Resulta sorprendente que varios artículos de periodistas de izquierda, publicados en diferentes medios alternativos, afirmen equivocadamente que la oposición venezolana ganó las elecciones parlamentarias del Domingo 25 de Septiembre porque habría obtenido el 52% de los votos totales. Ante esta situación es importante señalar que la realidad estadística de los resultados electorales nos muestra otra realidad.
La situación de las preferencias del electorado venezolano no ha cambiado radicalmente, lo cual se concluye si se considera que esta elección no fue presidencial: en este contexto específico el partido Patria para Todos (PPT) y otros partidos progresistas muy pequeños que no están aliados con la oposición, decidieron participar separados de la alianza afín al gobierno para medir fuerzas u otros motivos, aspecto que ha sido aprovechado mediáticamente por la oposición, dado que ese es su frente de acción más efectivo para manipular las voluntades de los electores.
Primeramente hay que explicar que el domingo 26 de septiembre cada venezolano residente que acudió a las urnas emitió cuatro o cinco votos: un voto lista, por partido político, por concepto de representación nacional, para lo cual había disponible 55 escaños en la Asamblea Nacional; en segundo lugar, y dependiendo del tamaño poblacional de la circunscripción electoral, realizó uno o dos votos nominales por la representación regional (de los 23 Estados en que se divide el país) para lo cual había que cubrir 110 escaños. Adicionalmente cada elector emitió un voto lista y un voto nominal por la representación indígena del país ante el Parlamento Latinoamericano. Paso a describir algunos comentarios sobre los resultados de las recientes elecciones parlamentarias en Venezuela:
1. En el conteo de votos a nivel nacional el Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) y sus aliados en esta elección: Partido Comunista de Venezuela (PCV), Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), Tupamaro, UPV y MIPM, obtuvieron 100.000 votos más que la oposición. Esto es bueno saberlo, aunque, repito, la elección no fue nacional sino parlamentaria y su centro fue la representación nacional y regional en la Asamblea Nacional, además del Parlamento Latinoamericano. No se trató de una elección presidencial, lo que incidió en las decisiones estratégicas de las agrupaciones políticas participantes.
2. La Oposición está trabajando más unida que nunca antes, si bien siguen siendo un colectivo de pequeños partidos, cada uno con no más del 9% de los votos, con profundas contradicciones internas y entre sí. Su presencia en el congreso muestra un avance para sus posturas, lo que debe considerarse en una nueva estrategia de gobierno y profundización del proceso político participativo.
3. Los partidarios del gobierno obtuvieron 98 escaños, 65 la oposición y el PPT 2. El PPT ha sido aliado intermitente del PSUV y no resulta para nada extraño que establezca nuevas alianzas con el gobierno en función del programa de trabajo de profundización del socialismo. También se debe señalar que los partidos que se presentaron aliados en estas elecciones en conjunto con el PSUV recibieron el voto mayoritario en 18 de 23 Estados, con empates en otros dos de ellos, los estados Miranda y Sucre, donde la oposición había tenido sostenidamente una mayoría de las preferencias electorales. Debe además considerarse que en la última elección parlamentaria donde participó la oposición, vale decir en el año 2000, éstos obtuvieron 20 escaños más que en la actual elección.
4. El gobierno ganó (tiene representantes nominalmente elegidos) en el 64,5% de las circunscripciones electorales de representación regional en la Asamblea Nacional (71 de 110 circunscripciones) quedando tres de éstas circunscripciones por definir al momento de escribir. La oposición ganó en 36 circunscripciones. Los restantes 55 escaños se obtienen por un voto por lista – no nominal, donde los resultados aún no definitivos muestran un empate entre gobierno y oposición, probablemente con 27 diputados afines al gobierno, 26 de la oposición y los dos PPT, ya mencionados. Al momento de escribir falta aún que se publique la opción de voto de alrededor del 3% de los votos emitidos, correspondientes principalmente a circunscripciones de territorios apartados.
