Comencemos por reconocer que la delincuencia es un problema serio en
Venezuela, negarlo es sencillamente una imbecilidad. Sin embargo, asombra
la banalidad y la manipulación con la que el tema es tratado por
políticos, medios y hasta el ciudadano común.
Unos, cual zamuros, intentan obtener ventaja de cada muerte o hecho
violento que en el país se produce; otros viven angustiados producto de
una campaña que llega al extremo de afirmar que en el país existe un
nivel de violencia superior al de Irak o Afganistán.
Ahora, ¿Cuánto hay de cierto en la preocupación y dolor que dicen sentir
algunos por la violencia del país? y más importante aún ¿Qué están
dispuestos a hacer para ayudar a resolver el problema?
He aquí el meollo del asunto. Con descaro, quienes convirtieron al país
en un antro de corrupción, quienes pauperizaron la vida de millones con
su capitalismo salvaje, quienes abandonaron al pueblo a su suerte, hoy se
muestran asombrados e indignados por los niveles de delincuencia que
exhibe el país y lo que es peor, exageran la situación y alarman a la
población con bastardas intenciones.
La realidad es que ninguno está dispuesto a hacer un pequeño sacrifico
para reducir los niveles de violencia. Sólo aspiran a regresar a aquellos
tiempos en que sus urbanizaciones, sus casas, sus bienes y sus sitios de
distracción eran custodiados por decenas de policías; mientras los
muertos fuera de esas burbujas de felicidad poca o ninguna atención
merecían.
En su egoísmo se niegan a aceptar que en la sociedad venezolana de hoy,
esa no es una opción y que en la búsqueda de soluciones se requiere del
concurso de todos.
Mantienen un discurso para engañar incautos pero, jamás apoyarían una
acción si ello representa un sacrificio o una mengua de sus inmensos
beneficios. Permítanos, amigo lector, ilustrar esto.
Nadie tiene dudas acerca de la influencia que el cine, la radio y la
televisión tienen en la promoción de la violencia. ¿No es entonces un
inmenso acto de hipocresía que desde esos medios de comunicación surjan
las campañas de manipulación y las críticas al gobierno por los niveles
de delincuencia? ¿Qué están dispuestos a hacer los dueños de esos medios
para bajar la carga de violencia que le inyectan al pueblo venezolano en
cada transmisión?
También sabemos todos que el desempleo y los salarios miserables son
fuentes que alimentan la delincuencia ¿Por qué los empresario no reducen
un poco sus niveles de ganancia y dejan de pagar salarios miserables?
¿Por qué Fedecamáras no se empeña en que cada empresa del país emplee un
nuevo trabajador a efecto de reducir la pobreza y el desempleo?.
La policía tiene una tarea importante que desempeñar en el combate a la
delincuencia, pero esto no parece entenderlo los gobernadores de
oposición, pues sus Estados (Zulia, Táchira, Miranda y Carabobo) puntean
las estadísticas de delitos. ¿Por qué no hacen lo que le exigen al
gobierno nacional que haga? ¿Cuánto de cierto hay en su cacareada
preocupación?
arellanoa@pdvsa.com