Las ganancias netas de PDVSA a nivel mundial correspondientes a los años 2001, 2002 y 2003 fueron, respectivamente 4,33, 3,54 y 4,23 millardos de dólares. (Fuentes: “AmericanDiplomacy.org” y “La Nueva PDVSA Avances”) No sería exagerado predecir que los dividendos netos de PDVSA para los años 2004 y 2005 conservadoramente no deben estar por debajo de la cifra correspondiente al año 2003, es decir los 4,23 millardos de dólares. Sin embargo, en los anteproyectos de presupuesto presentados para los años 2004 y 2005, los dividendos netos de PDVSA fueron estimados en 1,3 y 1,32 millardos de dólares. Dos observaciones saltan a la vista aquí. La primera es que los dividendos de PDVSA estimados en el anteproyecto del 2005 presentan un aumento de apenas 1,16% con respecto al año anterior, lo cual resulta difícil de aceptar. Es curioso, pero estoy seguro de que ninguno de nuestros diputados en la Asamblea Nacional ha cuestionado por qué son tan irrealmente bajos esos dividendos. La otra observación, que es quizás la más grave, es que los dividendos de PDVSA para el 2004 y el 2005 están groseramente subestimados en menos de un tercio de los dividendos reales! Aquí hay algo que no cuadra, lo cual sólo tiene dos explicaciones posibles: O bien los dividendos excedentarios (casi $3 millardos) no son enterados al Fisco Nacional, lo cual además de insólito, sería extremadamente grave, pues estaríamos en presencia de un estado dentro del estado, es decir, PDVSA, no habría cambiado nada y seguiría siendo la misma caja negra que siempre fue. La otra explicación, por la cual nos inclinamos, otorgándole el beneficio de la duda a los actuales directivos de PDVSA y del MEM, es que de manera deliberada y ex profeso se subestimaron escandalosamente los ingresos de PDVSA para esos años (2004 y 2005). Si aceptamos esta última tesis como correcta, no nos queda otro camino que hurgar en la búsqueda de las razones que condujeron a PDVSA, el MEM y posiblemente a MinFinanzas a declarar unas cifras tan inaceptablemente bajas para los dividendos de PDVSA en esos dos años.
Metámosle la lupa, como dice nuestro Presidente, al presupuesto del 2004. Se observa que los ingresos reales totales fueron estimados en Bs. 31,54 billones y los gastos totales en Bs. 49,95 billones. Por lo tanto hubo un déficit de Bs. 18, 41 billones o 9,59 millardos de dólares, el cuál fue cubierto mediante endeudamiento externo. Pero si tomamos en cuenta que los dividendos de PDVSA para el 2004 fueron deliberada y descaradamente subestimados y, además, el precio de venta del barril de petróleo fue también descaradamente subestimado en 18,5 dólares, ya que, como se sabe, el precio promedio ha estado en promedio en 34 dólares y si consideramos, además, que cada dólar de aumento del crudo se traduce aproximadamente en 1 millardo de dólares extra de ingresos, estamos hablando de unos ingresos petroleros para el 2004 subestimados en unos 15,5 millardos de dólares menos. Además de eso, los ingresos no petroleros (SENIAT) también fueron subestimados en 5 billones de bolívares menos. Por lo tanto, no se justificaba en absoluto endeudar el país en 9,59 millardos de dólares, toda vez que los ingresos petroleros alcanzaban para cubrir esa brecha fiscal. Sin embargo, ese endeudamiento para las generaciones futuras ya es un hecho, como también lo es el hecho de haber devaluado innecesariamente el bolívar en un 20% para llevar el cambio de 1600 Bs./dólar a 1920 Bs./dólar, lo cual ha afectado a la población durante casi todo este año y se ha reflejado en una inflación cercana al 20%. Si los ingresos hubieran sido mejor estimados y no se hubiera innecesaria e injustificadamente devaluado el bolívar, el país no se habría endeudado en el monto anterior, el estándar de vida de los venezolanos hoy día, con un dólar a Bs. 1600 sería indudablemente mucho mejor. Por otra parte, la alta votación que obtuvo la oposición en el Referéndum Presidencial (4 millones de votos) no se habría dado.
Ahora, no conformes con ese crimen cometido contra el país, los devaluacionistas vuelven por sus fueros. Ahora pretender imponernos un presupuesto artificialmente deficitario para el 2005 recurriendo al mismo expediente del año pasado, a saber: subestimando los ingresos y exagerando los egresos. El déficit que pretenden introducir artificialmente asciende a Bs. 14,77 billones (o 6,87 millardos de dólares), el cual ya planean cubrirlo mediante más endeudamiento externo y devaluando el bolívar en un 12%. Si logran salirse con la suya, y tal parece que va a ser así, los devaluacionistas habrán endeudado el país en menos de dos años en más de 16 millardos de dólares y al mismo tiempo habrán devaluado nuestro bolívar en un 32%. Todo ello sin ninguna necesidad ni justificación real.
Ahora bien, la devaluación no sería problema si todos los venezolanos cobráramos en dólares y si todos los productos y servicios que consumimos o usamos no tuvieran componentes importados. Pero desgraciadamente no es así, pues la inmensa mayoría de los venezolanos cobramos en bolívares (sin hablar de los que están desempleados), que cada vez tienen menor poder adquisitivo, gracias a las sucesivas devaluaciones. Ahora bien, si yo fuera Defensor del Pueblo, o Fiscal General de la República, o Presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, interpelaría al Presidente de PDVSA y a los Ministros de Energía y de Finanzas para que expliquen cómo es posible que si PDVSA obtuvo dividendos de $4,2 millardos en el 2003, sólo reporte $1,3 millardos en el presupuesto del 2004 y $1,32 millardos en el presupuesto del 2005. ¿Adónde va la diferencia de casi 3 millardos de dólares? También les preguntaría por qué han subestimado en 23 dólares el precio de venta barril para el 2005, cuando todo el mundo sabe que es imposible que baje de los 30 dólares. Además, en el supuesto negado de que así fuere y el petróleo cayera a 23 dólares el barril en algún momento del 2005, es en ese momento cuando se debiera devaluar y no antes.
No se puede inducir devaluación y endeudamiento a priori porque sus consecuencias socioeconómicas son irreversibles. Los niños que mueren por desnutrición o los enfermos que mueren o son discapacitados porque no tienen acceso oportunamente a la medicina que requieren, producto de las devaluaciones injustificadas, ¿Cómo podemos recuperarlos?
El presupuesto 2005 ya ha sido aprobado en primera discusión por nuestros diputados. Que sepamos ninguno ha objetado el endeudamiento y la devaluación anunciados. Hacemos un llamado urgente a la reflexión a nuestros diputados para que no aprueben ese presupuesto hambreador y desestabilizador. En el nombre de nuestros hijos y nietos. En el nombre de la Revolución Bolivariana.
Eudes Vera. Defensores del bolívar
eudesvera@cantv.net
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