5. En cuanto a los votos nominales de representación regional (que reflejan liderazgos regionales reconocidos) el gobierno sacó el 62,3% de ese subtotal. Esto es un indicador de un buen trabajo de base y puede aprovecharse para profundizarlo ante futuras elecciones.
6. Es difícil interpretar la diferencia entre los votos lista (donde el PSUV obtuvo el 45,18% y los aliados del PSUV un 3,26% sumando 48,44%) y el voto nominal de representación regional a la Asamblea Nacional (donde la alianza en torno al PSUV recibió el 62,3%). La diferencia se puede haber originado en la complejidad para los electores de tener que emitir cinco o cuatro votos, según la circunscripción electoral, los que además se efectuaron en dos fichas o boletas electorales, una para la Asamblea Nacional y otra para el Parlamento Latinoamericano. Esto es algo que debe estudiarse más a fondo.
7. Una situación inversa le ocurrió a la oposición (alrededor de un 48% en el voto lista y un 37,65% en el voto nominal). Esto se puede interpretar como insuficiencia de liderazgos regionales reconocidos en Estados diferentes del Zulia, Tachira, Miranda, Anzoátegui y Nueva Esparta (donde tienen sus principales mayorías), y a su fuerza mediática de carácter nacional, además de haber encausado la campaña electoral como si fuera una campaña presidencial, tocando temas nacionales más que regionales. De igual manera a lo dicho en el caso del PSUV, esta es una situación que merece mayor estudio.
8. El PSUV es la primera fuerza política nacional con 45% por si sola, seguida muy lejanamente por cualquier otra organización (UNTC, AD, y Primero Justicia, los partidos de la oposición más ampliamente votados, obtuvieron cada uno entre el 8 y el 9% de los votos emitidos sin contar blancos y nulos (como en todas las cifras anteriormente señaladas), y son los partidos más fuertes que le siguen al PSUV.
9. El PSUV es la primera fuerza política en todos los estados del país, exceptuando el Estado Zulia, donde es la segunda fuerza regional, con una diferencia de menos del 1% bajo el partido UNTC. En los restantes Estados del país el PSUV es la organización política más votada (sin considerar alianzas) en donde la organización política que le sigue está al menos a más de 10 puntos porcentuales por debajo de la votación PSUV.
10. En cada Estado del país existen entre 28 y 54 organizaciones políticas, lo que muestra un amplio pluralismo y diversidad.
11. El sistema de votación es de una alta precisión y permite la plena expresión de las minorías, tanto así que las organizaciones políticas que obtienen un respaldo electoral muy bajo (de hasta un 0,01% de los votos -caso de la organización OPG en el Estado Zulia) y que, por consiguiente, no cuentan con suficientes testigos de mesa, son debidamente contabilizadas, asegurando transparencia y respecto por el voto de todas las personas.
Algunas conclusiones preliminares:
La vocación electoral y democrática del venezolano y muy particularmente del gobierno, así como la transparencia y eficiencia del sistema electoral ha sido una vez más ratificada.
El PSUV, si bien lidera las opciones del electorado en el país y en los Estados, debe considerar seguir profundizando el trabajo de masas para fortalecer su liderazgo y obtener futuros triunfos electorales. También debe considerar la multiplicación y ampliación de sus alianzas con otras organizaciones políticas progresistas, para obtener un mayor y duradero apoyo popular para el proyecto de cambios revolucionarios, particularmente ahora que la Asamblea Nacional vuelve a funcionar reflejando la verdadera diversidad política del país.
Finalmente, para referirnos a lo que probablemente le interesa más a la prensa, si se hace hoy una nueva elección presidencial, el candidato del PSUV y sus aliados actuales y potenciales, resultaría indiscutiblemente el ganador.
sergioleonizquierdo@yahoo.com
Venezolano residente en Chile