Me fui para Alemania en busca del pulpo Paul, intentando confirmar las parlamentarias


Me arruiné…

¡¡Pero mi comandante lo valía!!

Pasaje, estadía e intentos de compra del tan mentado Pulpo, me dejaron en la carraplana…

Vendí mi perol de camioneta, mis dos computadoras, la cinco estrellas y la que tengo para contestar a la contra, cuando abro sus correos donde me insultan y me amenazan…

La misma que tuve que revivir un poco de veces, por los virus que me mandaron ese poco de locos…

Mi impresora a color, ultima generación, la misma que me puede costar el divorcio con la doña, porque desde que la vendí no me habla, y cuando la llamé del viejo continente no me contestó…

Una fotocopiadora, mi celular última generación, (que me hizo reactivar mi viejo raspa hielo)…

Mi hijo se quedó sin las vacaciones prometidas…

Me fui para el mercado de los corotos y rematé toda mi ropa nuevecita, y que por algo que llaman sobre peso, me obligaban a no usarla…

Prácticamente dejé vacío el apartamento de la doña, (causal de irme solo a Maiquetía)…

Se salvó el plasma, la nevera, la cocina y la consola del aire acondicionado…

Porque el celular repicó y del otro lado, alguien con voz muy seria, me hizo desistir, al decirme que era abogado y que llamaba en nombre de la “Doña”…

Compañeros y camaradas, que supieron de mi viaje y de mi posible divorcio, comenzaron a colaborar…

Unos con 5 BF, otros con 10 y los carajos, me juntaron unos cuantos riales…

Si me preguntan como lo logré, ni yo mismo lo sé…

La cuestión es que me vi delante del famoso pulpo Paul…

Y el dueño, accedió sólo a alquilarlo, para mis pruebas, y con la condición que sólo fuera en el mismo local…

Delante del muy famoso del pasado mundial…

Saqué de mi mochila, todos mis implementos…

Cuando el alemán me pidió las banderas…

Yo le di la foto de Chávez y la de Ramos Allup…

El hombre me miro asombrado, pero accedió…

Al entrar el pulpo en acción, de manera apresurada se comió la ostra donde estaba mi comandante y abrazó su foto…

Luego regresó hacia atrás (lo que nunca hizo) y con un tentáculo zumbaba para afuera del acuario la ostra de ese lado y con otro brazo, la foto del adeco la lanzó del mismo modo…

Cuando el alemán vio la foto por los aires del tal Henry Allup, se molestó conmigo y me dijo de la razón de que fueran sólo banderas…

Me reclamó, que su pulpo nunca se comportó de esa manera…

Y yo por ser respetuoso, me dije para mis adentros…

Debe ser, que dicho pulpo conoce de sobra al personaje de la foto…

Conseguí un traductor y le pedí disculpas al europeo…

Ya que su castellano se volvió indescifrable por su arrechera y yo de alemán ni pio…

Le conté que el de la foto que abrazó, era mi comandante y al contarle que venía de Venezuela, el hombre comprendió…

Chávez, Chávez, me decía sin cesar loco de contento…

El traductor me dijo que hiciera la prueba que deseara, que su dueño me lo permitía…

Abusando de su amabilidad, vi la oportunidad, para que no me quedaran dudas…

Como quedé cabezón con lo de botar para afuera, lo de la loca foto, quise hacérsela mas difícil al famoso pulpo, para comprobar si en verdad era tan bueno…

Sacando todas las fotos que me traje para el viaje, comencé:

En una punta puse a María Corina…

A su lado a CJ Borges…

Casi pegado a él, a Leopoldo Castillo…

Al costadito al gobernador de Miranda y al del Táchira…

El Mendoza de Miranda y su tocayo de un Nuevo Tiempo…

Hasta el Leopoldo de Chacao coloqué…

¡¡No sé cuántos fueron!! Lo que si sé, es que le llené el acuario de este poco de locos…

Y a sus lados, puse la respectiva ostra acompañada de un mejillón y una almeja…

Y en medio de todos ellos…

A MI COMANDANTE HUGO CHAVEZ, ACOMPAÑADO SOLO DE UNA PICHI OSTRA…

Intentando hacer más pareja la cosa, al recordar al águila y la mosca…

Cuando soltamos al mentado…

Fue como si se hubiera vuelto loco…

Lanzó todas las fotos pal carajo y parecía un huracán categoría 5 en medio del atlántico…

Y cuando se calmó y el acuario volvió a la normalidad…

De nuevo se abrazó a la de mi comandante…

El alemán no paraba de reír, mientras decía: Chávez, Chávez, Chávez…

Mientras que yo no dejaba de mirar al famoso pulpo…

Me emociono la manera de degustar la ostra, abrasado a mi comandante…

¡¡De vainita no lagrimee!!

Y este indio viejo lleno de alegría pensó:

¡¡No hay duda que este pulpo es Paul!!

¡¡Y es bueno de verdad este gran carajo!!

Valió la pena quedarme limpio…

Al llegar de regreso, en el aeropuerto llamé a Mario Silva diciéndole:

Mario te tengo unos videos, porque si no, nadie lo cree…

Pero necesito que me hagas un favor…

Que llames a la casa y hables con la doña y le hables de socialismo compañero…

Tú sabes, explícale de lo importante de que…

NECESARIO ES VENCER

josevarela753@hotmail.com


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José Varela


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