
Pues bien, aunque La carta es la que escribió Bolívar a Fanny “como la última voluntad del condenado que sabía iba a ser fusilado” (lo destaca en otro artículo que Aporrea le publica hoi domingo) resulta que en la Conferencia citada en PDVSA (entre los testigos que recuerdo vi que estaba la ex rectora de la Universidad Bolivariana del Zulia, el Defensor del Pueblo i la periodista Carla Isea) dijo que no tenía tanta importancia, que solamente había servido para motivarlo a seguir investigando, (pese a que sería la carta que cambiaría la historia) i no explicó nada de los mensajes masónicos que contenía, para dejar saber a Europa i al mundo, la tragedia que vivía. ¿Es o no cierto que usted lo dijo, señor Jorge?
Ahora, en el nuevo artículo que publica, este señor señala que sí hubo un testigo de lo que realmente pasó con Bolívar…”y ese testigo escribió lo sucedido en una Bitácora, porque se trataba de una nave de guerra enviada por el presidente Andrew Jackson para interceptar al bergantín “Manuel” donde viajaba el Libertador, que a tiro de cañón ordenó que se detuviera, y fue abordada por soldados que le entregaron una CARTA al “General Bolívar”…i termina otra vez con Reverend que en una narración melodramática dice que atendía a Bolívar, etc. Luego resalta: ¡¡¡Esa es la CARTA que cambiará la historia!!!
De que los Estados Unidos conspiraran contra Bolívar, eso lo saben todos los historiadores i biógrafos. Liévano Aguirre lo cita en palabras del Libertador: “porque nuestros enemigos ya no son los españoles, sino los anglosajones, porque son poderosos y malos”, más o menos así, porque lo hago de memoria. Sobre la muerte de Bolívar i el diagnóstico, solamente sabemos las cosas por Reverend, Mac Night i Joaquín de Mier, aunque todo el pueblo i hasta Santander que al regreso del exilio fue a la tumba en la catedral de Santa Marta a despotricar de su gran enemigo i todo lo demás que ha recogido la “historia oficial falsa”; la verdad entera, no la media verdad, es la de un capital de barco que ni menciona su nombre, que posee la “ suficiente autoridad histórica” para asentar lo que sucedió, en el cuaderno de Bitácora. Un solo testigo, así como la “prueba” de Mier Hoffman que encontró la tumba en la selva. ¡Vaya qué de pruebas históricas! I ¿Cuál es la CARTA? La escrita para Fanny o la que entregó un soldado a Bolívar i que no conseguí en el Libro 1? ¿Son dos Cartas? Este dato lo tienen los lectores de Aporrea a la mano. Este analista asienta que, de lo que solamente haya un documento verdadero, o un solo testimonio, no tiene valor histórico; tendríamos que reescribir toda la historia del mundo. Empero, lo que diga un cuadernito de Bitácora, escrito no se sabe por quién (porque en la Bitácora que se anota cada hora, no sólo escribe el capitán sino muchos marinos que se alternan). Si esto es historia, creo que tantos autores que utilicé en mis clases de Filosofía de la Historia, me engañaron. Me faltaba conocer esta nueva manera de escribirla, buscar testimonios, valorar, certificar i comparar, para llegar a conclusiones.
Como ya esto, entonces, se ha transformado en un debate público i no lo deseo, lo que debe hacerse es que este señor, con sus tres libros, con las pruebas que tiene i su creciente autoridad, debe demostrar su tesis ante la Academia Nacional de la Historia primeramente, porque ir a la Asamblea Nacional, donde muchos no tienen ni siquiera una mediana cultura histórica, poco podrían aportar o enredar más esta novela. Lo cierto es que la denuncia del señor Mier, coloca a su antepasado Don Joaquín de Mier, entre los contemporáneos de Bolívar, como cobardes conspiradores ya vendidos al imperio del norte, detractores de oficio, cómplices de los asesinos del 25 de septiembre, traidores a la patria i al Libertador, hombres sin principios morales i éticos para fingir i engañar en momentos tan trascendentales, i demás cualidades negativas que puedan derivarse de la conducta de todos; así, Joaquín de Mier queda para siempre, como un contraejemplo del hombre justo i virtuoso que ama la libertad. Hombre principal de LA GRAN CONSPIRACIÓN que mancilla o avergüenza a nuestra Historia Patria. Si el señor Mier, entregó al presidente Chávez, más de 1.200 documentos, si los ponemos a 2 ó 3 páginas c/u como mínimo en papel carta, deben ser como tres resmas de papel o más, que llevará meses para leer i valorar. Un lector que me escribió me dice que el primer Libro se le pareció al CÓDIGO Da´VINCI, i en verdad, esta denuncia se me asemeja a esos libros que especulan sobre la vida de Cristo (Las cartas privadas de Jesús), el Calígrafo de Voltaire, La Conspiración de la Capilla Sixtina, El Enigma Sagrado, la Conspiración del Mar Muerto, Masones y Templarios, etc., que se trata de captar notoriedad i lectores (implica libros i negocios) aunque luego todo caiga en el olvido i enseñe mui poco. He tratado con respeto al Sr. Mier al escribir sobre su denuncia, aunque parece que ahora quiere decretarme una hostilidad que no he buscado. Simplemente, su tesis i lo que promete en sus libros, no tiene sedimento ni fundamentación histórica de valor, menos objetividad histórica, i compromete la Vida i Obra, del Libertador Simón Bolívar.
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