LAS FILAS de los pobres y de los médico-indigentes están creciendo y los más vulnerables son quienes están sufriendo lo peor. Según el Buró del Censo, 1.3 millones cayeron bajo la línea de pobreza oficial en 2003, a pesar de que estamos en el segundo año de la recuperación económica.
La tasa de pobreza para niños aumentó de 16.7 por ciento en 2002 a 17.6 por ciento el año pasado ¾eso equivale a un 12.9 millón de niños y adolescentes. En total, la tasa de pobreza subió del 12.1 por ciento al 12.5 por ciento¾ en total, casi 36 millones de personas. "Básicamente, hemos pasado una generación sin progreso contra la pobreza", Sheldon Danziger, profesor en la Universidad de Michigan, dijo al New York Times. "El crecimiento económico no se cuela hacia abajo, hacia los pobres".
Pero aún las estadísticas oficiales de la pobreza ¾tan escandalosas como lo son en el país más rico del mundo¾ subestiman el problema. La línea de pobreza del gobierno para una familia de dos adultos y dos niños es de $18,660 anuales, una cifra ridículamente baja, especialmente para las familias que residen en las ciudades más grandes del país.
Según indicó el Instituto de Política Económica (EPI, por sus siglas en inglés), la caída de ingresos se ha concentrado en las familias que ya eran las más pobres. Por ejemplo, la tasa de pobreza para las familias dirigidas por mujeres solteras aumentó a 28 por ciento de 26.5 por ciento en 2002. El crecimiento de la pobreza es el resultado de la caída general del ingreso medio de todas las familias, después de tomar en cuenta la inflación ¾una caída de 3.4 por ciento desde el 2000¾ que corresponde a $43,318 hoy en día.
Esta perdida de ingresos es el resultado del peor período de creación de empleos desde la depresión de la década de 1930. El pobre mercado de empleos les ha dado a los patronos una ventaja para mantener los salarios bajos. Los ingresos semanales reales han caído 0.9 por ciento desde principios del 2004.
Mientras tanto, muchas personas que han mantenido sus empleos han visto sus seguros médicos reducidos o eliminados. La cantidad de médico-indigentes subió el año pasado por 1.4 millones, llegando a los 45 millones de personas. El porcentaje de trabajadores que cuenta con seguro médico en su empleo cayó a 60.4 por ciento, el nivel más bajo desde 1993. Al mismo tiempo, los costos de las primas de seguros aumentaron por 13.9 por ciento en 2003, pues los patronos le han empujado una porción creciente de los costos a los trabajadores.
Todo esto debería darle una abundancia de argumentos al candidato presidencial Demócrata John Kerry en su carrera contra George W. Bush. Pero Kerry, aunque critica a Bush por la pésima economía, no tiene ningún programa para contrarrestar esta crisis social.
Su plan de asistencia médica comprometería al gobierno a gastar varios miles de millones de dólares para pagar algunos costos médicos catastróficos, pero tendría un impacto pequeño sobre quienes no tienen seguros médicos. Y Kerry ha mantenido un virtual silencio en cuanto al tema de los programas necesarios para crear más trabajos, combatir la pobreza, construir viviendas de bajo costo o reconstruir las escuelas públicas.
Como escribió en julio Bob Herbert, columnista del New York Times, "En medio del espectáculo de sacar pecho [en la Convención Nacional Demócrata] en Boston esta semana ("mi plataforma de seguridad doméstica es más grande que la tuya"), era imposible oír más que una insinuación o un mero susurro acerca del deterioro desmoralizante de las ciudades de América durante los últimos años...
"Los recortes de impuestos para los ricos y la dura ideología de derecha de la administración han eliminado gran parte de la red de seguridad social que habíamos logrado construir durante décadas, dejándonos con una creciente población de hombres, mujeres y niños vulnerables. Esto ha tenido un impacto desproporcionado sobre las ciudades, y el panorama, a corto y largo plazo, es desolador en el mejor de los casos. Estos son los asuntos importantes que podríamos estar discutiendo si alguien pusiera en su agenda a las ciudades. Pero nadie lo hace".
Los asuntos de pobreza y deterioro social están en el centro de la campaña independiente por la Casa Blanca de Ralph Nader y Peter Camejo. Pero los Demócratas no hay truco que no hayan utilizado para impedir que Nader y Camejo y sus propuestas sean parte del debate público. Las estadísticas de pobreza y de la falta de acceso a servicios médicos son los ejemplos mas recientes de por qué necesitamos una verdadera alternativa política.
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Por Lee Sustar | 24 de septiembre de 2004 | página 4
Publicado en:
http://www.socialistworker.org/Obrero/017/017_04_Pobreza.shtml
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